Culebra de collar: entre el agua y la tierra

La culebra de collar es una serpiente que, a pesar de tener un aspecto bastante genérico, presenta una serie de características y comportamientos fascinantes.
Culebra de collar: entre el agua y la tierra

Escrito por Samuel Sanchez

Última actualización: 25 julio, 2020

Culebra de collar es el nombre que recibe la especie Natrix natrix, una serpiente de simpático aspecto que se distribuye desde Inglaterra hasta el lago de Baikal, en Siberia. Esta culebra es dominante en diversos hábitats, ya que presenta una increíble capacidad de adaptación ecológica a muchos niveles.

Este curioso reptil se encuentra en la Península Ibérica, Francia, Italia y otros muchos países europeos, por lo que representa una especie típica de este continente. A pesar de su cohabitación con el ser humano desde tiempos inmemoriales, muchas personas no conocen a esta culebra, y pueden llegar incluso a avistarla y temer por su vida.

No hay por qué temer, pues estamos ante un animal totalmente ofensivo, que como mucho defeca sobre el osado que se atreva a agarrarla. Si quieres saber más sobre esta serpiente tan extendida, te animamos a seguir leyendo.

¿Cómo distinguir a esta especie?

Es posible que algunos de los lectores residentes en Europa se hayan topado con uno de estos ejemplares en alguna caminata silvestre, pues por ejemplo, fuentes de divulgación científica oficiales calcula que en Alemania hay una densidad poblacional elevada, de 3,6 individuos por hectárea. A continuación, te enseñamos a identificarla:

  • Se trata de un reptil relativamente grande, pues algunos ejemplares pueden alcanzar los dos metros de longitud. De todas formas, la talla estándar es de 120 centímetros.
  • Su coloración es muy variable, pero lo común es que se muestre de verde oscuro a marrón claro.
  • Presenta una serie de manchas negras dorsales, agrupadas de tres a seis líneas que recorren su cuerpo.
  • Tiene un collar característico, de color blanco rodeado por líneas negras. Este patrón cefálico le otorga el nombre común tan singular.
  • De todas formas, este último es característico de los juveniles, pues tiende a desaparecer cuando la serpiente se hace adulta.

Fácil de distinguir ¿verdad? Los ojos menos entrenados pueden llegar a confudir a este reptil con una especie muy emparentada a él, la culebra viperina (Natrix maura). Su mayor rasgo diferencial es el tamaño, pues esta segunda especie no supera nunca los 80 centímetros de longitud.

Una culebra de collar juvenil.
El collar cefálico es un rasgo muy característico de esta especie.

¿Cuáles son sus hábitos?

Fuentes citadas con anterioridad reportan que la culebra de collar se alimenta mayoritariamente de anfibios adultos (componen un 60 % o más de su dieta), además de peces, renacuajos, lombrices y otros vertebrados de pequeño tamaño. Esta especialización trófica se debe a sus hábitos acuáticos, pues le encanta serpentear por aguas de manantiales, pozos, lagos e incluso cisternas de origen humano.

Son unas serpientes con excelente capacidad de natación, lo que hace las pesadillas de la mayoría de anfibios anuros que acuden a los manantiales a refrescarse o reproducirse. Tal es el nivel de competencia y depredación, que algunas especies de sapos como el Epidalea calamita han aprendido a identificar señales químicas de estas culebras. Así, evitan refugios impregnados por su olor que, sin duda, terminarían en su muerte.

Como muchas otras especies de reptiles, la culebra de collar hiberna durante el invierno, pues poco tiene que ofrecerle un ambiente de temperaturas gélidas como es el bosque Europeo en meses como enero. Estas serpientes salen de sus guaridas con el aumento de temperaturas primaverales y se reproducen de abril a mayo. Para julio, ya tienen sus camadas de huevos listas, que eclosionan en unas 10 semanas.

Una curiosa estrategia de defensa

La culebra de collar carece de veneno, por lo que tiene que ingeniárselas para evadir a diversos depredadores. Los adultos, en un primer momento intentan huir, pero si se encuentran acorralados, pueden mostrar un elenco de comportamientos espectaculares. Estos son dos de ellos:

  • Si están arrinconados, optan por adoptar una forma espiral con el cuerpo y deprimen la cabeza, lo que les otorga una forma triangular. Tras esto, empiezan a lanzar bufidos y a simular ataques con la boca cerrada. Están intentando imitar el comportamiento y la forma de las víboras, serpientes que sí son venenosas.
  • Si todos estos esfuerzos son en vano y el depredador no es engañado, recurren a una estrategia más extrema: hacerse los muertos. Este reptil presenta un comportamiento denominado tanatosis, es decir, fingir su propia muerte para que el atacante pierda interés. Esto lo consiguen lanzando su cabeza al suelo, abriendo su boca y perdiendo el tono muscular de forma generalizada.
Una culebra de collar fingiendo su muerte.

Culebra de collar: inofensiva y fascinante

Como hemos podido ver, hasta los animales más aparentemente comunes presentan características fascinantes si nos detenemos a observarlos. ¿Quién nos diría que una culebrilla, tan común en patios y fuentes, mostraría unos comportamientos tan complejos? Así es la naturaleza, pues esta otorga herramientas para maximizar la supervivencia de todas las especies en sus medios naturales.

 


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