Gatos y grandes escritores

Los gatos son seres honestos pero misterioso que han hecho la delicia de sus tutores.
Gatos y grandes escritores
Elsa M. de Arribas

Escrito y verificado por la bióloga Elsa M. de Arribas.

Última actualización: 23 mayo, 2020

La historia ha dado lugar a grandes escritores como Cortázar, Jorge Luis Borges o Ursula K. Le Guin, entre otros. Algunos de estos autores tenían mascotas que les ayudaban a relajarse, participando en sus explosiones creativas.

Muchas de estas mascotas han formado parte de relatos o sido las protagonistas de libros. Entre los casos más famosos de mascotas se encuentran el gato de Cortázar o el perro de Virginia Wolf. Algunos escritores eran un poco más excéntricos en cuanto a mascotas se refiere. Por ejemplo, el simbolista Gérard de Nerval se paseaba por las calles de París acompañado de su langosta.

Si algo está claro es que muchos escritores adoraban tener animalitos que les hicieran compañía. A continuación se exponen algunos casos de grandes autores y sus gatos.

Gatos de grandes escritores

La personalidad de los gatos no es sencilla de comprender, ya que cada felino es un mundo. Pero hay ciertos aspectos que todos comparten: son independientes, territoriales, limpios y bastante peculiares.

Quizás es el último rasgo el que potencia la explosiva combinación entre gatos y grandes escritores. Aquí te mostramos algunos ejemplos:

Un gato en un escritorio.

Cortázar

Cortázar tuvo diferentes gatos que le acompañaron a lo largo de su vida, como Osiris, Teodoro o Flanelle. Fueron los dos últimos con quienes estableció una profunda relación.

Teodoro Adorno era un felino callejero que le iba a visitar a su casa del sur de París. Por otra parte, Flanelle era la gata consentida del escritor, con quien aparece en numerosas fotos, pues tenían una relación muy especial.

Puede decirse que los gatos influyeron en el escritor argentino, ya que llegaron a formar parte de algunas novelas. Un claro ejemplo es Rayuela, donde describe al gato de la siguiente manera:

“y los gatos, […], dueños del tiempo y de las baldosas tibias, invariables amigos de la Maga que sabía hacerles cosquillas en la barriga  […] “.

Úrsula K. Le Guin

Es una de las escritoras más famosas de ciencia ficción del siglo XX, que creó mundos fantásticos en los que vivir aventuras. Fue la primera en hablar sobre la igualdad y en resolver conflictos utilizando el diálogo y el sacrificio.

Entre sus muchas novelas se encuentra la serie de libros “Catwings”, que trata sobre una camada de gatos que nacieron con alas. A lo largo de la serie relata las aventuras de estos felinos alados.

Hemingway y Aldous Huxley

Ambos escritores son de la misma época histórica. No solo comparten la primera letra de su apellido, sino también su admiración por los gatos.

Huxley es conocido sobre todo por su novela distópica “un mundo feliz”. Decía que para poder escribir sobre psicología humana era conveniente convivir con un par de gatos. 

Por otra parte, puede decirse que la admiración de Ernest Hemingway era excesiva. Se estima que llegó a adoptar a más de treinta ejemplares, a los que dio nombres como Éxtasis o Casa de Pelo.

Aparte de nombres extravagantes, parece ser que algunos gatos de Hemingway poseían seis dedos. En su época eran rechazados por este rasgo y él los adoptaba. Por este motivo, los gatos con polidactilia son también conocidos como “gatos de Hemingway”.

En la actualidad se sabe que la polidactilia en gatos es una mutación frecuente.

José Luis Borges y Mark Twain 

Borges tenía un gato al que llamó Beppo, y a quien dedicó el poema “un gato”. En el mismo, describe el carácter de estos felinos y su relación con los seres humanos.

Señala que los gatos son animales silenciosos y solitarios, pero que buscan cariño en los humanos. En el poema indica que el gato es “dueño de un ámbito cerrado como el sueño”. 

Otro escritor muy famoso, Mark Twain, señaló que era un mayor fan de los gatos que de los perros. Llegó a tener 19 de ellos, con nombres muy originales, como Satanás, Pestilencia, Zoroastro o Bambino, teniendo una gran relación con este último.

Tal era su confianza hacia estos animales que dijo: “cuando un hombre quiere a los gatos, soy su amigo y compañero sin necesidad de presentaciones”.

Un gato sobre un libro.

Escritores y su relación con los gatos

Los gatos no sólo han sido protagonistas de libros: también han sido llevados al teatro con musicales como Cats, basado en un poema de T. S. Eliot.

Hay una disputa entre Eliot y Hemingway sobre cual de los dos estaba más obsesionado con estos animales.

Puede concluirse que los gatos son seres misteriosos, difíciles de leer. Quizás por este motivo han corrido ríos de tinta intentando descubrir un poco más sobre ellos.

Su mirada inteligente y su carácter juguetón pero solitario ha dado mucho juego a los grandes escritores. La dualidad de su personalidad ha permitido a los gatos formar parte de obras que han pasado a la posteridad.


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