El gato andino: un felino en grave peligro

El gato andino es un pequeño felino salvaje que habitas en las grandes altitudes de los Andes. Por desgracia, este animal se encuentra en grave peligro.
El gato andino: un felino en grave peligro
Silvia Conde

Escrito y verificado por la bióloga Silvia Conde.

Última actualización: 12 octubre, 2020

El gato andino (Leopardus jacobita) es un pequeño felino salvaje endémico de América del Sur. Se trata de una de las especies más amenazadas del continente americano y es uno de los félidos más desconocidos del planeta. Su distribución está limitada a las regiones montañosas de los Andes, Perú y el norte de Bolivia, Chile y Argentina.

Considerado un animal sagrado por muchas tribus andinas, esta especie tiene un gran valor histórico para las comunidades locales. Su figura se encuentra representada en petroglifos grabados por distintas culturas altoandinas y se le considera un espíritu protector de las montañas. Si quieres saber más sobre este bello animal en peligro, continúa leyendo.

¿Cómo es el gato andino?

Estamos ante un felino pequeño, de entre 74 y 85 centímetros de longitud, con una larga cola anillada que supera los 40 centímetros del total. No suele sobrepasar los 35 centímetros de altura y pesa entre 4 y 7 kilogramos. En otras palabras, este animal presenta unas medidas muy similares a las de un gato doméstico.

Su pelaje es largo y denso, de color gris con manchas rojizas-amarillentas dispuestas uniformemente a ambos lados del cuerpo. El vientre es de color blanco. Las orejas son grandes y redondeadas, su nariz es completamente negra y las patas se presentan de forma corta y robusta.

Un gato andino haciendo equilibrios.

El hábitat del gato andino

Este felino salvaje habita en entornos áridos, rocosos, de escasa vegetación y cercanos a fuentes de agua. Se encuentran a gran altitud, entre 3000 y 5000 metros sobre el nivel del mar, donde las temperaturas son extremas y soplan fuertes rachas de viento de forma continua.

Debido a que estos paisajes rocosos no son continuos, el hábitat del gato andino —y de sus presas— está naturalmente fragmentado. Por ello, las perturbaciones humanas dificultan aún más su extensión. La densidad de sus poblaciones es muy baja, pues actualmente se estiman unos 1378 individuos adultos en estado silvestre, pero el número se encuentra en decrecimiento.

Además, se cree que el gato andino y el gato de pajonal (Leopardus colocolo) comparten el territorio. El felino que aquí nos atañe es una especie más especialista y con un rango de recursos más acotado que el gato de pajonal, por lo que tiene las de perder en cuanto a competición interespecífica.

Debido a su comportamiento esquivo y la dificultad del terreno, son pocos los avistamientos de este animal. Solo mediante técnicas avanzadas, como el uso de cámaras de fototrampeo y los radiocollares, se ha podido calcular el número de ejemplares libres.

Un animal esquivo y desconocido

El gato andino es un felino solitario y muy difícil de ver, por lo que desconocemos muchos datos sobre su forma de vida. Se cree que su actividad es más frecuente durante la noche y la primera mitad del día, cuando probablemente le resulta más fácil obtener sus presas.

Se lo ha encontrado en parejas entre los meses de julio y diciembre y con crías entre octubre y abril. Puede que la madre proteja a su camada dentro de galerías de mamíferos cavadores o en grietas entre las rocas.

Las principales presas del gato andino son roedores autóctonos, como el pericote panza gris (Phyllotis xanthopygus), el chinchillón (Lagidium viscacha), la rata chinchilla gris (Abracoma cinerea) o la rata cola de pincel (Octodontomys gliroides). Se ha documentado que también puede capturar aves, insectos y otros pequeños mamíferos.

Amenazas del gato sagrado de los Andes

Las principales amenazas a las que se enfrenta el gato andino son la caza furtiva, la escasez de presas y la pérdida de su hábitat. Por desgracia, este felino está considerado como sagrado en las tradiciones indígenas y se ofrece como sacrificio en los festivales. Esto junto la caza furtiva por su piel son dos de las principales amenazas que sufre la especie.

La expansión de la frontera agrícola, la inadecuada gestión ganadera y la extracción de agua para una creciente actividad minera y petrolera en el altiplano sudamericano son actividades antrópicas que también están alterando el hábitat del gato andino.

Deforestación en la jungla.

El seguimiento de los ejemplares libres, la asociación entre los distintos países que albergan a la especie y la colaboración de ONGs como la Alianza Gato Andino intentan mejorar la situación de este felino salvaje. Conocer más datos sobre su especie, concienciar a la población y cambiar su estado de en peligro de extinción es una tarea difícil, pero no imposible.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • IUCN Leopardus jacobita
  • ONG Alianza Gato Andino
  • Felinos de Argentina

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.