El buey almizclero: todo lo que debes saber

El buey almizclero es un gran mamífero que se protege del gélido frío de su hábitat, gracias al espeso y largo pelaje del que dispone.
El buey almizclero: todo lo que debes saber
Cesar Paul Gonzalez Gonzalez

Revisado y aprobado por el biólogo Cesar Paul Gonzalez Gonzalez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 18 mayo, 2023

El buey almizclero (Ovibos moschatus) es un mamífero de gran porte y abundante pelaje. La genética de este robusto ser, está relacionada con los caprinos. Su población ha experimentado una radical disminución a nivel global, y es que ha llegado a estar muy cerca de la extinción, sin embargo, este panorama ha cambiado en los últimos años.

Pertenece a la familia Bovidae, al igual que búfalos, bisontes, antílopes, ovejas, toros, entre otros animales. Sin embargo, es el único integrante del género Ovibos. A continuación, te invitamos a saber más sobre esta especie tan rara y fascinante, como es el buey almizclero.

Características físicas del buey almizclero

El buey almizclero impresiona por su tamaño, robustez, y su pelaje grueso y abundante. Según cifras de la Animal Diversity Web, el macho adulto puede alcanzar 2,5 metros de longitud (entre la cabeza y el cuerpo) y un peso de hasta 400 kilos.

Sin embargo, la hembra es más pequeña y ligera (hasta 2 metros de largo y 275 kilogramos de peso). La altura a los hombros es de alrededor de 1,2 metros. El cuerpo de este impresionante animal se adapta perfectamente al gélido frío de las regiones cercanas al Ártico, donde encuentran su hábitat natural. Su pelaje está compuesto por dos capas para ayudar a conservar el calor y protegerlo de las adversidades climáticas.

El recubrimiento interno es denso, posee pelos cortos y finos, bien pegados entre sí. La capa externa muestra pelos largos, gruesos, suaves y lanosos, de color marrón, negro o gris. En los individuos adultos, los mechones pueden llegar a cubrir casi por completo las patas y tocar el suelo por pocos centímetros.

Detentan un cuerpo con forma de barril y sus patas son cortas, al igual que su cola, que apenas mide de 5 a 10 centímetros. Ambos sexos presentan cuernos, aunque en las hembras están menos desarrollados. A pesar de su nombre y su aspecto similar a los bueyes, estos mamíferos están más emparentados con cabras, ovejas y carneros, ya que pertenecen a la subfamilia Caprinae.

Buey almizclero: características
Los bueyes almizcleros presentan cuernos. En las hembras, se encuentran menos desarrollados que en los machos.

Hábitat natural

El buey almizclero tiene una distribución circumpolar, nativo de Canadá, Groenlandia y Alaska. Sin embargo, a través de los años, algunos grupos se han diezmado de forma considerable, por lo que ha sido reintroducido en algunas partes, como en Alaska. De igual manera, se introdujo en Rusia, Noruega y Siberia.

A pesar de las amenazas de caza que ha sufrido esta especie a lo largo de su historia, en la actualidad, su población se encuentra en expansión a nivel global, aunque esta práctica continúa de forma ilegal. Se estima que hay alrededor de 127 000 individuos en el mundo.

El hábitat de este mamífero es la tundra ártica, con veranos cortos e inviernos largos y fríos. No obstante, su cuerpo está adaptado para soportar las bajas temperaturas y fuertes vientos que se presentan.



Comportamiento

Los bueyes almizcleros son animales sociables que conviven en manadas para protegerse. Por lo general, el número de individuos, que conforman una manada, suele variar dependiendo de la época del año. En verano, pueden existir conjuntos pequeños de alrededor de 5 ejemplares, mientras que en invierno, el número se incrementa hasta los 60.

Existe jerarquía social en los grupos. En los machos se determina durante la reproducción y en las hembras, depende más que todo de la edad y el tamaño. Son animales macizos, que por lo general se mueven poco, con migraciones muy cortas en su área de distribución. No obstante, pueden llegar a correr a velocidades de 25 millas por hora, aunque se sobrecalientan con facilidad.

