Características del ave kagú

Descubre las características que hacen única al ave kagú, endógena de Nueva Caledonia; esta ave no voladora es la última de su familia, y ha ganado fama a nivel mundial por la formación parecida a un cuerno en su pico
Características del ave kagú

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 29 diciembre, 2018

El ave kagú, también conocida como cagou, es un ave nativa de Nueva Caledonia. De patas largas y un color gris-azulado, el ave kagú es el único representante de la familia Rhynochetidae. Un kagú mide cerca de 55 centímetros de largo, y tiene plumaje grisáceo y patas de color rojo brillante.

Algunos estudios han relacionado al ave kagú con aves como las palomas comunes y los flamingos. A simple vista, parecen tener características en común. La textura y color del plumaje son muy similares al de las palomas. Por otra parte, aunque sus patas no son tan largas como las del flamingo, un kagú tiene patas mucho más largas que una paloma.

Sin embargo, estudios posteriores han descubierto que el kagú es la última especie con vida de la familia Rhynochetidae. Las demás especies de esta familia, nativa de Nueva Caledonia, se extinguieron después de la llegada de los humanos.

Una de las características más interesantes del kagú son sus cuernos nasales, de ahí parte de su nombre (rhyn). ¡Ningún otra ave viva posee esta característica en el mundo!

El kagú es un ave que hace vida en el suelo. Justo como el ave kakapo, el ave kagú no posee la habilidad de volar más que unos pocos metros. Un kagú puede medir alrededor de 55 centímetros de alto, pero son aves bastante livianas; el peso medio de un kagú está entre los 700 gramos y los 1 100 gramos.

Aunque no puede volar, las alas del kagú siguen siendo de tamaño proporcional a su cuerpo. Para esta especie, las alas son una herramienta que les permite moverse de manera ágil y rápida a través del bosque.

Ave kagú: hábitat

Hábitat del ave kagú

El kagú es un ave endémica de Nueva Caledonia, ubicada en el océano Pacífico, donde habita los bosques tropicales. Sin embargo, el kagú es un ave bastante adaptable a distintos ambientes. Por esta razón, habita en los distintos climas de la isla, tanto en alta montaña como en baja montaña. El factor más importante a tener en cuenta para entender la distribución de los kagú en Nueva Caledonia es la presencia de presas.

Estas aves son exclusivamente carnívoras, y se alimentan de una gran variedad de animales no vertebrados. Los gusanos y las babosas son algunos de sus alimentos preferidos, así como algunos lagartos pequeños. Además, un ave kagú come larvas, arañas, ciempiés, saltamontes y muchos otros insectos que puede encontrar cerca del suelo.

Los kagú son aves muy territoriales, y cuidan lo que consideran ‘su terreno’ durante todo el año. El territorio de un kagú puede abarcar de 10 a 28 hectáreas. En los períodos de no apareamiento, los kagús son aves poco sociales que prefieren la soledad. En general, se mantienen en parejas o grupos de tres, pero nunca en grupos más grandes.

El canto de los kagús es una experiencia única. El rango de sonidos que pueden emitir es bastante elevado, y usan su canto para hacer duetos durante 15 minutos ininterrumpidos en las mañanas. Cada mañana pueden hacer varios duetos, todos con la misma duración.

Rhynochetos jubatus

Apareamiento, parejas y conservación

Las aves kagú son pájaros de costumbres monogámicas, que en general forman lazos afectivos que pueden durar hasta 20 años. Los kagús mantienen un único nido cada año. Sin embargo, si un nido falla, la pareja de kagús intentará tener un segundo nido.

Los nidos de kagús se encuentran cerca del tronco de un árbol o vegetación baja, y en general no presenta gran construcción previa. Por esta razón, pocas veces los nidos de kagú están ocultos. El cuidado del huevo es responsabilidad de ambos padres, quienes se turnan para ir a cazar y traer de vuelta alimento. Cada turno dura 24 horas, cuando intercambian responsabilidades.

La población actual de kagús es de 250 a 1 000 aves, bastante poco para una especie única en su familia. Expertos e investigadores se han esforzado durante muchas décadas para intentar salvar al ave kagú y a otras aves endémicas de Nueva Caledonia.

Curiosamente, Nueva Caledonia fue un territorio de carecía enteramente de mamíferos –a excepción de los murciélagos– antes de la llegada de los humanos. Con los humanos, fueron introducidas en la isla diversas especies de mamíferos cazadores, como los perros, gatos, cerdos y ratas. Solo las ratas son responsables de la pérdida del 55 % de los nidos totales de kagús cada año.

El ave kagú es un símbolo de las tradiciones de Nueva Caledonia, y ha sido muy importante para sus habitantes a lo largo del tiempo. Por esta razón, en la actualidad los kagús –en peligro de extinción– se encuentran protegidos por el gobierno de Nueva Caledonia y también por organismos internacionales.


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