¿Cómo es la vida de las focas? Todo sobre su comportamiento

Viven en zonas gélidas, dominadas por el hielo y la nieve, y pasan la mayor parte del tiempo en el mar, aunque es cierto que no abandonan del todo la tierra, donde todos los años tienen sus crías
¿Cómo es la vida de las focas? Todo sobre su comportamiento
Francisco María García

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 08 febrero, 2022

Las focas son mamíferos marinos que pertenecen a la familia de los pinnípedos: tienen aletas en sus extremidades. Estos animales viven muchas veces en condiciones extremas, por lo que han tenido que adaptarse y desarrollar estrategias muy curiosas para poder sobrevivir.

A continuación, veremos algunos detalles sobre sus costumbres y comportamiento, para entender mejor cómo es la vida de las focas.

¿Dónde viven las focas?

Las focas se encuentran generalmente en las costas de las frías regiones del planeta. Sin embargo, algunas especies también se han establecido en regiones más cálidas. La mayoría vive en las saladas aguas del mar, pero existen algunas especies que se han adaptado a aguas dulces de lagos.

Son animales marinos, pero es muy común verlos descansando sobre bloques de hielo o rocas; incluso pueden construir cuevas dentro del hielo. Están muy adaptadas al mar, pero no abandonan completamente la tierra, donde además llegan cada año para tener sus crías.

Foca gris: características

Características físicas

Existen 33 especies conocidas de focas y su tamaño puede variar mucho dependiendo de la especie. Los elefantes marinos, por ejemplo, pueden llegar a medir cinco metros de largo y pesar 2 500 kilos. Una foca anillada, en cambio, puede medir 120 centímetros y pesar apenas 45 kilos.

Las focas tienen un cuerpo alargado y muy flexible, adaptado a la natación. Su piel es muy gruesa y está cubierta de una gruesa capa de grasa. Es un abrigo natural que las protege y les permite regular su temperatura para no morir de frío.

Tienen tres extremidades: dos aletas y una cola. Las aletas de la foca son cortas y están mejor adaptadas para los movimientos dentro del agua que en la tierra. Las focas no poseen pabellones auditivos, pero tienen un sentido del oído muy desarrollado, al igual que el olfato. Su cabeza es bastante pequeña y poseen grandes bigotes.

Alimentación

Las focas son carnívoras. Se alimentan de crustáceos, peces y cefalópodos que viven en el fondo marino. Gracias a la capa de grasa que recubre su cuerpo, pueden sumergirse profundamente para conseguir su alimento. Los pingüinos y focas pequeñas también forman parte de su menú.

Atrapan a sus presas con sus dientes, que son de gran tamaño, y muchas veces se las comen enteras. Para cazar utilizan su vista, sus bigotes que son muy sensibles y su agudo sentido del oído.

Cazan muy cómodamente dentro del agua, incluso a grandes profundidades, donde hay una oscuridad total; fuera del medio acuático, la tarea no les resulta nada fácil. En lo que se refiere a su hidratación, las focas no beben agua; la obtienen a partir de los alimentos que consumen.

Comportamiento y depredadores

Las focas generalmente viven en grupos grandes cuando están en tierra; no suelen tener muchos problemas de depredadores fuera del agua, aunque, en caso de escasez de alimento, el oso polar podría atacarlas para sobrevivir.

Foca del Baikal

Dentro del agua los ejemplares pequeños son apetecidos por el tiburón blanco o las ballenas. En el caso de las especies más grandes, no tienen depredadores.

El mayor depredador de las focas es el ser humano. Alrededor de medio millón de focas mueren cada año por la caza indiscriminada, con disparos o fuertes golpes en la cabeza. Esto ocurre porque la piel de las focas es muy cotizada.

Reproducción

Durante la etapa de apareamiento, los machos protagonizan violentas disputas para conseguir a la hembra. Esta actitud provoca un desgaste físico y un estrés muy importantes; la consecuencia es una disminución de su esperanza de vida con respecto a la de las hembras, en 10 años al menos.

Algunas especies son monógamas y otras polígamas. Los elefantes marinos, por ejemplo, forman harenes en los que un macho tiene acceso a muchas hembras.

El período de gestación de las focas es de aproximadamente 10 meses, tras el que nace una sola cría. La madre es muy dedicada e incluso agresiva para defender a su descendencia si algún intruso se aproxima. Sin embargo, cuando la cría alcanza un peso adecuado, es abandonada.

La cría se alimenta exclusivamente de leche materna durante los primeros 30 días. Esta leche tiene una proteína muy especial y las crías ganan hasta 25 kilos durante ese tiempo. En ese momento están listas para empezar su vida independiente y son abandonadas.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.