¿Cómo saber si tu perro o gato es diabético?

¿Cómo saber si tu perro o gato es diabético?

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 02 diciembre, 2017

Entre las enfermedades que pueden tener los perros y los gatos se encuentra la diabetes. El padecimiento de esta enfermedad por mascotas no solo es posible, sino que es más frecuente de lo que parece. La diabetes es una enfermedad producida por la falta de insulina en el cuerpo. La insulina, que se produce en el páncreas, es la hormona que separa la glucosa en el estómago, por lo que una carencia de esta hormona, produce un exceso de azúcar en sangre, que es perjudicial para la salud.

La alteración en el mecanismo de asimilación de la glucosa, genera una serie de problemas en el organismo, el principal es que las células no pueden metabolizar correctamente el azúcar y por lo tanto, no son capaces de generar energía. Aquí te contamos lo que debes hacer si tu perro o gato es diabético.

¿Cómo se puede detectar la diabetes?

gato enfermo

Afortunadamente, la diabetes tiene signos clínicos muy destacados, siendo el principal la incontinencia urinaria, que tiene como consecuencia la ingesta de líquido en grandes proporciones. Los perros y gatos con diabetes demandan que el recipiente en el que beben, esté siempre lleno y su micción se vuelve elevada, pudiendo incluso orinar durante la noche y en rincones de la casa.

Además la mascota también desarrolla ansiedad alimenticia, que hace que tenga apetito siempre. Este aumento del apetito, puede provocar sobrepeso en el animal o sorprendentemente, puede hacer que pierda peso de forma acelerada, al igual que ocurre en los humanos.

Si existen sospechas de que tu mascota puede padecer diabetes, se le debe llevar inmediatamente al veterinario, para que realice pruebas médicas que ayuden a descartar o a diagnosticar la diabetes en la mascota. Los análisis consisten en la detección de un exceso de glucosa en sangre y en la orina, cuando la mascota está en ayunas.

¿Hay algunas razas más propensas a tener diabetes que otras?

En los perros sí, hay algunas razas que por sus particularidades genéticas son propensas a desarrollar esta enfermedad. Un ejemplo son los Beagle, los Caniche, los Schnauzer miniatura, los Teckel y los Golden Retriever. Por otro lado, los pastores alemanes, los rottweiler, los bóxer y los cocker spaniel, están en el umbral mínimo de riesgo de padecer diabetes. Según las estadísticas, la diabetes es más frecuente en las hembras no esterilizadas, que en los machos.

En el caso de los gatos, no parece que haya razas con predisposición a desarrollar esta enfermedad, aunque en los gatos castrados, es donde aparece más frecuentemente.

La diabetes tiende a aparecer en mascotas de entre 7 y 9 años de edad.

¿Cómo puede tratarse la diabetes?

plato perro

La diabetes se trata mediante administración de insulina y siguiendo una dieta rigurosa.

El tratamiento de insulina implica varios pasos a seguir. La administración de insulina es esencial, puesto que sin ella la mascota experimentará desarreglos metabólicos que podrán acabar con su vida. Puede administrarse de forma oral o por vía subcutánea mediante una inyección.

La cantidad de insulina dependerá de las características de la diabetes del animal en particular, así como del peso del mismo. A la hora de inyectar la insulina, se debe proceder con sumo cuidado, puesto que el animal puede reaccionar ante el pinchazo. La mejor zona para proceder con la inyección es la nuca.

En cuanto a la dieta que debe seguir una mascota con diabetes hay, que tener en cuenta ciertos factores. En primer lugar, al no metabolizar bien la glucosa, la mascota puede padecer obesidad, que deberá evitarse con una alimentación de aporte calórico limitado que debe dictar el veterinario.

Asimismo, la dieta deberá tener un bajo contenido en grasas y un alto contenido en fibra, aunque las cantidades variarán según la mascota tienda a ganar o perder peso. La correcta nutrición del gato o perro diabético, conseguirá mantener estable la salud. En estos casos el equilibrio de los nutrientes es fundamental, por lo que no se recomienda la preparación de comida casera ni la administración de alimentos que se salgan de su dietas.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.