Las aves más parlanchinas del reino animal
Cuando hablamos de las aves más parlanchinas del reino animal, nos solemos referir a diversas especies dentro de la familia de las Psitácidas. A este grupo pertenecen los loros y sus parientes, de los cuales se conocen más de 600 especies. La mayoría están distribuidas en zonas arboladas por todo tipo de países cálidos y templados.
Las aves pertenecientes a esta familia se caracterizan por tener un pico fuerte y curvado, con una mandíbula superior móvil, además de presentar una buena capacidad voladora y destreza notable a la hora de escalar árboles. Aún así, lo que más llama la atención de ellas es su gran capacidad neuronal, pues son uno de los grupos de aves más inteligentes.
Los loros dan nombre a las aves más parlanchinas del reino animal
El loro del Amazonas (Amazona amazonica), el de frente blanca (A. albifrons) y el de cabeza amarilla (A. ochrocephala) son especies destacadas dentro de este grupo animal. Aún así, hay muchas más especies, como el loro de birrete negro (Domicella domicella) o el loro de cabeza azul (A. aestiva).
Estos animales habitan principalmente en las selvas formando bandadas muy ruidosas. De hecho, su fama de charlatanes les acompaña desde la antigüedad. Ya en el siglo V a.C. se hablaba de aves vistosas capaces de expresarse como el ser humano. Por eso, han sido durante años unos de los animales domesticados favoritos para tener como mascota.
Su longevidad es muy conocida, pues los loros pueden llegar a vivir hasta 100 años en cautividad, aunque lo normal es que vivan 20 o 30 años.
Otras especies de aves más parlanchinas del reino animal
Si bien los loros son los que dan el nombre común a la familia de las Psitácidas, existen otras muchas especies igual de importantes. Es el caso de los papagayos, guacamayos, cotorras y cacatúas.
Papagayos
El papagayo gris africano (Psittacus erithacus) es una de las aves parlanchinas más admirables del mundo. Esto se debe al interés que suscita su mímica vocal: es capaz de imitar cualquier sonido, desde el canto de otras aves a los tonos mecánicos del ser humano.
Por si fuera poco, este animal ha sido dotado de una memoria prodigiosa. De esta manera, es capaz de memorizar tonadas, tararear canciones y repetir todo tipo de palabras que ha aprendido a lo largo de su vida.
Guacamayos
Se tratan de las aves más grandes y vistosas dentro de la familia de las Psitácidas. Se caracterizan, sobre todo, por su plumaje colorido. Estas aves comienzan el día chillando a coro, a medida que cada individuo de la colonia abandona su percha nocturna para reunirse en un árbol con los demás. Ya reunidos, alzan todos juntos el vuelo en busca de comida.
Cuando el calor del día aumenta, los loros buscan la sombra y no volverán a salir a alimentarse hasta el frescor del crepúsculo.
El mayor del grupo es el guacamayo escarlata (Ara macao), que mide unos 90 centímetros. De estos 90 centímetros, 60 corresponden a la cola, majestuosa y deslumbrante. Luego está el guacamayo gualdiazul (Ara arauna), algo menor en tamaño. Es un animal infatigable y gracioso, que ejecuta con entusiasmo mil y una cabriolas mientras emite gritos estridentes.
El guacamayo militar (Ara militaris) o gran guacamayo verde mide 75 centímetros y sus facultades parlanchinas son indiscutibles, puesto que es capaz de aprender casi cualquier idioma.
Por su parte, el guacamayo jacinto (Anodorhynchus hyacinthinus ) ostenta un luminoso plumaje violáceo. De él se cuenta que, cuando los colonos intentaron domesticarlo, tuvieron que desistir debido a su temperamento irascible.
Cacatúas
El nombre de las cacatúas deriva de su característico chillido. Además, se distinguen de otras psitácidas por tener una cresta de plumas que yerguen a voluntad. Son populares tanto por su colorido como por su inteligencia y capacidad de imitación y tienen la capacidad de aprender muchas palabras humanas y tonos de animales.
Destacan especies como la cacatúa de cresta amarilla (Cacatua galerita), que vive en Australia y Nueva Guinea, o la cacatúa arará, compañera de la primera pero distribuida en la mitad norte de esas regiones. Por su parte, la cacatúa negra (Probosciger aterrimus) tiene vocación por la soledad y pasa mucho tiempo sola en lo alto de los árboles.
El problema de las cacatúas es que aquellas que son granívoras son bastante perniciosas para los cultivos, ya que pisotean las plantas.
Las verdaderas aves más parlanchinas del reino animal: las cotorras
Estos pequeños animales de colores se caracterizan por su ruidoso parloteo incansable. Vuelan en bandadas muy molestas y son esencialmente nómadas, pues siempre el florecimiento de los eucaliptos en su ambiente natural. Esto es así porque se nutren de su néctar, el cual liban destrozando las flores con el pico.
Esta práctica podría resultar un problema si no fuera porque resulta esencial como parte del proceso de polinización.
El verdadero problema que suponen estas aves es que, al ser mascotas populares, muchas se han liberado o escapado, hecho que les ha permitido convertirse en especies invasoras. Varios estudios hablan de ellas como las responsables de desplazar a especies autóctonas como el gorrión o el mirlo.
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