Bengala, una peculiar raza de gatos

Bengala, una peculiar raza de gatos

Escrito por Yamila

Última actualización: 27 noviembre, 2017

Producto del cruce entre un gato doméstico y un minino leopardo -o de bengala en los países hispanos-. Esta raza originaria de Estados Unidos se considera un “híbrido” y llama especialmente la atención por su bonito pelaje. En este artículo te contamos todo sobre el Bengala, un gato a todas luces especial y diferente.

Historia del Gato de Bengala

A simple vista, nos hace pensar en un felino salvaje. Y esto se debe a que fue originado en 1963 tras el cruce (con intervención humana) de un gato doméstico macho y una gata de Bengala hembra. El nombre deriva de la denominación científica materna: Prionailurus Bengalensis.

Aunque tengan el mismo nombre y sean parientes lejanos, este felino no desciende directamente del Tigre de Bengala, sino que su ancestro salvaje es el gato leopardo. Sus antepasados viven en el sudeste asiático y alrededores: Camboya, China, Tailandia, Malasia, Filipinas e Indonesia.

El objetivo de mezclar gatos salvajes con domésticos era conseguir un animal de apariencia exótica pero que al mismo tiempo tuviese un carácter dócil para que pudiera vivir en las casas como animal de compañía. La primera vez que se exhibió esta raza fue en 1985. Por supuesto, la sensación que causó debido a su llamativo aspecto fue sensacional.

El gato Bengala destaca por el color de su pelaje.

Aunque parezca extraño, el gato bengalí es un gran nadador. Se trata de una cualidad insólita en un felino doméstico, pero tiene su razón de ser en su herencia genética y su origen salvaje.

Características físicas

En cuánto a su aspecto físico, debemos saber que el gato de bengala es musculoso, robusto y de huesos pesados. Tiene un gran tamaño y los machos pueden pesar hasta 9 kg (las hembras, en cambio, pueden llegar a alcanzar la mitad del peso). Su cola es gruesa, la cabeza ancha y redondeada, su nariz alargada y las mandíbulas muy fuertes. Además, presenta una extremidades largas que le confieren un aspecto atlético y esbelto.

Las orejas son pequeñas y los ojos, de forma almendrada, tienen un llamativo color amarillo verdoso. El manto y el pelaje de este gato son otra de sus características distintivas: tiene el pelo corto y espeso, con “diseño” atigrado pardo con manchas. La base puede ser anaranjada, beige, dorada o amarilla, y las manchas color chocolate, negro o canela.

De hecho, es el pelaje lo que le confiere su especial atractivo. En el momento de la creación de esta raza uno de los objetivos principales era conseguir que su pelo tuviera estos atractivos colores. Además, el final de su cola es siempre de color negro. 

Comportamiento del Gato de Bengala

Si bien nos puede parecer que estamos frente a un leopardo en miniatura por su gran hiperactividad, curiosidad y ganas de jugar todo el tiempo, también nos encontramos ante una perfecta mascota, cariñosa, inteligente e incluso más cercana con sus dueños que otros gatos.

De esta manera, no es extraño que busque a su dueño por las habitaciones, lo espere al lado de la ventana o la puerta hasta que regrese, le guste dormir cerca de él o se acurruque a su lado para ronronear y sentirse protegido.

Además, dado que la raza bengalí actual es el resultado de varias generaciones posteriores a la primera cruza, presenta ya muchos de los aspectos de un gato doméstico acostumbrado al contacto con los humanos. 

El gato Bengala es un felino híbrido.

Así, las madres ya están socializadas en el momento del parto y los cachorros nacen y crecen en un hogar. No presentan “alteraciones” de carácter salvaje, aunque, como en todo felino, el momento del celo puede ser problemático. Contratiempo que se soluciona rápidamente por medio de la esterilización.

Además de ser un gato curioso y astuto, le gusta tener todo bajo control. No hay nada que pueda permanecer escondido para él durante un periodo largo de tiempo. Por otra parte, el Gato de Bengala es muy sociable, no tiene problema en relacionarse con otras mascotas, ya sean gatos o perros.

El gato bengalí es un felino que combina a la perfección su lado salvaje con el doméstico. Se sobresalta fácilmente, corre de aquí para allá, trepa a los muebles, es muy juguetón y extremadamente cariñoso. En el caso de tener otro gato en casa, serán compañeros de aventuras (y de líos) inseparables.


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