Cómo evitar que el perro persiga vehículos

Cómo evitar que el perro persiga vehículos

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 14 noviembre, 2017

Vas en coche y de repente un perro parece lanzarse encima de tu vehículo. Te asustas, frenas y el perro sigue ahí, ladrando como un loco. ¿Por qué hacen esto los perros? ¿Se puede hacer algo por evitarlo? Desgraciadamente, este acto canino ha producido más de un accidente automovilístico, especialmente a motoristas. No solo ponen en juego la vida de las personas sino la suya propia. Si quieres evitar que tu perro persiga vehículos, sigue leyendo.

Como todo problema que se tercie, antes de tratarlo debemos siempre averiguar las causas que lo provocan. En este caso en concreto, lo primero es averiguar el por qué para que tu perro no persiga vehículos.

El por qué de que tu perro persiga vehículos

perro feliz corriendo

Para entender esta cuestión, debemos remontarnos años atrás, al origen de los perros. Ya te hemos explicado en varias ocasiones que los canes descienden de los lobos. Estos, son cazadores innatos, por lo que siempre corrían hacia cualquier cosa que estuviera en movimiento.

Esta actitud se transmitió generación tras generación, aunque los perros al hacerse animales domésticos, calmaron la intensidad de la necesidad innata de cazar, pues sus dueños le proveían lo necesario. No obstante, algo en su subconsciente le sigue diciendo que cuando hay algo en movimiento deben correr tras ello. Esa es la principal causa de que tu perro persiga vehículos.

Esta es la explicación que a muchos les parecerá más lógica y coherente, pero si eres fan de las leyendas, lee la que tenemos que contarte para explicar el por qué de que tu perro persiga vehículos.

Leyenda

Cuenta la leyenda que una vaca, un perro y una cabra salieron de paseo en un taxi, dirigiéndose cada uno a un lugar diferente. Cuando llegaron al de la vaca, esta preguntó cuánto tenía que pagar. El taxista le dijo que tres mil francos, los cuales la vaca pagó sin rechistar y acto seguido, se bajó del taxi.

Al llegar al destino de la cabra, esta preguntó el precio y el conductor dijo lo mismo: “Tres mil francos”. Pero en esta ocasión, la cabra aprovechó un descuido del taxista y se escapó sin pagar. El taxista sorprendido, prefirió seguir su camino con el perro.

Cuando llegaron a la parada del perro, el taxista ofreció el mismo precio: tres mil francos. El perro no tenía suelto, así que le ofreció un billete de cinco mil francos y se bajó del coche olvidando su cambio. Antes de que el animal se diera cuenta, el taxista se había ido con su cambio. Esta leyenda dice marcar 3 actitudes muy conocidas en estos animales:

  • La vaca: Ella pagó, así que no teme. Va a su ritmo como si no fuera con ella la cosa.
  • La cabra: Siempre anda loca, corriendo de un lado a otro para que no le pidan los tres mil francos.
  • ¿Qué hizo el perro? Correr hacia el vehículo y ladrar para que le devolvieran su dinero. ¿Estarán todos los perros del mundo reclamando los dos mil francos de su camarada? ¡Quién sabe!

Cómo evitarlo

perro con correa

Sea como sea, realidad o leyenda, lo cierto es que todos los perros persiguen vehículos. Si quieres evitar que el tuyo lo haga, aquí te damos unas sugerencias.

Haz pruebas con tu coche y tu perro, andando con el coche y parándolo cada vez que el perro corra hacia él. Como el motivo de que tu perro persiga vehículos es que busca lo que está en movimiento, al parar el coche, el problema se acaba.

Pero claro, esto es momentáneo, porque el perro correrá hacia el próximo vehículo que vea en marcha. Por eso, haz este ejercicio cada día con tu perro hasta que se dé cuenta que no tiene sentido el que persiga vehículos.

Otra forma es que no saques al perro sin correa nunca. Llévalo a tu lado con la correa corta y cada vez que quiera lanzarse en busca de un auto, moto o bici, o incluso patines, da un leve tirón de la correa hacia ti y regáñalo. Hazle ver que no está bien lo que hace. Debe aprender que correr tras los vehículos es algo prohibido como subirse en la cama o hacerse pis en la casa.

Como siempre te aconsejamos, une la constancia, el amor y el cariño para conseguir erradicar malas actitudes en tu animal.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.