Colores en el pelaje de tu caballo

En el cine, fotografías y material de todo tipo, podemos observar una gran variedad de pigmentaciones en cuanto al pelaje del caballo... ¿De qué dependen estos colores?
Colores en el pelaje de tu caballo
Francisco María García

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 13 abril, 2019

Si hay algo complejo de estudiar en el mundo de los animales es el color de las capas de los caballos. Los estudios sobre genética de Mendel y otros avances en la materia sirven de mucho. Pero conocer y denominar el pelaje de tu caballo puede ser un asunto complejo.

Simplemente, necesitamos manejar mucha información para dominar esta temática. Existen muchas terminologías científicas y también apelativos vulgares que se utilizan en el mundo ecuestre. A decir verdad, en cada país se registran diferentes nombres para describir mezclas entre capas.

El pelaje de tu caballo: una breve explicación del asunto genético

Como todos sabemos, el aspecto de todo animal depende de la mezcla genética obtenida tras su proceso de procreación salvaje o doméstica. El problema con los caballos es que su variedad fenotípica es realmente extensa. Aunque no lo parezca, es más fácil estudiar esto desde una perspectiva genética que apelando a las terminologías del campo.

Lo primero que hay que saber es que existen capas de pelaje básicas: negro, pardo y rojo. Estos colores bases son afectados en la mezcla genética por medio de dos pigmentos. Nos referimos a la eumelanina y la feomelanina.

La eumelanina es el pigmento para los colores negro y pardo. Por su parte, la feomelanina tiene que ver con la pigmentación roja o amarillenta. La variabilidad ocurre porque todos los ejemplares tienen ambos pigmentos.

Nombres para caballos

Además, esta variedad de colores se manifiesta de forma diferente tanto en los pelos como en la crines. Por eso, vemos que tienen la cola y cresta de un color, y el resto de su anatomía de otro.

El pelaje diluido

No todos los equinos suelen heredar un pelaje básico. La variedad en el pelaje de tu caballo es resultante del efecto de los genes de dilución sobre los colores base. Las variaciones son muchas porque existen cinco tipos distintos de diluciones, que trabajan sobre los tres pelajes básicos.

Estos genes son los siguientes: crema (Cr), dun (D), plateado (Z), champagne (Ch) y perla (Pr). A partir de aquí, cada dilución tiene sus propias reglas y posibilidades de cambios. Por ejemplo, la dilución plateada presenta unas cinco variaciones posibles identificables.

Por su parte, la champagne tiene cuatro variaciones posibles y la perla al menos tres. La dilución perla es la que tiene más variantes con ocho posibles y, por último, tenemos la crema con cuatro.

Patrones de pelaje

Además, la existencia de patrones de pelaje añade otra diferencia entre cada ejemplar. Nos referimos a formaciones puntuales en las que se presentan los colores en función a la distribución de los pelajes. Un equivalente sería lo que ocurre con los gatos cuando tienen manchas, rayas, pelaje mezclado o uniforme. Algo similar ocurre con los caballos.

Tres caballos.

En principio, existen cinco patrones de blanco, los cuales son los principales. Estos son los siguientes: pío (manchas de dos o tres colores), leopardo (moteado), tordo (blanco y zonas grises), ruano (tonos mezclados) y rabicano (rubicán).

Dejando de lado a estos, existen otros patrones que se han identificado a lo largo del tiempo. Estos consisten en la presencia de pelos que son más oscuros que cada pelaje de base. Aquí también destacan algunos de diluciones muy especializadas; entre ellos tenemos pangas, sooty, giraffe, rizados, variaciones sin pelos, etc.

Apelativos en el pelaje de los caballos

Como la cría de caballos ocurre en el campo, cada país tiene apelativos para denominar los diferentes tipos de pelajes. Los mismos se han quedado a través del tiempo, dentro del mundo de la ciencia que estudia a los equinos.

Cabe destacar que estos apelativos forman parte de la jerga cotidiana en las zonas rurales y haciendas. Aprendérselos puede ser muy complicado, debido a la gran cantidad de variaciones posibles. Un ejemplo es el caballo bayo, caracterizado por tener un recubrimiento amarillento.

En Argentina o Chile se conoce al equino de coloración roja oscura como colorado. El popular moro hace referencia a caballos oscuros que presentan canas con la edad. Podríamos encontrar más de 30 apelativos en un solo país; de esta manera, sería difícil aprender a distinguir cada pigmentación.

Por ende, lo más lógico es tratar entender los procesos genéticos que ocurren en cada ejemplar. Esto es estudiar su color base y la posible dilución que da origen a la variación específica. Si quieres determinar a ciencia cierta cómo es el pelaje de tu caballo, esta es la mejor forma de hacerlo.


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