Fiebre aftosa en el ganado

Esta enfermedad afecta, fundamentalmente, a los animales de granja, si bien es posible que haga mella sobre destacadas especies salvajes; se contagia por la respiración o el agua contaminada
Fiebre aftosa en el ganado
Eugenio Fernández Suárez

Escrito y verificado por el veterinario Eugenio Fernández Suárez.

Última actualización: 29 enero, 2018

La fiebre aftosa es causada por un virus conocido como Aphthovirus, el cual causa una enfermedad muy contagiosa en ganado vacuno y porcino, aunque también puede afectar a ovejas, cabras, antílopes, jirafas o elefantes.

La causa de esta enfermedad no se descubrió hasta finales del siglo XIX, si bien se tiene constancia de su existencia desde hace 500 años. Por aquel entonces, un monje veneciano describió los síntomas de la enfermedad en las vacas del monasterio; sin embargo, la enfermedad alcanzó repercusión internacional tras expandirse tras la Segunda Guerra Mundial, aunque se  ha ido erradicando en numerosos países.

Actualmente, esta enfermedad es endémica de muchos países asiáticos y africanos, mientras que en la mayoría de los de América, Europa y Australia están libres de la enfermedad, si bien pueden aparecer focos debido al comercio con otras naciones.

Cómo se contagia la fiebre aftosa

El virus causante de la enfermedad puede estar presente en gran cantidad de las excreciones y secreciones de los animales afectados de nuestro rebaño, y puede eliminarse en leche y flujo seminal. Incluso aquellos animales recuperados o vacunados pueden actuar como portadores, por lo que probablemente sea necesaria su cuarentena.

El virus puede infectar a otros animales a partir de la respiración o la consumición de agua o comida contaminada con las secreciones de los infectados; las aftas causadas por esta enfermedad contienen una gran cantidad de virus. Es importante señalar que esta enfermedad no es una zoonosis, es decir, no afecta al ser humano.

La fiebre aftosa tiene una gran importancia debido a que existe un gran riesgo de su propagación con la llegada de nuevos animales, la existencia de instalaciones o materiales contaminados e incluso el papel de los productos de origen animal o las prendas en el contagio.

Cerdo en el campo

La fiebre aftosa es una enfermedad causada por un virus conocido como Aphthovirus, el cual causa una enfermedad muy contagiosa en ganado vacuno y porcino, aunque también puede afectar a ovejas, cabras, antílopes, jirafas o elefantes.

Qué síntomas tiene la fiebre aftosa

Aunque la gravedad de la sintomatología dependerá de la variedad del virus y otros factores como la especie o la edad del animal, existen una serie de síntomas típicos: aquellos que le dan nombre a la enfermedad. Produce fiebre y la presencia de aftas o ampollas en todos los elementos de la cavidad bucal, nariz, ubres y entre los dedos.

Animales vivíparos: elefante

Se pueden producir dolorosas cojeras e infecciones secundarias tras la rotura de las ampollas. Los animales también presentan debilidad y pueden salivar mucho, además de perder apetito y peso. Las ampollas se suelen curar en una semana, sin embargo, la enfermedad puede tener consecuencias para el corazón de nuestros animales y para su crecimiento.

Diagnóstico y prevención de la fiebre aftosa

Como siempre os recordamos, el diagnóstico es entera responsabilidad del veterinario, que deberá buscar los síntomas de la enfermedad, como las ampollas y las cojeras y realizar pruebas complementarias para llegar a una conclusión.

Es importante que ante cualquier sospecha de la enfermedad se alerte a las autoridades competentes para poder realizar un seguimiento y control, lo que evitará que afecte a otras granjas o explotaciones. Las recomendaciones que se realizan desde las instituciones europeas son las siguientes:

  • Controlar la llegada de nuevos animales a la granja.
  • Controlar el acceso de personas a la explotación ganadera.
  • Mantener la higiene de vehículos e instalaciones.
  • Eliminación de residuos eficaz.
  • Visitas regulares del veterinario.

Manteniendo estas indicaciones es muy complicado que esta enfermedad afecte a nuestros animales, ya que como ya hemos comentado, la enfermedad está erradicada en la mayoría del continente europeo.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.