El reposo en los peces: dormir con un ojo abierto

Los animales de sangre fría no presentan verdaderos ciclos de sueño y vigilia; en estos se presentan transiciones cíclicas entre reposo y actividad que son determinadas por factores ambientales
El reposo en los peces: dormir con un ojo abierto
Luz Eduviges Thomas-Romero

Escrito y verificado por la bioquímica Luz Eduviges Thomas-Romero.

Última actualización: 08 febrero, 2022

El reposo en los peces es un tema del que se conocen pocos datos, y con frecuencia surge la pregunta de si los peces pueden dormir. La respuesta corta es que sí, y es que la mayoría de los peces duermen. Dado el hecho que la mayor parte de los peces no tienen párpados, no cierran sus ojos al dormir como lo hacen los mamíferos.

La función del reposo en los peces

Diversas investigaciones científicas han demostrado que el sueño de los peces cumple una función restauradora y de ahorro de energía. Los peces reposan de día y de noche indistintamente. Ahora bien, el reposo en los peces funciona distinto que en los vertebrados superiores.

Los peces, au n en estado de reposo, permanecen alertas ante el peligro. Podemos decir que los peces han aprendido a dormir con un ojo ‘abierto’.

Como en todo, existen excepciones. Por ejemplo, el pez gordo español (Bodianus rufus) duerme tan profundamente que lo puedes levantar hasta la superficie del agua, antes de provocar una respuesta.

Otro ejemplo curioso lo ilustran algunas especies de peces loro, que levantan su propio ‘mosquitero’ de moco para protegerse de los parásitos, prevenirse ante depredadores y poder dormir en paz.

El sueño es un fenómeno universal

Universalmente, se acepta que las transiciones cíclicas de sueño-actividad están sujetas a mecanismos cerebrales de control. Aunque no cabe duda de que el reposo es fundamental para el equilibrio fisiológico del organismo, los mecanismos específicos por los que el sueño actúa en la fisiología no han sido develados.

Estudios evolutivos muestran que los animales de sangre fría no presentan verdaderos ciclos de sueño y vigilia. En estos se presentan transiciones cíclicas entre reposo y actividad que son determinadas por factores ambientales.

Hasta ahora, expertos han realizado análisis de electroencefalogramas a animales que carecen de una corteza cerebral desarrollada  –como es el caso de tortugas, lagartos y peces– sin lograr encontrar ningún patrón de actividad cerebral que pudiera asociarse al estado de reposo.

El sueño como procesador de imágenes

Estudios científicos han demostrado que la actividad cerebral para el procesamiento de la información visual es mayor a la que interviene para procesar otras modalidades de información sensorial.

Se ha postulado que en tiempos primigenios los animales no durmientes desarrollaron conductas complejas que requirieron de gran capacidad visual. El procesamiento de esta información comenzó a saturar la capacidad neuronal en vigilia y, en consecuencia, se desarrollarían los ciclos de sueño-actividad. Así, el sueño puede haber evolucionado como un mecanismo para ‘reiniciar’ los circuitos cerebrales.

Pez descansando

Peces insomnes

Los científicos tienen la teoría de que los peces que no duermen no lo necesitan, porque no tienen que procesar información visual. En concordancia con esta teoría, los peces ciegos que viven en cuevas en las profundidades marinas nunca duermen.

Otros peces insomnes que sí poseen visión focal, como el atún y el tiburón, viven en hábitats oceánicos de aguas abiertas, con muy pocas características visuales para registrar. Como resultado, su cerebro, al recabar pocos datos visuales, no necesita descanso para procesarlos.

Cómo se reconoce el reposo en los peces

  • Los peces reposan de noche o de día indistintamente. En ciertas especies es usual que busquen rocas o plantas para descansar protegidos.
  • Es común que pongan la aleta posterior o inferior en el fondo marino. Así, la aleta actúa como una especie de ancla, lo que evita que la corriente marina los arrastre.
  • Puede ocurrir que el pez emita ruidos para alejar a los depredadores. Este es el caso del pez roncador.
  • Pueden reposar sobre el fondo marino. Desde allí suben periódicamente para respirar sin necesidad de despertarse; esto lo logran gracias a la vejiga natatoria.
  • Algunas especies de peces son capaces de cambiar el color de sus escamas al dormir, para no ser tan llamativos ante los eventuales enemigos durante el sueño.

El sueño es un proceso tan complejo que necesariamente debe cumplir una función vital. Si en algún momento de la evolución, el sueño fue una opción, la historia nos señala la ventaja de dormir, pues prevalecemos en la naturaleza los animales que dormimos.


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