Conoce las enfermedades oculares más frecuentes en los perros 

Conoce las enfermedades oculares más frecuentes en los perros 

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 13 noviembre, 2017

En general, el cuidado de los ojos de los perros es relativamente sencillo. Sin embargo, existen enfermedades oculares que son más frecuentes. Es bueno que tengas un poco de información a mano, pues siempre es mejor estar atento a cualquier cambio en la salud de nuestra mascota.

Debes tener en mente que, además de los problemas congénitos, existen situaciones como los golpes, la falta de higiene o el contacto con bacterias, que terminan generando enfermedades oftalmológicas. Lo más curioso es que también son enfermedades comunes en humanos. Revisemos algunas de estas:

Conjuntivitis

La conjuntivitis se presenta en los canes como un síntoma secundario de algún virus presente en su organismo y se caracteriza por un enrojecimiento en el ojo, acompañado de un lagrimeo. Esta enfermedad les produce molestia, por lo tanto el ojo afectado tiende a permanecer semi cerrado.

Otro síntoma característico de la conjuntivitis es la aparición de legañas verdes, blancas o amarillentas en abundancia, que deben limpiarse para que no le generen dolor adicional al can al metérsele en los ojos. Pueden llegar a experimentar adicionalmente sensibilidad a la luz, ya sea de origen natural o artificial.

En cuanto se detecten estos síntomas, lo más aconsejable es llevar al perro al veterinario para evitar que el problema se vuelva crónico y para identificar el virus específico que está generando la conjuntivitis. De esta forma, se podrá hacer una detección temprana de enfermedades que pueden poner en riesgo la vida de tu perro.

perros mayores

Cataratas

Las cataratas son la principal razón de ceguera en perros. Se trata de una especie de opacidad en el iris de los perros, que se presenta en la mayoría de los casos por herencia. Puede presentarse aproximadamente hacia los seis años en perros grandes y gigantes, y hacia los nueve años en perros medianos y pequeños.

En caso de que la catarata no sea tratada, madurará hasta transformarse en una especie de tela blanca que terminará obstaculizando la visión del can de manera total o parcial.

Además del carácter hereditario o por la edad, las cataratas pueden presentarse después de golpes fuertes en el ojo o como síntoma de diabetes en el perro.

El único tratamiento conocido para las cataratas consiste en retirar de manera quirúrgica el cristalino opaco del ojo del perro.

Glaucoma

También denominado hipertensión ocularCorresponde a un incremento en la presión sanguínea dentro del ojo, que termina deteriorando el nervio y la retina. Si no se trata, esta enfermedad va a hacer que la visión del perro disminuya hasta producir la ceguera total en el ojo afectado.

El glaucoma generalmente ocurre cuando existe alguna otra situación médica padecida por la mascota que deriva en cambios en su presión sanguínea, por lo tanto es un problema reflejo de un mal mayor.

El glaucoma se manifiesta por una inflamación muy evidente del ojo, que se tornará azul en la córnea en la medida en que el problema avance. Es de vital importancia acudir al veterinario con celeridad, pues el glaucoma causa daños irreversibles 24 horas después de haberse presentado la inflamación.

quitar las legañas

 Recomendaciones adicionales

  • Para los tres casos presentados anteriormente, el tratamiento debe ser veterinario y por ningún motivo suministrar ninguna clase de tratamiento al can que no haya sido recetado por el veterinario.
  • La limpieza es fundamental para garantizar una salud visual, así que debes volver esto un hábito. En especial, para limpiar la suciedad que tenga en el pelaje o las legañas que le puedan salir.
  • Entiende el lenguaje corporal de tu perro, si ves que se frota los ojos con las patas o contra objetos, o si los tiene semi cerrados, lo más probable es que polvo o pelos hayan caído en ellos.
  • El lagrimeo constante puede ser señal de que tiene suciedad en los ojos o de enfermedad, así que debes prestarle atención.
  • Visita frecuentemente a tu veterinario, se recomienda hacerlo una vez cada seis meses en caso de que tu perro se encuentre sano. Ten en mente que siempre es mejor prevenir que curar.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.