Cocodrilo: características, comportamiento y hábitat
Los reptiles se caracterizan por poseer un cuerpo escamoso y ornamentado, el cual se parece mucho al de los dinosaurios y llama la atención. Sin embargo, varios de ellos son bastante peligrosos y podrían poner en riesgo la vida de las personas.
Con una mirada penetrante y oscura, el cocodrilo despierta el miedo de muchos y la admiración y respeto de otros. Es un reptil imponente que bien merece la pena conocer. ¿Quieres venir con nosotros? Tranquilo, no nos acercaremos mucho…
Todo lo que tienes que saber sobre el cocodrilo
El término “cocodrilo” hace referencia a una gran variedad de especies que se agrupan en la familia Crocodylidae. Forman parte de la familia de reptiles arcosaurios, o mejor dicho, reptiles dominantes, al que también pertenecían los dinosaurios. De hecho, se estima que los ancestros de los cocodrilos actuales aparecieron en la Tierra durante el cretácico, hace unos 145 millones de años.
Características
El cuerpo de los cocodrilos alcanza entre los 2 y 6 metros de largo, con pesos de hasta 800 kilos. Sus pieles gruesas y rugosas ha sido anhelada por el ser humano para ser usadas en el negocio de la marroquinería. Este acto ha puesto en peligro de extinción al reptil, y por eso cada vez este acto está más penado por la ley. De hecho, se están creando nuevas leyes de forma constante para frenar la situación.
Las extremidades de estos reptiles se insertan de manera lateral, de manera que no pueden elevar su propio cuerpo. Por ello, para desplazarse necesitan arrastrar su cuerpo por el suelo. A esta forma de movilidad se le conoce como reptar y es la característica más común dentro del grupo de los reptiles.
Sus fosas nasales están adaptadas a su vida acuática, pues evitan que el agua entre y les llegue a los pulmones mientras están bajo el líquido. Gracias a ellas, el cocodrilo podría estar bajo el agua seis horas en movimiento y hasta dos días en reposo.
Al igual que otros reptiles, los cocodrilos no regulan bien la temperatura de su cuerpo, por lo que ocupan sus mandíbulas como reguladores. Abrirlas le permite enfriarse o calentarse, razón por la que hemos visto muchos vídeos de cocodrilos con la boca abierta de par en par sin atacar a nadie.
Comportamiento
El cocodrilo se desplaza casi arrastrándose por el suelo con sus cuatro patas, dos delanteras y dos traseras. Las delanteras tienen cinco dedos y las traseras solo cuatro. Esto sirve, junto con su larga cola, para mantener el equilibrio, algo que no sería tan fácil debido a su peso y medidas.
Suele pasar gran parte de su vida inmóvil en ríos de agua dulce, o bien en manglares de la playa de agua salada. Son adaptables y se mueven de un hábitat a otro a su antojo o según sus necesidades.
Contrario a lo que se piensa, el cocodrilo no es tan lento como parece. En el agua puede avanzar varios metros con el simple empuje de su cola, mientras que en la tierra es capaz de correr durante unos instantes y sorprender a sus presas. Es más, su cuerpo también tiene una gran agilidad, por lo que puede voltear en apenas unos segundos y atacar lo que tenga a sus espaldas.
Claro está, pocas veces se le suele ver muy activo, pues esto conlleva un gran gasto energético. De hecho, si no necesitan cazar, la mayor parte de su tiempo la pasarán inmóviles en el agua o en el sol.
Hábitat
El cocodrilo vive en zonas tropicales de África, Norteamérica, Centroamérica, Australia y algunas zonas de Asia. Como dijimos anteriormente, la mayor parte de su vida la pasa en el agua, ya sea dulce o salada.
Dieta
Como todos bien sabemos, es carnívoro, y su dieta está basada en peces, cangrejos, animales muertos, aves e incluso, en ocasiones, se atreve con búfalos, cebras o ñus. ¿Cómo caza?
Por todos es conocido que los reptiles son sigilosos, y este ejemplar no lo es menos. Debajo del agua se va acercando poco a poco a su presa mientras esta bebe agua del río. Cuando más despistada está, se abalanza sobre ella y la arrastra hacia el interior del río, donde comienza una lucha que rara vez el reptil pierde.
A pesar de sus puntiagudos y enormes dientes, este animal no puede masticar, por lo que cuando agarra a una presa la despedaza en trozos grandes y se la traga entera. Es entonces cuando entran en juego sus poderosos jugos gástricos que terminan el trabajo de digestión.
Además, tiene la capacidad de modificar por él mismo su metabolismo, basándose en la abundancia o la escasez de alimentos en su hábitat. Cuando hay carencia, su digestión se torna lenta, mientras que sucede lo contrario en tiempos de abundancia.
¿Qué especies existen?
Los cocodrilos solo abarcan las 14 especies agrupadas en los géneros: Crocodylus y Osteolaemus. No obstante, existe un gran conflicto con la taxonomía de este grupo, por lo que la familia Crocodylidae podrían modificarse y agregar más especies en un futuro.
Por el momento, las especies de cocodrilos reconocidas son las siguientes:
- Cocodrilo filipino (Crocodylus mindorensis).
- Cocodrilo del pantano (Crocodylus moreletii).
- Cocodrilo de Nueva Guinea (Crocodylus novaeguineae).
- Cocodrilo del Nilo (Crocodylus niloticus).
- Cocodrilo de las marismas (Crocodylus palustris).
- Cocodrilo marino (Crocodylus porosus).
- Cocodrilo de Borneo (Crocodylus raninus).
- Cocodrilo cubano (Crocodylus rhombifer).
- Cocodrilo siamés (Crocodylus siamensis).
- Cocodrilo enano (Osteolaemus tetraspis).
¿Son peligrosos los cocodrilos?
No todos los cocodrilos pueden ocasionar daños al humano, depende mucho del tamaño del ejemplar y de la especie. Es más, los casos de personas que sufren un ataque por cocodrilos son bastante raros. Tan solo en el 2015 se registraron 323 ataques, de los cuales 151 fueron fatales. Sin embargo, destacan por su peligrosidad el cocodrilo del Nilo y el cocodrilo marino.
La intromisión del hombre en su hábitat y la caza furtiva con fines comerciales, hacen que muchas personas se expongan a estos riesgos. De más está agregar que su domesticación y su cría es imposible; son animales salvajes difíciles de manejar en cautiverio.
A pesar de su majestuosidad, el cocodrilo es un animal que parece aterrador para muchos, pero, sin duda, es un ejemplar fascinante que ha merecido la pena conocer, ¿no te parece?
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