Conoce todo sobre la mastitis en perras

Conoce todo sobre la mastitis en perras

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 13 noviembre, 2017

 La mastitis en perras es una infección que se origina en las mamas de perras lactantes (ocasionalmente ocurre en perras con embarazos psicológicos). A pesar de ser una infección común, existe una tendencia a ignorarse, por lo que tiende a agravarse con el paso del tiempo y puede llegar a infectar a los cachorros.

Es común que las perras desarrollen esta infección después del embarazo y resulta ser una condición bastante incómoda y dolorosa para ellas. En especial, porque la zona en la que se produce está siendo estimulada continuamente por los cachorros hambrientos.

Causas de la mastitis

Esta afección se origina debido a un bajón en las defensas de la madre, quien queda vulnerable al ataque de gérmenes patógenos, como los estafilococos, que ingresan a su sistema a través de las heridas provocadas por los cachorros en las mamas.

La mastitis requiere tratamiento y es importante que la detectes a tiempo, pues en caso de que la perra la padezca puede comprometer seriamente la calidad de la leche y desembocar en la muerte de los cachorros.

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Síntomas

  • Decaimiento y muestras de dolor evidentes al contacto con las mamas.
  • Abscesos o aparición de tumores en las mamas producto de la retención de leche.
  • Diarrea, vómito e inapetencia.

Síntomas en los cachorros

Debido a que la “leche tóxica” afecta considerablemente a los cachorros, estos, rápidamente empiezan a mostrar la siguiente sintomatología:

  • Problemas cutáneos, pérdida de pelo o aparición de llagas.
  • Debilitamiento de los cachorros de la camada.
  • Se quejan constantemente.
  • Sufren trastornos digestivos.
  • Cachorros que pierden peso rápidamente (en 24 o 48 horas) o no suben de peso durante un par de días.

En caso de que dos o más cachorros de la camada presenten estos síntomas, lo mejor es acudir al veterinario para que se le haga un test de calidad de la leche, que consiste en medir el pH de la misma. Normalmente el pH de la leche materna es neutro, pero en el caso de mastitis se torna ácida.

Una enfermedad evitable

A pesar de que la mastitis es común, también es algo fácil de prevenir. Sin embargo, esta prevención requerirá que dediques un tiempo extra a la higiene de la perra y a su cuidado general.

La forma más sencilla de prevenir la mastitis es tomar medidas higiénicas en cuanto la perra da a luz, limpiando constantemente las mamas de la perra para evitar que la humedad se preste como caldo de cultivo para bacterias y gérmenes. Esto debe hacerse durante todo el proceso de lactancia.

El nido debe permanecer igualmente en óptimas condiciones de higiene, por lo tanto deberás limpiar con frecuencia las deposiciones de los cachorros para evitar que las pisen y transfieran los gérmenes a través de las garras.

Debes vigilar la apariencia de las mamas, por lo general no es una buena señal que estén muy duras, tengan heridas sangrantes, llagas o se encuentren rojas. En caso de que detectes este tipo de irregularidades debes acudir al veterinario inmediatamente.

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Tratamiento

El tratamiento de la mastitis es de carácter veterinario, por lo que no será prudente ni recomendable que mediques a la perra. En caso de un diagnóstico positivo, debes dejar que el veterinario se encargue del cuidado de la perra, mientras que tú te encargas de los cachorros.

Es importante separar inmediatamente a los cachorros de la perra para evitar que consuman la leche contaminada, por lo tanto deberás alimentarlos con biberón y con leche especializada para cachorros. Nunca uses leche de vaca exclusivamente para alimentar a los cachorros; esta les caerá mal y puedes causarles serios problemas digestivos.

Normalmente, para la alimentación de los cachorros, se usa una mezcla entre la leche entera de vaca, leche especializada para cachorros, una yema de huevo y polvo de hueso.

El tratamiento para la perra consistirá en el vaciado de la leche sobrante y un tratamiento a base de antibióticos para combatir los gérmenes, así como antinflamatorios y analgésicos para calmar el dolor que la perra pueda estar sufriendo, aunque este dependerá enteramente de la gravedad de la infección.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.