Diversos estudios científicos corroboran las altas capacidades de los perros

Algunos expertos concluyen que los perros solo reaccionan a la reprimenda humana, siendo inexistente la culpabilidad.
Diversos estudios científicos corroboran las altas capacidades de los perros
Paloma de los Milagros

Escrito y verificado por la bióloga Paloma de los Milagros.

Última actualización: 15 noviembre, 2019

Gran parte de los estudios científicos sobre animales domésticos se centran en los perros. Los canes, además de haber acompañado al hombre en gran parte de su trayectoria evolutiva, comparten un vínculo que según algunas investigaciones va más allá de lo emocional.

Muchas veces se ha dicho que los perros se parecen a sus dueños, tanto físicamente como a nivel mental. Entre los motivos principales de tal compenetración está la gran capacidad que tienen los canes para empatizar con el estado anímico de sus propietarios.

Sin embargo, esta estrecha relación no se limita al plano sentimental, pues diversos estudios científicos han demostrado la facultad canina para percibir enfermedades o identificar individuos con base a los estímulos captados por su sistema olfativo.

Estudios científicos sobre la conexión entre perros y humanos

El primero de ellos se llevó a cabo en enero de 2015 por parte de expertos en cognición animal de la Universidad de Emory, Atlanta. Para ello, apoyándose en imágenes por resonancia magnética funcional, valoraron las respuestas neuronales de perros al enfrentarse a distintos olores de otros perros y personas.

A cada perro investigado se le presentaron cinco muestras: el olor propio, el de un humano familiar, el de un humano extraño, el de un perro conocido y el de un perro desconocido. Los escaneos realizados revelaron la activación máxima del núcleo caudado, centro de recompensa cerebral, solo ante las muestras de olores familiares.

Hay estudios científicos sobre la conexión entre perros y humanos

El segundo experimento podría ser de gran utilidad en aplicaciones médicas futuras. El potente desarrollo del olfato canino es algo que se conoce desde hace muchos años; ejemplo de ello es el empleo de perros en la búsqueda de trufas o en el servicio policial.

Aun así, no fue hasta abril de 2015 cuando un grupo de investigadores clínicos y veterinarios italianos demostró la capacidad de los perros para detectar el cáncer de próstata.

Para ello, los científicos utilizaron dos sherpard alemanes, normalmente utilizados para la detección de explosivos. Los animales fueron adiestrados para reconocer los compuestos volátiles presentes en la orina de pacientes enfermos. Así, se mostró que ambos perros tenían entre un 100 y un 98,6 por ciento de sensibilidad, y es que llegaron a reconocer las muestras de 362 pacientes.

Investigaciones sobre los sentimientos de los perros

Además de centrarse en el vínculo entre perros y seres humanos, muchos estudios tratan de entender mejor cómo funcionan las emociones de estas mascotas.

Para ello, en 2008 un grupo de investigadores de la Universidad de Viena tomó un conjunto de perros y los emparejó. A cada animal se le pidió que realizara una tarea, de forma que fueran recompensados con premios de mayor atractivo, salchichas y de poco atractivo pan integral.

Los resultados evidenciaron que los perros no premiados o que recibían el pan terminaban por no responder a tal estímulo. Incluso, bostezaban, se rascaban y evitaban la mirada de los canes fuertemente premiados.

Perro observa objeto

Otro estudio liderado por la investigadora Alexandra Horowitz de la Universidad del Barnard College de Nueva York enfocó su análisis en la supuesta culpabilidad canina. Procedió juntando en una sala a un grupo de perros con sus respectivos dueños, los cuales tenían que evitar que sus mascotas se comieran la golosina presentada. Cuando los propietarios abandonaron la sala, la investigadora ofreció a los animales la golosina de nuevo.

Algunos animales optaron por comérsela y otros no, con base a las órdenes que sus dueños les habían planteado con anterioridad. Sin embargo, todos fueron regañados, de forma que incluso los que no habían comido el premio parecían culpables. Este ejercicio práctico evidenció que los perros no sienten culpabilidad, sino que responden a la reprimenda o castigo recibido.

La gran cantidad de estudios científicos caninos realizados demuestra el interés del ser humano por conocer a su animal de compañía por excelencia. Las altas capacidades empáticas y sensoriales de los canes reflejan una variedad de posibilidades que van desde la protección hasta la terapia y el diagnóstico de enfermedades.


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