5 tips para ayudar a los niños que temen a los animales

Cada vez se conocen más beneficios que aportan los animales a los niños, pero muchos, por miedo, no pueden disfrutar de ellos

Escrito y verificado por la bióloga Ana Díaz Maqueda.

Última actualización: 12 diciembre, 2022

Que haya niños que temen a los animales no se debe tomar como una nimiedad o una tontería. Los niños, desde la infancia, suelen desarrollar miedos hacia cosas que están en el ambiente, como los ruidos fuertes, miedo a los animales o miedo por separación.

Estos miedos provocan ansiedad en los niños que debe ser correctamente manejada para evitar el desarrollo de otras patologías, tanto físicas como psicológicas. En la sociedad en la que vivimos, el niño va a estar constantemente expuesto a los animales. En las ciudades, además de los perros que pasean con sus tutores, puede haber gatos ferales o aves. Por esto, un niño siempre va a estar expuesto a un conflicto.

La imitación, forma básica de aprendizaje

Aves y mamíferos, incluido el ser humano, aprenden por imitación. Unos progenitores ansiosos que no gestionan bien la frustración o el miedo legarán eso a sus hijos.

Aunque no nos gusten los animales, o sintamos cierto temor hacia ellos, no debemos mostrarlo a los niños. Deben vernos seguros y tranquilos ante la presencia de animales, que vean que los ignoramos y no ocurre absolutamente nada. Ellos entenderán que no tenemos por qué interactuar con personas o animales que no queramos.

¡No a las terapias de choque en niños que temen a los animales!

Si un niño teme a los animales, no podemos forzarlo a estar en presencia de uno, mucho menos de forma cercana. Debemos respetar, ante todo, al niño. Después de trabajar mucho el miedo y la ansiedad hacia los animales, quizá podamos estar cerca de uno, sin hacerle caso y que ignore al niño.

Por ello, cuando llegue el momento, si queremos que nuestro hijo esté a gusto con perros, debemos elegir uno tranquilo y que, por supuesto, no tenga intención de acercarse al niño e invadir su espacio personal.

No es recomendable elegir cachorros de animales en este momento, pues suelen ser más nerviosos y, aunque nosotros los veamos pequeños y adorables, el niño no lo verá de esa forma.

Aprender sobre el comportamiento de los animales

Antes de entrar en contacto con animales, es mejor conocerlos. Un niño no entiende qué es un animal, que no son seres que vayan a hacernos daño porque sí, que tienen sus propios sentimientos y razones para actuar de una forma u otra. Por ello, es interesante realizar actividades, junto a los hijos, cuya finalidad sea conocer el mundo animal:

• Visualizar documentales de animales.
• Dibujar y hacer manualidades con tejidos que imiten la piel de los animales, como el algodón o el terciopelo.
• Leer sobre los distintos animales para aprender cómo se comportan y cómo debemos comportarnos con ellos.

Nunca ridiculizar los miedos

Si un adulto, con un raciocinio desarrollado y con miedo a las agujas, visita al médico para sacarse sangre, por mucho que este le explique que no hay peligro y que no duele, el adulto podrá llegar a desmayarse igualmente.

Con esto, debemos entender que los miedos son importantes, por muy infantiles que parezcan. Nunca podemos decirle a un niño que su miedo es una tontería, porque para él no lo es.

Apoyo profesional para niños que temen a los animales

Finalmente, nunca debemos recorrer el camino de las fobias solos. Todos estos tips deben estar supervisados por un profesional, que será la persona más indicada para ayudar a los niños que temen a los animales.

Infravalorar los miedos es un error. Tras ellos, en ocasiones, se esconden otros problemas no gestionados que podrán derivar en futuras psicopatías, trastornos o desórdenes.

Vivimos rodeados de animales. De ellos aprendemos y seguiremos aprendiendo infinidad de cosas. Debemos ayudar a los niños a superar estos miedos y que puedan disfrutar igualmente de la compañía de los animales.