Atrofia progresiva de la retina en perros

La atrofia progresiva de la retina es un término que describe un grupo de enfermedades genéticas de los ojos. Cursan con la degeneración de la retina y progresa hasta la pérdida de la visión.
Atrofia progresiva de la retina en perros
Luz Eduviges Thomas-Romero

Escrito y verificado por la bioquímica Luz Eduviges Thomas-Romero.

Última actualización: 07 febrero, 2020

La atrofia progresiva de la retina refiere a un grupo de enfermedades degenerativas que afectan las células fotorreceptoras de la retina. Comúnmente, el deterioro que sufre la retina conduce a la ceguera del perro afectado.

La función de la retina

La retina es una capa de células nerviosas especializadas que son sensibles a la luz, llamadas fotorreceptores. Esta capa está ubicada en la parte posterior del globo ocular.

Cuando la luz entra en los ojos, la lente enfoca esta luz hacia la retina. Allí, las células fotosensibles la convierten en señales eléctricas que se envían al cerebro para su procesamiento e interpretación.

Tipos de atrofia progresiva de la retina

En perros se han reconocido dos formas principales atrofia progresiva de la retina. La primera es una forma de inicio temprano o hereditaria, también llamada displasia retiniana. Comúnmente, se diagnostica en cachorros alrededor de los 2-3 meses de edad.

La segunda, es una afección de inicio tardío que se detecta en perros adultos, generalmente en edades de 3-9 años. Es común que la forma de inicio tardío se llame atrofia progresiva de la retina y la forma de inicio temprano se llame displasia retiniana.

Hay perros que se quedan ciegos a temprana edad por factores hereditarios.

Uno de los primeros signos son las pupilas dilatadas. Esta enfermedad se presenta con ceguera nocturna para paulatinamente progresar a ceguera en la luz. Es común que la enfermedad produzca ceguera en cuestión de meses.

Razas proclives a desarrollar atrofia progresiva de la retina

La atrofia progresiva de la retina puede ocurrir en casi cualquier raza. Sin embargo, se observa con mayor frecuencia en cocker spaniels miniatura y labradores retriever.

Otras razas menos afectadas son los terriers tibetanos, perros salchicha miniatura de pelo largo y Yorkshire terriers, entre otros.

¿Cómo saber si tu mascota tiene atrofia progresiva de la retina?

Generalmente el diagnóstico lo realiza un oftalmólogo veterinario especialista: amerita examinar la parte posterior del ojo con un oftalmoscopio.

Cuando el perro posee cataratas secundarias que impidan examinar la retina, es posible que se necesite realizar una prueba denominada electroretinograma, bajo anestesia general.

Adicionalmente, pruebas de ADN están disponibles para algunas razas de perros. La utilidad de pruebas genéticas es que pueden identificar a los perros afectados antes de que desarrollen signos de la enfermedad. También permite identificar animales portadores, que no desarrollarán la enfermedad, pero pueden transmitirla a su descendencia.

Al menos 24 mutaciones en 18 genes se han asociado con la enfermedad de la retina canina

¿Cuál es el pronóstico de la enfermedad?

Lamentablemente, al menos en la actualidad, no existe un tratamiento efectivo para la atrofia progresiva de la retina y es probable que los perros afectados se vuelvan totalmente ciegos. Se ha sugerido que la terapia antioxidante podría retrasar la pérdida de visión en los animales afectados, pero no hay evidencia científica que sugiera que esto sea efectivo.

La investigación actual sobre la terapia génica puede proporcionar alguna esperanza para el futuro, pero el tratamiento está muy lejos de la etapa de tratamiento clínico. Como la atrofia progresiva de la retina es una enfermedad hereditaria, los animales afectados no deben sometidos a reproducción.

La ceguera puede ser más común en ciertas razas a partir de edades avanzadas.

Manejo de la atrofia progresiva de la retina

Resulta importante resaltar que las mascotas pueden adaptarse muy bien a vivir con atrofia progresiva de la retina. A diferencia de las personas, los perros no necesitan conducir ni leer, y pasan la mayor parte del tiempo en un solo lugar.

Como resultado, las mascotas se familiarizan con el diseño de su casa y pueden moverse fácilmente empleando su memoria, su olfato y su oído. Sin embargo, es importante aplicar el sentido común si vives con un animal ciego:

  • Trata de no reorganizar los muebles.
  • Mantén a las mascotas ciegas lejos de piscinas y balcones sin barreras.
  • Mantén siempre a tu perro ciego con una correa corta para que puedas guiarlo y mantenerlo a salvo.

El hecho de tener una mascota ciega no tiene por qué suponer una gran dificultad si se ponen en práctica algunas medidas clave y se mantiene el sentido común.


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