Curiosidades sobre algunas lesiones cutáneas y ortopédicas en animales

Pocas lesiones deben ser subestimadas y aquellas que afectan a la integridad de la piel o del aparato locomotor no son una excepción.
Curiosidades sobre algunas lesiones cutáneas y ortopédicas en animales
Érica Terrón González

Escrito y verificado por la veterinaria Érica Terrón González.

Última actualización: 10 octubre, 2020

Pocas veces las lesiones cutáneas y ortopédicas en los animales van acompañadas de daños a los órganos vitales. Debido a esto, son a menudo tratadas en la sala de urgencias con baja prioridad, o al menos con menor presteza que aquellas lesiones que amenazan la vida del paciente.

Aún así, esto no quiere decir que dejen de tener su importancia. Incluso la herida más superficial constituye una vía de entrada a infecciones de todo tipo, por no hablar de aquellas lesiones graves que comprometen el sistema circulatorio y pueden incluso desencadenar la muerte del animal.

Curiosidades sobre algunas lesiones cutáneas y ortopédicas en animales: las heridas

Las heridas son lesiones en los tejidos superficiales del cuerpo. Normalmente se describen como una «pérdida de continuidad» de la piel a raíz de un trauma físico o químico. Además de la piel, suelen verse afectados los tejidos subyacentes, a los que hay que prestar atención para conocer su gravedad.

Heridas por causa física

Son el resultado de la lesión de los tejidos por la fuerza física y son el tipo más común en la clínica veterinaria. Pinchazos, laceraciones, cizallamientos o impacto de proyectiles pueden causar este tipo de heridas.

En general, la ruptura física de la piel expone tejidos más profundos, es decir, implica hemorragias de mayor o menor nivel. Por ello, el objetivo inmediato del veterinario será controlar el sangrado y minimizar el riesgo de infección.

Las patas de un perro dormido.

Heridas por causa química: quemaduras y abrasiones

Las quemaduras suponen la muerte de las células, por lo que destruyen la integridad de los tejidos dañados. Aunque son comunes en la población humana, su aparición es relativamente rara en la práctica veterinaria.

Aún así, de vez en cuando se dan casos de quemaduras térmicas, eléctricas, químicas o derivadas de radiación. En cualquiera de ellas, la destrucción de los tejidos puede continuar incluso después de eliminar la fuente de la lesión.

Una de las consecuencias más peligrosas de las quemaduras es que puede producirse una pérdida tal de líquido corporal que pone en peligro la vida del animal. Además, estas lesiones son muy vulnerables a la infección, al igual que sucedía con las heridas abiertas.

A veces las quemaduras proceden de una fuente inesperada, como es el hielo. En invierno, las calles heladas pueden ocasionar abrasiones en la piel de los animales, con el mismo efecto que una quemadura convencional. Algunas amenazas son peores aún, como los anticongelantes.

Además de dar bastantes problemas derivados de su ingesta accidental en las mascotas, estos químicos pueden dañar su piel o su pelaje de forma irreversible.

Curiosidades sobre algunas lesiones cutáneas y ortopédicas en animales: lesiones musculoesqueléticas

Aunque suelen ser impresionantes a la vista, las lesiones musculoesqueléticas pocas veces tienen prioridad a la hora de tratar a un paciente con traumatismo grave. Siempre van por detrás de las lesiones sistémicas, que comprometen con más frecuencia la supervivencia del animal.

Incluso después de la evaluación de los principales órganos, las lesiones musculoesqueléticas no pueden considerarse de forma aislada. A veces la hemorragia y el daño de los tejidos blandos circundantes pueden plantear más problemas que la propia lesión.

Su abordaje requiere, en muchas ocasiones, de anestesia prolongada para permitir una evaluación precisa y una cirugía correctiva. Por consiguiente, la mayor parte del tratamiento definitivo queda fuera del ámbito de la atención urgente.

Fracturas y luxaciones

La mayoría de fracturas y luxaciones son simples, agudas y tienen relación directa con un trauma externo. Por eso los síntomas incluyen dolor, deformidad, inflamación, crepitaciones e inestabilidad locomotora.

Sus consecuencias sistémicas pueden llegar a ser severas al comprometer la circulación sanguínea general. De esta manera, una lesión que a simple vista parecía afectar solo al aparato locomotor acaba creando un problema para todo el organismo.

Una fractura cerrada de fémur que involucre daños graves de la musculatura puede llegar a retener hasta el 30 % de la sangre circulante de un perro.

 ¿La saliva de los animales cura las heridas?

Es habitual encontrarnos a un animal con molestias lamíendose las heridas, como si eso fuese a curarlas. ¿Es un instinto irracional o de verdad tiene una explicación?

Lo cierto es que la saliva contiene diferentes sustancias químicas —enzimas, principalmente— que tienen gran poder antibacteriano y antifúngico. Algunas de ellas, incluso, tienen ciertas propiedades inmunitarias.

Obviamente los perros no son conscientes de esto, por lo tanto se lamen simplemente porque les molesta la lesión. Su instinto más primitivo les dicta que con esta acción pueden estar ayudando a curarla.

Lesiones cutáneas y ortopédicas en mascotas.

Por desgracia, esto también puede empeorar la situación de la herida, ya que no todo lo que encontramos en la saliva es bueno, más aún en un animal que tiene tendencia de llevarse cualquier cosa a la boca. La saliva también contiene bacterias que pueden contaminar una herida fácilmente.

Por ello, es imprescindible evitar que las mascotas se laman las heridas. Además, se ha demostrado con creces tanto en medicina humana como veterinaria que la mejor forma de combatir una herida es permitir que se seque.


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