Enfermedad por arañazo de gato

Aunque no lo creas, el arañazo de gato puede ocasionar una enfermedad provocada por el contacto con una bacteria; te damos consejos para evitar que tú o tus hijos la contraigáis
Enfermedad por arañazo de gato

Escrito por Yamila

Última actualización: 26 enero, 2019

Para defenderse o mientras juegan, los felinos ‘sacan’ sus garras retráctiles y pueden lastimarnos. Incluso algunas personas pueden sufrir lo que se conoce como ‘enfermedad por arañazo de gato’. Conoce más sobre ella en este artículo.

¿Qué es la enfermedad por arañazo de gato?

Su nombre científico es bartonelosis y se trata de una patología infecciosa bastante infrecuente causada por una bacteria perteneciente al género Bartonella (sobre todo Bartonella Henselae). Debemos tener en cuenta que, si un felino está infectado con este microorganismo, no presentará ningún tipo de síntoma y que puede haber contagios entre gatos que vivan incluso en la misma casa.

La enfermedad por arañazo de gato suele ser más frecuente en otoño e invierno, se la reconoce como benigna y se cura de forma espontánea a los pocos días (no suele requerir tratamientos específicos).

Este problema es más común en los niños, ya que suelen ser un poco ‘bruscos’ cuando juegan con sus mascotas y, además, porque su piel es más fina y su sistema inmunitario se está desarrollando aún.

La llamada enfermedad por arañazo de gato fue descubierta en 1889, pero se estudió en profundidad en los años 50. Según las investigaciones, los gatos pequeños portan el agente infeccioso en la sangre tras haber sido picados por pulgas o toman contacto con las heces de un gato infectado.

Enfermedad por arañazo de gato: síntomas

El medio de transmisión más probable de la bacteria Bartonella henselae desde los felinos hacia las personas es a través de la producción de una herida debido a un arañazo. También puede propagarlo mediante una mordida. Por lo tanto, el microorganismo puede estar presente tanto en las garras como en la boca del animal.

Otro motivo de infección es estar en contacto con las pulgas que ha alojado el felino, sobre todo si estas nos pican. También hay casos de personas que han sido contagiadas por recibir lamidos sobre heridas, cortes o mucosas como la nariz y los ojos.

Cuáles son los síntomas de la enfermedad por arañazo de gato

Las principales señales de esta infección se dan a nivel local, en la zona donde se ha producido el arañazo. Aparece una protuberancia o una ampolla en el lugar de la lesión. Dolor y tumefacción de los nódulos linfáticos, acompañados de hinchazón (linfadenopatía regional), son los síntomas secundarios a tener en cuenta. En algunos casos la persona puede presentar fiebre, dolor abdominal, escalofríos, cefalea o dorsalgia.

En la mayoría de las personas infectadas por esta enfermedad, esta se cura a los pocos días. Sin embargo, hay que tener en cuenta que puede persistir la linfadenopatía por más de un mes. En los pacientes con problemas inmunitarios puede acarrear complicaciones severas.

Existen ciertas pruebas que pueden ayudarnos a detectar la enfermedad por arañazo de gato, como un examen físico para revelar si hay agrandamiento del bazo o una biopsia de los ganglios linfáticos.

Enfermedad por arañazo de gato: tratamiento

Una vez que se ha disgnosticado la enfermedad por arañazo de gato no siempre se prescribe un tratamiento, ya que no existe aún uno específico y, además, porque los anticuerpos del organismo humano pueden hacerle frente por sí solos.

Pero si un niño llega a la consulta con la zona muy inflamada o infectada, probablemente se le recete azitromicina o doxiciclina.

Por supuesto, es muy importante la prevención para evitar contagiarnos de cualquier enfermedad que puedan portar nuestras mascotas o los animales callejeros. Algunos consejos para reducir al máximo la posibilidad de sufrir esta patología por arañazo de gato son:

  • Lavarse las manos con agua tibia y jabón tras jugar con un animal.
  • Desinfectar la zona con jabón o algún producto específico si el gato nos ha mordido o arañado.
  • Jugar con delicadeza para evitar mordeduras o arañazos.
  • No permitir que el animal nos lama heridas abiertas, cicatrices, boca, ojos o nariz.
  • Utilizar un producto antipulgas –puede ser una pastilla, una pipeta o un collar– para reducir el contagio de estos parásitos transmisores de enfermedades.
  • No tocar gatos callejeros para evitar rasguños, mordidas o arañazos.
  • Limpiar bien los objetos personales de nuestra mascota (juguetes, caja de arena, colchón o comedero).

Si bien la enfermedad por arañazo de gato no es grave, debemos tener cuidado de no ser lastimados por nuestras mascotas y evitar así cualquier consecuencia indeseada.


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  • Rodríguez-Rodríguez, M., Rodríguez-Rosell, M. V., Blanco-Costa, M. I., & Rodríguez-Asensio, J. (2017). Enfermedad por arañazo de gato. Presentación de varios casos clínicos. Atencion Primaria. https://doi.org/10.1016/j.aprim.2016.02.010


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