Las aves de la buena suerte

A lo largo de la historia, muchos animales han sido asociados a leyendas y supersticiones. Las cigüeñas se han llevado la mejor suerte en este reparto.
Las aves de la buena suerte
Érica Terrón González

Escrito y verificado por la veterinaria Érica Terrón González.

Última actualización: 13 mayo, 2020

Las cigüeñas son aves zancudas del orden ciconiformes, que también incluye a las garzas y a los flamencos. Todos ellos se caracterizan por la larga longitud del pico, del cuello y de las patas. Son aves migratorias, que realizan grandes travesías a lo largo de su vida, y se dice que llevan la buena fortuna allá donde van. Por eso, se las reconoce como las aves de la buena suerte.

Pese a todo, muchas veces son perseguidas, destruyéndose sus nidos porque “ensucian” o “molestan”. De esta forma, unas aves que antes eran bienvenidas en los edificios, ahora son despreciadas. Aquí te comentamos todo lo que debes saber acerca de estos necesarios y majestuosos animales.

Características generales de las cigüeñas

En términos generales, es un ave inconfundible, de gran tamaño y notable envergadura, que luce un característico plumaje blanco. El pico, largo y puntiagudo, es de color anaranjado muy intenso en el caso de los adultos, rojo sucio en los ejemplares juveniles y prácticamente negro en los pollos. Las patas también son de de ese intenso color rojo anaranjado en las aves adultas.

aves de la buena suerte

La cigüeña blanca es un ave bastante silenciosa. Pero cuando emite vocalizaciones, por ejemplo durante el cortejo o si está asustada, lo hace con unas tonalidades ásperas. El de sonido más característico de la especie es su sonoro castañeteo producido al entrechocar las mandíbulas para saludar a su pareja. Este sonido se conoce como “crotoreo”.

Repartiendo la suerte por todo el mundo

La cigueña blanca abandona en febrero la región africana de los grandes lagos, donde ha pasado el invierno, y formando bandadas se dirige a Europa. A veces interrumpe su migración en el África oriental si se encuentra con una plaga de langostas, pues estas constituyen su principal fuente alimenticia. Después continúa su larga travesía de miles de kilómetros.

Curiosidades sobre estas aves de la buena suerte

Cuando hablamos de cigüeñas de la buena suerte, nos solemos referir a Ciconia ciconia, la especie con el característico color blanco. Pocas aves resultan tan familiares como ella y están tan arraigadas en las tradiciones de los asentamientos humanos. Al contrario que su hermana de color negro, la cigüeña blanca cuenta con la simpatía del hombre. Por eso hace tiempo que se asocia a pueblos y ciudades, consiguiendo así disfrutar de sustento y protección.

En España, esta especie ha tenido que soportar en las últimas décadas un cambio drástico en el paisaje rural, donde solía habitar. Esto ha supuesto su desaparición en muchas regiones del país.

¿De verdad son consideradas aves de la buena suerte?

En el continente europeo han sido siempre acogidas con alegría. Hace años la gente les preparaba plataformas en los tejados para que formasen sus nidos. Y en muchos países, tales como Alemania o Dinamarca, se consideran aún un símbolo de buena suerte.

Las cigüeñas y los bebés

Desde hace siglos las cigüeñas se han asociado con la llegada de los bebés, gracias en parte a un cuento popular de Hans Christian Andersen. Pero también debido a que su presencia habitual en los tejados de las casas daba a los padres una vía de escape a una situación “algo embarazosa” a la hora de explicar a los niños de dónde vienen.

Las cigüeñas y la primavera

Otro de los milagros que se atribuyen a la llegada de estas aves a los pueblos es el comienzo de la primavera. Por eso se convierten en un símbolo de felicidad y buena suerte. Para un danés, por ejemplo, el retorno de las cigüeñas señalaba el final del frío y crudo invierno. Algo que hoy en día no es tan fiable puesto que, con el cambio climático, estas aves cada vez vuelven antes.

Pese a todo, la tradición muestra como en los tejados de los edificios se colocaban todo tipo de artilugios para facilitar que estos pájaros hicieran sus nidos.

Ave: migración de la cigüeña

Hoy en día ¿las cigüeñas se siguen considerando aves de la buena suerte?

En general, al ciudadano medio le molestan los animales silvestres. Los ruidos y las deyecciones, las posibles enfermedades; los destrozos y los accidentes. Y esta es una realidad que debemos cambiar.

Si bien no es prudente conservar especies solo por razones de superstición, como se hacía con las cigüeñas, sí lo es por razones de biodiversidad.

Las cigüeñas, como muchas otras aves, están protegidas durante su época de cría, que es quizás la más molesta porque es la que ocupa nidos en los alto de los edificios: muchas veces  en construcciones históricas, como iglesias y campanarios, y otras ocasiones en torres de luz eléctrica. Esto puede generar problemas de inseguridad por caída de ramas, cortes de luz, o deterioro en el material urbano.

Por eso es necesario desarrollar métodos que consigan devolver la buena relación que existía entre el hombre y estas aves de la buena suerte. Respetando el ecosistema natural de los animales evitaremos que estos invadan de más nuestras ciudades, y cuantas más facilidades les demos, más cuidarán el entorno.


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