Cómo cuidar a un perro sordo

Cómo cuidar a un perro sordo

Escrito por Yamila

Última actualización: 28 noviembre, 2017

Cuando nuestra mascota llega a cierta edad, es normal que algunos de sus sentidos comience a disminuir. En el caso de los canes, debemos saber que pueden continuar su vida normalmente aunque requieran ciertas atenciones adicionales. En este artículo te contaremos cómo cuidar a un perro sordo para que mantenga su calidad de vida.

Cuidar a un perro sordo: qué saber

La sordera es una condición bastante habitual en los canes. Puede aparecer en 1 de cada 5 perros a partir de los 10 años de edad. Puede ser total o parcial, y en muchos casos ir incrementándose poco a poco.

La buena noticia es que nuestras mascotas tienen el sentido del olfato y de la vista todavía en quienes apoyarse. Por lo tanto no es que quedará inválido ni incapacitado. Para cuidar a un perro sordo, lo primero que debemos hacer es dejar los prejuicios de lado.

Luego, no tener miedo ni preocuparnos demasiado por el animal, ya que podrá seguir siendo feliz a pesar de no oír. Será todo un reto al principio, pero sabrá salir adelante gracias a nuestra ayuda y sus capacidades. Como dueños debemos contar con paciencia, constancia y mucho amor.

Perro apoyado en una persona

Cuidados para un perro sordo

El hecho de que tu mascota haya perdido la audición no significa que estará imposibilitada de hacer las actividades que acostumbra. No deberías sentir lástima por él, pero si ayudarle para que pueda aumentar o desarrollar aún más sus otros sentidos (sobre todo la vista y el olfato).

1. Paséalo con correa

Quizás en los primeros tiempos el animal se sienta un poco desorientado al no poder escuchar lo que sucede a su alrededor. Por ello te recomendamos que lo saques a pasear con la correa para que esté siempre a tu lado y no pueda correr despavorido al asustarse por algo que vio y no oyó. Las situaciones más peligrosas en estos casos podrían darse si intenta cruzar la calle o caminar por una avenida muy transitada. Si no está atado, no podremos seguirle ni conocer su reacción.

2. Coloca una distinción

Puedes añadir a la chapa identificativa una leyenda que indique que es sordo, por si se llega a perder. En algunos casos las correas especiales (con colores diferenciados) pueden ayudar también.

3. Ponle una campana

Los perros sordos muchas veces no pueden o no saben ladrar (depende si el animal ha nacido con esta condición o se le desarrolló con el tiempo). Algunos dueños le ponen una campanilla pequeña en el collar para que, si se aleja, podamos oírlo o reconocerlo.

4. Entrena sus otros sentidos

Al cuidar a un perro sordo, es obvio que no podrás llamarle por su nombre, y para que se acerque a ti deberá verte u olfatearte. La buena noticia es que los canes son muy buenos recordando aromas que le son familiares. Por ejemplo, a la hora de la comida sólo tendrás que echar el pienso en su plato y esperar unos instantes. ¡Sólo unos segundos si el pienso es húmedo o la comida está caliente!

Si quieres que te preste atención, tendrás que colocarte cerca para que te vea o te reconozca por tu olor particular. También puedes enseñarle un idioma de señas que sea sencillo y lo pueda comprender rápidamente. Muchas de estas señas seguro ya las utilizas en el día a día.

5. Acércate siempre de frente

Nunca abordes a un perro sordo (sea tuyo o no) por detrás, ya que podría asustarse y atacarte. Acércate despacio de forma tal que te vea bien. Si está dormido y quieres despertarlo, nada de movimientos bruscos, mejor acarícialo suavemente y ponle la mano cerca de la nariz para que pueda identificar tu aroma.

6. Juega según su condición

Nada impide que un perro sordo se divierta como antes. Los juegos de arrojar la pelota o una rama pueden continuar, por ejemplo. Sólo es cuestión de que el animal te pueda ver y que reconozca tus señas. Al momento de premiarle o elogiarle mírale a los ojos y hazle una caricia. Entenderá a la perfección que estás orgulloso de él.

Fuente de la imagen principal: Dennis Hill


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.