Curiosidades de los peces

Curiosidades de los peces

Escrito por Yamila

Última actualización: 28 noviembre, 2017

¿Quién dice que son animales “aburridos” porque se pasan todo el día nadando? En el siguiente artículo te contamos varias curiosidades de los peces que te harán cambiar de parecer sobre ellos.

Algunas curiosidades de los peces… muy interesantes

No sabemos muchas cosas sobre las criaturas que habitan los mares, ríos y lagos. No conocemos todos sus hábitos, cómo se relacionan o de qué manera se proveen de alimento. Por ello sería bueno que leyeses las siguientes curiosidades de los peces para aprender algo sobre ellos:

1. Nadar y nadar

Aunque muchos peces cuentan con vejigas natatorias que se inflan con aire para poder mantenerse en el agua sin quedar en el fondo del mar ni moverse más allá de las corrientes, hay otras especies que no tienen esa suerte. Es el caso por ejemplo de la raya y el tiburón. ¡Ellos deben nadar incluso cuando duermen! De lo contrario, se hundirían.

Peces nadando en una pecera

2. Recuerdan a corto plazo

No sabemos por qué se ha difundido el dato de que los peces no tienen memoria más que por tres segundos. Sin embargo, eso no es verdad. Según diversos estudios, estos animales tienen capacidad para retener información por hasta 5 meses. ¿Cómo llegaron a esa conclusión? Entrenaron a un grupo de peces en cautiverio para que puedan responder a ciertos sonidos. Luego, fueron liberados, y tras algunos meses, les hicieron oír las mismas melodías. ¡Y sabían lo que debían hacer!

3. No tienen orejas ni párpados

¿Te has puesto a pensar alguna vez cómo hacen para oír si no tienen orejas? Bueno, en realidad, cuentan con un órgano considerado oído interno que, si bien no es visible, les permite percibir los sonidos y vibraciones que se producen en el agua. Merece la pena saber además que el ruido causado por las personas les afecta bastante, los estresa y puede interferir en sus hábitos cotidianos (alimentarse, crecer o reproducirse).

Otra de las curiosidades de los peces es que no presentan párpados. Pero eso no significa que no duermen por no poder cerrar los ojos. La mayoría de ellos directamente dejan de moverse cuando están cansados, tras encontrar un refugio seguro, como puede ser una roca o una cueva. Aunque tengan siempre los ojos abiertos, no quiere decir que no descansen.

4. Peces venenosos si los hay

En el Mar Caribe, el Océano Pacífico y las Costas de Florida (Estados Unidos) vive el pez piedra… Es el más venenoso de toda su familia. Su picadura puede matar a una persona adulta. Su nombre deriva de su capacidad para camuflarse entre las rocas del fondo marino. No ataca si no se siente amenazado… Pero el problema reside en que está en peligro cada vez que alguien pasa caminando cerca. Para neutralizar el veneno, debemos introducir la picadura en agua hirviendo.

Otros venenosos son los del género Pterois, que viven en el Océano Indopacífico. Cuentan con aletas pectorales y una aleta dorsal que usan como aguijón. Puede camuflarse entre las algas y rocas, y la buena noticia es que no es letal para las personas… pero su picadura puede ser dolorosa.

5. ¿Cómo se cuentan sus años?

Esta información puede ser requerida por los pescadores, pero también por los científicos. ¿De qué manera se determina la edad de los peces? La técnica empleada se llama “lectura de los otolitos”, y es similar a la de los anillos de los árboles. El pequeño hueso del oído interior de los pececitos está compuesto por capas concéntricas que van marcando los años que ha vivido. Igualmente, se está trabajando en otro método, porque ese parece no ser del todo certero.

Pez nadando en un acuario

6. Hábitos de defensa y reproducción

El llamado “pez globo” tiene la capacidad para inflarse y quedar como un balón (o globo) con escamas sobresalientes. Esto lo hace para poder parecer más grande y más peligroso de lo que realmente es. Para llevar a cabo su truco, succiona agua y la almacena en su estómago. Si se lo saca del mar, se inflará con aire.

El hipocampo o caballito de mar es el único animal cuyos machos se encargan de dar a luz. Tras el apareamiento, la hembra le pasa los huevos a su pareja, y él los lleva durante 45 días en el vientre. Pasado ese tiempo, pueden volver a aparearse.


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