Cómo elegir la residencia canina más adecuada

Para que los animales no sufran un cambio tan drástico es preferible que lleven su comida y pertenencias con ellos

Escrito y verificado por la bióloga Paloma de los Milagros.

Última actualización: 14 octubre, 2022

Ya sea por una emergencia o por un viaje programado, siempre habrá algún momento en el que los dueños se vean abocados a dejar a su mascota en una residencia canina. Garantizar que se cubren una serie de requisitos en cuanto a instalaciones y servicios será fundamental para el bienestar del animal.

Cuando se tiene que dejar a un perro fuera de casa se debe priorizar a familiares o amigos de confianza. Sin embargo, esta opción no siempre resulta factible, por lo que habrá que invertir un tiempo en escoger la residencia canina más adecuada.

Hoy en día, gracias a los recursos de la web, se pueden analizar las prestaciones y valoraciones de cada una de ellas. Aun así, visitar los centros con anterioridad es fundamental para verificar la supuesta idoneidad reflejada en las redes.

Requisitos de una buena residencia canina

Antes de nada se debe comprobar que los centros cuenten con la licencia pertinente, que acredite y asegure inspecciones periódicas, así como personal cualificado. La presencia de entrenadores y veterinarios es uno de los indicadores más importantes, pues sabrán abordar mejor cualquier situación imprevista.

La amplitud de las jaulas o habitaciones, además de su limpieza, es fundamental. Normalmente, este tipo de centros tiende a tener a los animales encerrados individualmente por su propia seguridad. No obstante, el espacio reservado a cada uno de ellos debe ser el óptimo para evitar el nerviosismo del animal.

En lo que respecta a las zonas comunes, es importante la existencia de parques o ‘gimnasios’ que permitan el ejercicio y el entretenimiento de los canes. En estos casos, se suele sacar a los perros de tamaños o comportamientos semejantes en tandas, para así evitar posibles conflictos.

Cuando una residencia canina carezca de este tipo de áreas, habrá que asegurarse de que el perro reciba paseos diarios de calidad. Los perros están acostumbrados a una dosis de actividad diaria, por lo que si se ven reprimidos mucho tiempo podrían estresarse, además de ser perjudicial para su salud.

Garantizar unos horarios de comidas, de administración de posibles medicamentos, de juegos e incluso de limpieza; en caso de largas estancias, también será esencial. La buena climatización del lugar es un punto que hay que valorar, sobre todo si la salida se produce en invierno.

En general, los centros más amplios suelen encontrarse lejos de los núcleos urbanos, por lo que puede ser un primer criterio que hay que analizar. Sin embargo, conviene valorar todo tipo de opciones, pues también hay guarderías o incluso cuidadores especializados a domicilio que pueden ser útiles para estancias cortas.

Cómo preparar a las mascotas

Antes de dejar a un perro en una residencia canina conviene evaluar su reacción en ausencia de su dueño. Por ello, optar por familiares en una primera escapada será fundamental.

Una vez conocida la respuesta del animal, es recomendable que la estancia en la residencia no sea muy larga, sobre todo si no se tiene una experiencia previa de la misma.

En cuanto a la adaptación del can al centro, conviene que los propietarios lleven el pienso, las golosinas, los juguetes y la colchoneta de casa. De esta forma, el sentimiento de soledad o inseguridad ante el cambio de estancia no será tan drástico.

Asegurar el buen estado de las mascotas antes de la partida es crucial y, en caso de tener algún tratamiento veterinario, hay que cerciorase de la adecuada administración por parte del centro.

Una vez llegado el momento de la despedida, se deben evitar las frecuentes reacciones emotivas. Estas últimas solo incrementarán el estado de nerviosismo e incertidumbre del animal.