Intoxicaciones en pequeños animales por sustancias químicas mal administradas

Los medicamentos veterinarios deben administrarse siempre previa prescripción por parte de un veterinario. En caso contrario, se pueden producir intoxicaciones graves que ponen en peligro a la mascota.
Intoxicaciones en pequeños animales por sustancias químicas mal administradas
Érica Terrón González

Escrito y verificado por la veterinaria Érica Terrón González.

Última actualización: 12 octubre, 2020

Una de las causas más habituales de consulta de urgencias en veterinaria son las intoxicaciones en pequeños animales. Algunas de ellas se producen por accidente, pero las más frecuentes se deben a que algunos propietarios medican a sus mascotas de forma inadecuada y sin la supervisión de un profesional.

A continuación hablaremos de dos causas de intoxicación en pequeños animales que podrían llegar a evitarse solo con responsabilidad y atención por parte del tutor. Continúa leyendo, pues conocer esta información puede ahorrarte más de un susto.

Intoxicaciones en pequeños animales: medicamentos antiinflamatorios no esteroideos

Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos —AINEs— se utilizan como analgésicos en la clínica de pequeños animales. En condiciones normales son una herramienta sanitaria excelente, por ejemplo para tratar la fiebre o el dolor agudo.

El problema viene cuando el propietario decide la dosis del animal por su cuenta, pues así cree que se evita una visita al veterinario. Nada más lejos de la realidad, pues como dice el refrán, lo barato suele salir caro.

Los animales no metabolizan los fármacos igual que las personas. Por ello, estas intoxicaciones son comunes tanto en perros como en gatos.

Un perro mira una pastilla roja.

El paracetamol

Se trata de un AINE que casi todo el mundo tiene en su botiquín. La dosis tóxica para mascotas es de 50 mg/kg en gatos y 150 mg/kg en perros. Si se superan estos valores, el animal no podrá metabolizar el fármaco y se producirá el evento de toxicidad. A partir de aquí comienzan a aparecer síntomas de daño al hígado y de destrucción de los glóbulos rojos.

Además del tratamiento sintomático y de mantenimiento del animal, el antídoto más eficaz frente a esta intoxicación es la acetilcisteína. Esta sustancia reduce la extensión del fallo hepático y actúa como receptor de radicales libres tóxicos.

La aspirina

También conocido como ácido acetilsalicílico, es el AINE más empleado en medicina humana, de ahí que muchos propietarios se lo administren a sus mascotas sin pedir consejo veterinario. El problema es que las dosis terapéuticas y tóxicas en animales están muy próximas.

Además, su toxicidad se ve incrementada si se administra conjuntamente con otros antiinflamatorios o si se utiliza en mascotas con la funcionalidad hepática o renal disminuida.

En perros se han descrito sobre todo intoxicaciones que cursan con vómitos y úlcera gástrica, pero los gatos son los que más sufren en esta intoxicación. En ellos se pueden apreciar varios síndromes simultáneos:

  • Insuficiencia renal.
  • Gastritis, acidez y úlceras gástricas.
  • Alteración de la coagulación, desajuste que provoca hemorragias graves en el animal.

Para la intoxicación por aspirina no existe una sustancia específica que funcione como un antídoto. Por ello, el tratamiento se limita a tratar de resolver los síntomas.

Intoxicaciones en pequeños animales: pesticidas

A continuación hablaremos de tres de los pesticidas que pueden provocar intoxicaciones en pequeños animales. Estos compuestos suelen generar problemas graves en la clínica veterinaria.

El imidacloprid

Esta sustancia se utiliza como insecticida y en ocasiones como antiparasitario externo en las pipetas. Entre sus usos permitidos destacan el control de termitas, pulgas, cucarachas y hormigas. Su mecanismo de acción altera la función neurológica del insecto y provoca su muerte.

Como decimos, la aplicación veterinaria es tópica mediante pipetas, pues se busca que el fármaco se distribuya a través de los folículos y las glándulas sebáceas. El problema es que cualquier producto aplicado en la piel es susceptible de ser ingerido, sobre todo en los gatos —debido a sus hábitos de limpieza—.

Al no existir un antídoto específico, el tratamiento será puramente sintomático. En general se recurre a los lavados de estómago o a la inducción del vómito, pese a que existen bastantes contraindicaciones. En caso de reacción de hipersensibilidad local en la zona de aplicación de la pipeta, se recurrirá a un baño con champú no insecticida.

Para evitar esta intoxicación se recomienda lo siguiente: nunca utilizar las pipetas para perros en gatos, ni las pipetas para perros medianos o grandes en canes pequeños. Aunque pueda parecer una forma de ahorro, a la larga lo barato puede salir muy caro y costarle la salud al animal.

Las piretrinas

Estas sustancias se emplean también como insecticidas y contra parásitos externos. Como sucedía con el imidacloprid, se comercializan en forma de pipetas, collares, sprays y champús antiparasitarios.

En caso de intoxicación, esta se produce por absorción a través de la piel, por lamido del pelo o por ingestión accidental. Los síntomas son los de un cuadro neurológico:

  • Aumento de la salivación.
  • Falta de coordinación.
  • Desorientación.
  • Convulsiones.
  • Hiperactividad.
  • Bradicardia: reducción de la frecuencia cardiaca y dificultad respiratoria.
  • Síntomas digestivos.

Los organofosforados

Forman parte de todo tipo de champús de baño, sprays, pipetas y collares contra parásitos externos, pero también se pueden encontrar en cebos para acabar con garrapatas, pulgas y hormigas en el ambiente. La intoxicación, cuando se produce, es por absorción dérmica, lamido o ingestión accidental.

Los síntomas son muy variados, algunos similares a los producidos durante la intoxicación con piretrinas. El tratamiento sigue el mismo camino.

Intoxicaciones en pequeños animales como los gatos.

Cuidado y atención

En estas líneas te hemos presentado varias sustancias que se utilizan de forma habitual en medicina humana y veterinaria. Todas ellas tienen un efecto positivo en el paciente, siempre y cuando se utilicen como es debido y bajo estricta prescripción de un profesional.

Aún así, si se producen descuidos o se intentan reducir gastos utilizando medicación que se tiene por casa, ocurren este tipo de accidentes. Tener una mascota implica ser responsables de su salud y bienestar, y cada vez que uno de ellos está comprometido, lo más sensato es acudir a la clínica veterinaria.


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