El comportamiento del bulldog inglés

Se trata de una raza muy curiosa, con buen carácter, apegado a su amo, protector, y al mismo tiempo perezoso o poco activo
El comportamiento del bulldog inglés
Francisco María García

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 09 febrero, 2022

Cuando decidimos que queremos tener una mascota es importante conocer sus características. Con esto nos aseguramos de brindarle lo que necesite, y a la vez que su carácter se adapte a lo que queremos en un perro. Si queremos un amigo tranquilo y paciente, es bueno conocer en profundidad las características y el comportamiento del bulldog inglés.

Este es un perro fornido, de tamaño mediano, con cara achatada. Esa forma de su cara y la caída de sus belfos le dan ese aspecto que pudiera parecer recio y triste; nada más lejos de la realidad, porque es un can muy animado.

El bulldog inglés es una de las razas que ha tenido gran presencia en los medios. Celebridades como Brad Pitt, Ryan Gosling y Adele; deportistas como David Beckham y Michael Phelps, entre otros, han manifestado su preferencia por esta raza.

Podemos recordar la célebre imagen del primer ministro británico, Winston Churchill, con un bulldog como imagen del apodo que a él se le dio por su perseverancia.

¿Cómo es el comportamiento del bulldog inglés?

Estos perros que tienen apariencia de gruñones, pudieran parecer agresivos, pero realmente no lo son. Aunque fueron originalmente utilizados para pelear, esta raza en nuestros días es pacífica y tranquila; se dice que es una de las más afables que existen, a pesar de su aspecto serio.

Comportamiento del bulldog inglés

Son animales sumamente dóciles y, aunque su estructura engañe, son muy vitales, pues su actitud es muy juguetona y tiene buen humor. Les gusta jugar con la pelota y son perros con gran determinación, valientes y voluntariosos.

El espacio necesario y la convivencia

Si se vive en un lugar donde no se toleren los ladridos de los perros, puede ser una raza ideal, pues ladra poco. Aunque a veces los machos pueden querer enfrentarse con otros, en general, es un animal con alto nivel de tolerancia hacia los otros animales. Por ello, convive bien con otras mascotas.

Por su carácter gregario, es un perro al que le gusta estar con las personas, y es que se siente bien como parte de la familia; disfruta del contacto con los humanos. Así, no le gusta estar solo y puede demostrarlo haciendo destrozos en la casa; si pasamos gran parte del día fuera y no se queda nadie junto a él, es conveniente pensar en otra raza.

Otra de las cosas que caracterizan el comportamiento del bulldog inglés es su estabilidad psicológica, lo que le convierte en la mascota ideal para compartir con los niños. Además, es muy paciente y complaciente, lo que se traduce en buen amigo de los más pequeños e inquietos de la casa.

Asimismo, es un animal inteligente que recuerda bien lo que aprende. A pesar de ser bastante tercos, los perros de esta raza responden bien al entrenamiento, así que si un bulldog inglés decide que no quiere hacer algo, no lo hará. Por ello, en su entrenamiento es preciso que quede claro quién es el que manda.

El instinto protector de una raza valiente

Es un perro protector de sus amos. Aunque realmente no es un perro guardián ni agresivo, su aspecto y forma de andar son suficientes para asustar a cualquier intruso. Aunque no son combativos, si se sienten lo suficientemente amenazados pueden hacer uso de su fuerza, que no es poca, por cierto.

La pereza y el ejercicio

El comportamiento del bulldog inglés puede ser algo perezoso, ya que dormirá muchas horas al día. Aunque no es muy fanático del ejercicio físico, debemos instarlo a realizar actividades para que se mantenga en forma. A estos perros no les gusta correr, y preferirán siempre que los paseos sean tranquilos; tampoco les agrada mucho el calor y, ojo, porque se asustan con los ruidos fuertes.

El bulldog ingles requiere ejercicio, aunque es perezoso

Dentro del comportamiento del bulldog inglés hay algunos detalles que puede que no estén dentro de las ‘buenas maneras’. Estos perros, aunque no muy ladradores, sí hacen otra clase de ruidos: van por la vida resoplando, gruñendo y roncando. También suelen babear, sobre todo después de comer o beber.

Otra de sus cualidades negativas es que pueden presentar un exceso de flatulencias. Por su corta cara tragan mucho aire al comer, y por consiguiente, suelen deshacerse de ese aire de alguna manera. Con cambios en la alimentación, esta peculiaridad puede mejorar.

Si no nos molestan estas cuestiones, el bulldog inglés puede ser la raza adecuada para ti. Entonces, si buscamos un perro de compañía, de trato fácil y que pase mucho tiempo roncando en el sofá, podemos decir que el bulldog inglés es el idóneo.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.