Otra característica destacada del buey almizclero son sus vocalizaciones. Esta especie emite fuertes rugidos que se perciben a grandes distancias. Los sonidos son importantes en la época de apareamiento, así como durante la interacción de la madre y sus crías.

Alimentación del buey almizclero

Los bueyes almizcleros son mamíferos herbívoros generalistas, es decir, que se alimentan de casi todo tipo de hierbas. La variedad de su dieta y la cantidad de comida ingerida depende de la época del año y de la disponibilidad de alimentos en su ambiente.

Antes de la llegada del invierno, estos animales suelen comer en abundancia para almacenar energía y nutrientes para la época de frío y escasez de alimentos.

Un estudio publicado en la revista Plos One, en el año 2016, detalla la dieta de esta especie por alrededor de 2,5 años, mediante análisis de los pelos de protección con isótopos estables. De esta manera, se detalla que la alimentación en verano es similar y se encuentra dominada por plantas gramíneas.

Sin embargo, el consumo en invierno es diferente y depende de las condiciones de nieve. Así, si las temporadas tienen nieve en abundancia, los bueyes dependen más de sus reservas corporales, ya que se les complica conseguir los nutrientes.



Reproducción y ciclo de vida del buey almizclero

Aunque convivan en armonía, los machos suelen enfrentarse durante la época de apareamiento, la cual ocurre entre agosto y septiembre. De esta manera, disputan el derecho a reproducirse con las hembras de la manada. El enfrentamiento ocurre cuando dos ejemplares corren en direcciones opuestas y enfrentados, chocan sus cabezas entre sí, hasta que alguno de los dos desista de la pelea o no pueda continuar.

El nombre popular de esta especie deriva del olor intenso a orina que se concentra en las patas de los machos y que estos usan para atraer a las hembras y marcar su territorio durante el periodo de reproducción.

La hembra experimenta una gestación de ocho o nueve meses y suele parir solo una cría por embarazo. El buey almizclero bebé pesa entre 9 y 11 kilogramos cuando nace y depende de su progenitora durante sus primeros dos años de vida, la cual le prepara para la vida adulta.

Las madres son muy protectoras con sus crías y suelen mostrarse agresivas frente a la presencia de individuos extraños en su territorio. Al cumplir dos años, los pequeños bueyes almizcleros ya están listos para sobrevivir por sus propios medios.

La madurez sexual se alcanza primero en las hembras. Por lo general, a los dos años de edad. En los machos, ocurre entre los 3 y 4 años. La esperanza de vida del buey almizclero es mayor en los individuos del sexo femenino (entre 15 y 18 años), en comparación a sus pares masculinos (de 10 a 12).

Buey almizclero con cría
La hembra del buey almizclero suele parir una sola cría tras la gestación.

Estado de conservación

A pesar de los problemas de este buey en el pasado, hoy día no se encuentra amenazado de extinción. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés) lo clasifica en la categoría de preocupación menor.

Los principales peligros, para la supervivencia de las poblaciones de este animal, son el cambio climático, las alteraciones de su hábitat y, la exposición a enfermedades, parásitos, entre otros. Así lo señala un estudio del año 2006 publicado en la revista Ecohealth, en el cual se investiga la causa de muerte de una gran población de bueyes almizcleros, en Noruega, a consecuencia de un brote de Pasteurellosis.  Estos decesos, según señalan los científicos, tendrían relación con el aumento de la temperatura en aquel verano.

En resumen, el buey almizclero es un mamífero que no solo destaca por su tamaño. Su cuerpo se encuentra adaptado para sobrevivir en las frías regiones árticas, gracias a su denso pelaje y la capacidad de acumular grasa para la temporada de escasez de alimentos. Te invitamos a seguir de cerca a esta especie y otros seres vivos habitantes de la tundra.


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