¿Existen los trastornos del espectro autista en los perros?

Según estudios, los trastornos del espectro autista en perros presentan similitudes al padecimiento en los humanos, sugiriendo que pueden llegar a ser un modelo de estudio para entender este grupo de enfermedades.
¿Existen los trastornos del espectro autista en los perros?
Luz Eduviges Thomas-Romero

Escrito y verificado por la bioquímica Luz Eduviges Thomas-Romero.

Última actualización: 08 febrero, 2022

En los humanos, los trastornos del espectro autista se caracterizan por el deterioro de la capacidad para formar relaciones sociales normales. Además, también se ve afectada la capacidad para comunicarse con los demás y aparecen patrones de comportamiento repetitivos.

Es importante entender que este tipo de trastorno en humanos no es un solo padecimiento, sino una gran familia de condiciones. Por ello, abordar el tema en canes puede ser cuanto menos delicado. Aquí te enseñamos todo lo que debes saber.

¿Existe precedente en el diagnóstico de trastornos del espectro autista en perros?

Resulta interesante conocer que ya en el año 1966, un artículo científico refería la aparición de síntomas similares al autismo en perros. Más recientemente, surgieron varios reportes que sugerían un posible vínculo entre el autismo y comportamiento compulsivo en perros, específicamente  la persecución de la cola en Bull terriers y acicalamiento obsesivo en doberman pinschers y pastores alemanes.

En algunas razas, además de las conductas compulsivas, se reporta comportamiento de trance. Es decir, episodios de duración variable en que el perro presenta mirada fija acompañada de inmovilidad o de ritmo compulsivo.

Durante el trance, el perro permanece consciente de su entorno. Otros problemas de comportamiento que pueden acompañar estos trastornos incluyen agresión, tendencia a las fobias y convulsiones.

Estudios como estos indican que los trastornos del espectro autista parecen ocurrir en perros. Sin embargo, las sociedades de medicina veterinaria aún no reconocen estos padecimientos como tal. En la actualidad, luego de descartar otras condiciones que podrían ser responsables de los signos clínicos observados, se habla de diagnóstico tentativo de autismo.

En Bull terriers, el síndrome de tipo TRANCE ha sido reconocido durante mucho tiempo por criadores y propietarios y muchos lo consideran típico de la raza.

¿Cómo reconocer comportamientos asociados a los trastornos de espectro autista en los perros?

Si alguna vez te has preguntado si tu perro es autista, es porque has notado algún comportamiento extraño en el animal. Ten en cuenta que el diagnóstico y el tratamiento de estos padecimientos son muy difíciles. Aun así, puedes permanecer alerta ante estos tres tipos de síntomas principales.

1. Interacción Social

Dificultad para tener interacciones sociales con otros perros y personas. Tu perro podría ignorar cuando lo llamas o sentirse raro cuando está con otros perros. Además, puede no participar en situaciones cotidianas como jugar, comer e incluso salir a caminar. Puede no expresar felicidad o miedo.

2. Conductas atípicas

Es posible que perros afectados presenten conductas asociadas a trastornos obsesivos compulsivos. Además, otras conductas como episodios de mirar fijamente cosas o caer en trance son comunes. También lo es la tendencia a evitar personas y objetos, correr o quedarse quieto sin ningún motivo.

Es posible que el perro desarrolle miedos irracionales a algunas cosas. En general, que no le gusten las cosas nuevas, ya sean juguetes, personas u otros animales.

Perro con miedo bajo una mesa.

3. Alteración Sensorial

Al igual que los niños autistas, los perros con diagnóstico tentativo de trastornos del espectro autista sienten todo de manera diferente. Así, podrían vincular los estímulos físicos y sensoriales con las emociones equivocadas. Esta percepción los hace reaccionar de manera disparatada, por ejemplo, responder al roce como si hubieran sido heridos. Hasta ahora, no se conocen las causas de estas reacciones.

Los perros con diagnostico tentativo de autismo pueden ser etiquetados erróneamente como perezosos, ya que no quieren jugar ni hacer nada divertido

Manejo de los trastornos de espectro autista en perros

En primer lugar, si crees que tu perro puede tener autismo, una de las cosas más importantes que puedes hacer es determinar cuáles son sus factores desencadenantes. Esto quiere decir, qué induce que se produzca el comportamiento atípico. Una vez identificado, deberás evitar las situaciones «gatillo».

Por ejemplo, si tu perro se vuelve temeroso y agresivo cuando se le acercan extraños en el parque para perros, no vayas al parque para perros. Otras medidas que pueden adoptarse son las siguientes:

  • Terapia física: los masajes y fisioterapia para perros son excelentes para combatir la ansiedad. Una caminata por un sendero tranquilo es una buena opción. Es recomendable probar algunas técnicas que se aplican a perros con necesidades especiales, por ejemplo, los vendajes que brindan una presión tranquilizadora.
  • Ejercicio: si le brindas a tu perro mucho ejercicio, él (como los humanos) tendrá menos estrés y ansiedad. Así, puedes tratar de entrenar a tu can para hacer «trabajo pesado», como tirar de un pequeño carro cargado o llevar una mochila para perros de un peso suave.

No existe un tratamiento específico para cada perro, ya que cada uno de ellos es un individuo diferente. En general, lo recomendable es evitar las situaciones que disparen la conducta atípica.

La importancia de la dieta

En pacientes humanos, es frecuente encontrar que el autismo cursa con anomalías gastrointestinales. En la actualidad, estas alteraciones se vienen asociado con desequilibrios en la composición del microbioma intestinal. Cabe señalar que mucho de este conocimiento es nuevo y aumenta día a día.

Así, es importante conocer que la microbiota intestinal hace contribuciones críticas al metabolismo y al mantenimiento de la salud. Esto lo hace al producir sustancias que controlan las actividades del sistema nervioso central (SNC) a través de las vías neurales, endocrinas e inmunes.

Ejemplo de estas sustancias producidas por los microbios intestinales son la serotonina, dopamina, quinurenina y el ácido gamma-aminobutírico, entre otros.

Por tal razón es que se ha planteado la hipótesis del papel activo de la microbiota intestinal en los fisiopatología de los trastornos del espectro autista. Consulta con tu veterinario sobre posibles cambios en su régimen alimenticio que restablezcan el microbioma intestinal canino.

En 2012, un estudio hecho en perros estableció que administrar suplementos dietéticos, específicamente de  vitamina B6, podía ayudar en el tratamiento de la conducta de persecución de la cola.

El futuro de la investigación del autismo canino

En la actualidad, existe un renovado interés de los trastornos del espectro autista en los perros. Diversas instituciones académicas están colaborando en estudios que comparan este tipo de trastornos en niños y en canes.

Usando tecnología punta, los científicos analizan los genomas caninos con la esperanza de identificar aquellos genes que podrían ser responsables de comportamientos atípicos. El éxito de este tipo de estudios podría significar mejoras en el diagnóstico y tratamiento del autismo tanto en personas como en perros.

Hasta ahora, este tipo de estudios ya han establecido que perros Bull terriers con estos padecimientos y niños autistas tienen niveles elevados de neurotensina y hormona liberadora de corticotropina. Estos resultados refuerzan el interés en conocer y estudiar estos trastornos en ambas especies.

trastornos del espectro autista en perros.

En la actualidad, nuestra comprensión del comportamiento canino típico y atípico es aún limitada. Además, existen una serie de afecciones caninas difíciles de diagnosticar (por ejemplo, trastornos de ansiedad y dolor) que pueden causar signos clínicos similares a los asociados con el autismo. Es necesario consultar con tu veterinario de confianza ante cualquier sospecha.


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