Alergia a las plantas en los perros

Hay dos clases de alergia a las plantas en los perros, y son la atópica (por el olfato) y la dérmica (a través de la piel)
Alergia a las plantas en los perros
Francisco María García

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 08 febrero, 2022

La alergia a las plantas en los perros es relativamente común, y es que puede afectar a animales de todas las edades, razas o sexos. Se trata de una respuesta anómala y exagerada del sistema inmunológico al contacto o ingesta con determinados vegetales. Además, también son frecuentes los diagnósticos de alergia al polen, principalmente en primavera.

¿Cómo identificar la alergia a las plantas en perros?

La alergia a las plantas en los perros puede ser atópica o dérmica. Cuando se trata de una respuesta hipersensible por el contacto directo de la piel con alguna planta, hablamos de una alergia dérmica.

En segundo lugar, y en caso de que el proceso alérgico empiece por el olfateo, como en el caso del polen, estamos frente a una alergia atópica. También es una afección bastante frecuente.

En principio, las alergias suelen ocasionar malestar y problemas de piel que comprenden un cuadro clínico conocido como dermatitis alérgica o atópica. Los procesos alérgicos también pueden conllevar problemas respiratorios y digestivos.

Entre los principales síntomas de la alergia a plantas en los perros encontramos:

  • Piel irritada
  • Picor intenso por el cuerpo
  • Enrojecimiento de la piel y mucosas, principalmente en las zonas sin pelo
  • Granos o pústulas en la piel
  • Estornudos
  • Malestar y letargo
  • Engrosamiento de la piel
  • Formación excesiva de cera en el canal auditivo
  • Sacudir frecuentemente la cabeza
  • Rascarse las orejas con mucha intensidad o constancia
  • Lamer o morder frecuentemente algunas partes de su cuerpo
Perro rascándose

Plantas tóxicas e irritantes para los perros

Además de provocar alergias e irritaciones, algunas plantas pueden resultar tóxicas para nuestros canes. Al entrar en contacto con ellas o ingerirlas, el animal puede sufrir problemas digestivos, neurológicos, nerviosos o hematológicos.

En la actualidad, se conocen numerosas plantas tóxicas o irritantes para los perros alrededor del mundo. Por ello, resulta casi imposible enumerar todas las especies que podemos encontrar en cada barrio, ciudad o país.

¿Qué podemos hacer los propietarios de mascotas? Lo ideal es preguntar a un veterinario de nuestra localidad sobre las plantas tóxicas más comunes en tu entorno. A continuación, analizaremos las plantas tóxicas que podemos encontrar más comúnmente en jardines, plazas, campos o parques.

  • Acebo
  • Adelfa
  • Amarilis
  • Caladio
  • Ciclamen
  • Clivia miniata
  • Costilla de Adán
  • Crotón
  • Difenbaquia
  • Espatifillo
  • Flor de Pascua
  • Hiedra
  • Hortensia
  • Ipomea
  • Jacinto
  • Lirio
  • Muérdago
  • Narciso
  • Tulipán

¿Cómo prevenir la alergia a las plantas en los perros?

La alergia a las plantas puede afectar a todos los perros en cualquier momento de su vida. Aunque hay pruebas de alergias muy eficaces, es muy difícil evaluar las reacciones de cada perro a todas las plantas. Para prevenirlas, lo más importante es evitar que el perro entre en contacto con este tipo de vegetal.

Terapia floral para perros

Por supuesto, será esencial conocer las plantas tóxicas para eliminarlas del hogar y jardín. Además, si identificamos que determinado parque o plaza tiene alguna especie dañina, también evitaremos los paseos por allí.

A pesar de todo, puede que estos hábitos no sean suficientes. Básicamente, resulta imposible constatar una a una las especies de cada lugar donde llevamos nuestro compañero.  De esta forma, lo mejor es reducir las posibilidades de que nuestro perro entre en contacto o consuma estas plantas.

¿Cómo evitar que los perros coman plantas?

Desde luego, debemos mencionar que el hábito de comer plantas es algo natural y común entre los perros, principalmente entre los cachorros que están en la etapa de descubrimiento y experimentación. Pero hay algunos factores que pueden llevar a un aumento en esta ingesta, por lo cual debemos evitarlos.

Estos aspectos que debemos controlar, son:

  • Déficit nutricional: un perro que no recibe una alimentación completa y equilibrada puede ingerir plantas y otros elementos para suplir este déficit nutricional.
  • Calor excesivo y deshidratación: las plantas tienen un alto contenido de agua; cuando el perro tiene sed y no encuentra agua, puede ingerirlas. En los días más cálidos, hay que reforzar la hidratación de tu can.
  • Cambios en su ambiente: cuando hacemos una mudanza o realizamos cambios bruscos, los perros tendrán el instinto de investigar su nuevo entorno, oliendo, lamiendo y mordisqueando
  • Falta de estimulación: si el perro no es física y mentalmente bien estimulado, puede desarrollar síntomas de estrés y aburrimiento. Para aliviar la energía acumulada, incorporará algunos hábitos como el de comer plantas excesivamente.

Siguiendo estas pautas, será mucho más fácil prevenir la alergia a plantas en nuestro mejor amigo. Igualmente, hay que estar atentos a cualquier cambio en su aspecto o en su comportamiento. Finalmente, es preciso consultar a nuestro veterinario de confianza al observar cualquier anomalía.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.