Brucelosis bovina

El contagio de esta enfermedad se da a raíz de que animales enfermos o portadores pasan la infección a otros a través de diversas secreciones del cuerpo
Brucelosis bovina
Eugenio Fernández Suárez

Escrito y verificado por el veterinario Eugenio Fernández Suárez.

Última actualización: 18 enero, 2018

La brucelosis bovina es una enfermedad que afecta al ganado vacuno y tiene una enorme importancia en este tipo de ganadería. La enfermedad, al ser una zoonosis, afecta al ser humano; en las vacas produce aborto, debilidad en las crías y retención placentaria. 

Quién causa la brucelosis bovina

Esta enfermedad está causada por una bacteria conocida como Brucella abortus, la cual infecta a las células desde dentro, lo que la hace muy resistente a muchos tratamientos, incluido el uso de antibióticos.

Se trata de unas bacterias muy específicas; mientras que otras bacterias como las causantes de la salmonelosis afectan a una gran cantidad de seres vivos, las causantes de la brucelosis se diversifican en muchas bacterias ligadas a un animal.

Cómo se contagia la brucelosis bovina

Los animales enfermos o portadores –es decir, aquellos animales que están infectados por Brucella pero no padecen la enfermedad de forma visible– infectan al resto a través de sus secreciones.

Las culpables del contagio son aquellas secreciones relacionadas con el aparato reproductor y el aborto, pero también con la orina, leche e incluso sudor o secreción nasal.

Será muy importante el papel de la fauna silvestre en la transmisión de la enfermedad. Por ejemplo, existen especies adaptadas a los grandes cetáceos, las focas o incluso a especies concretas de primates, como los papiones; en el caso de Brucella abortus, afecta a vacas, búfalos, yaks y cabras, además de poder contagiar a humanos.

Síntomas de la brucelosis bovina

En ganado vacuno suele tratarse de una enfermedad de curso leve. El síntoma más característico es el aborto, si bien puede causar procesos inflamatorios secundarios como artritis e inflamaciones genitales.

Tiene un fuerte impacto en el bienestar y la producción del ganado, lo que reduce enormemente el rendimiento reproductivo. También causa debilidad y mortalidad de los terneros.

Esta enfermedad provoca la fiebre de Malta en personas, que causa fiebre irregular, dolor de cabeza, debilidad, escalofríos, sudor y dolor general; puede afectar a veterinarios, granjeros y personal sanitario de animales que trabajen con vacas. Es por ello que ante abortos se deben extremar las medidas de higiene.

El término de fiebre de Malta se debe a que la enfermedad fue descubierta en la Guerra de Crimea; David Bruce –cuyo apellido da nombre a la bacteria– aisló la brucelosis en los soldados que participaron en este conflicto bélico.

Diagnóstico y tratamiento de la brucelosis bovina

Tras la aparición de abortos se puede sospechar de un foco de brucelosis. Esta deberá ser confirmada por un veterinario, que realizará pruebas diagnósticas para aislar e identificar la bacteria o los anticuerpos que esta produce en el organismo del animal.

Diagnóstico de la brucelosis bovina: tratamiento

Actualmente existen vacunas con virus modificados, que permiten controlar la enfermedad tanto en ganado vacuno como en personas. Además, el mejor método para evitar la infección del ser humano es controlar esta enfermedad tanto en el ganado bovino como en la fauna salvaje.

Esto nos recuerda la importancia de la medicina veterinaria en la salud de las personas y de los ecosistemas, así como en animales domésticos. De hecho, será el veterinario el encargado de evitar que esta enfermedad también nos pueda llegar a través de alimentos, gracias a la revisión de los protocolos de higiene en las empresas.

Y es que la leche es una de las formas de contagio, por ello es especialmente importante consumir productos pasteurizados o que hayan sido sometidos a un control de calidad por estos profesionales; aún así, el riesgo de infectarse de brucelosis por leche es anecdótico.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.