Investigaciones nos cuentan cómo envejecen los perros

La apatía y las conductas agresivas en perros ancianos pueden aumentar por su temor a verse resentidos

Escrito y verificado por la bióloga Paloma de los Milagros.

Última actualización: 02 septiembre, 2019

A la hora de calcular cómo envejecen los perros siempre se ha generalizado diciendo que un año humano corresponde a siete caninos. Sin embargo, esta regla varía en función de la raza y el tamaño, y se presentan una serie de cambios físicos y conductuales característicos.

La esperanza de vida de un perro medio es de aproximadamente 12 años, a pesar de que esta cifra varía en función de factores físicos, genéticos, ambientales o nutricionales entre muchos otros.

A la hora de calificar a estos animales como mayores, independientemente del tamaño, los dueños tienden a la confusión. De hecho, mientras estos consideran que un perro envejece a partir de los siete o nueve años, la mayoría de veterinarios adelantan esta cifra a los cinco o siete. Para determinar dicha edad, los expertos se fijan en una serie de cambios tanto en apariencia como en comportamiento.

Signos para entender cómo envejecen los perros

• Cambios en el color del pelaje. Al igual que ocurre con los humanos, la aparición de canas es uno de los indicativos más notables del envejecimiento. Normalmente, este pelaje grisáceo se concentra en el hocico y alrededor de los ojos.
• Cambios en los ojos. La pérdida de visión, que puede llegar a culminar en cataratas, viene acompañada de hundimiento ocular, presencia de manchas marrones u otras alteraciones morfológicas frente a los ojos sanos de la juventud.
• Fluctuación de peso. Aunque puede ocurrir que el descenso de actividad contribuya al aumento de peso, generalmente suele haber pérdida del mismo. La razón es el menor apetito del animal que le lleva a reducir la ingesta y la frecuencia de esta.

• Cambios en la conducta urinaria. La incapacidad para contener la orina no tiene que ser castigada, pues es un síntoma más de que el perro está envejeciendo. Al mismo tiempo, la disminución alimentaria puede ocasionar estreñimientos crónicos.
• Apatía. Los dolores físicos o la falta de energía pueden llevar al aislamiento del animal. Así, los perros que no quieren ser molestados por otros miembros del hogar tienden a esconderse o recurrir a siestas más largas de lo normal.
• Conducta agresiva. El comportamiento huraño suele combinarse con reacciones violentas en el caso de que el animal se vea resentido en sus dolencias. Además, el factor del miedo incrementa con la vejez y lleva a respuestas desproporcionadas con objeto de protegerse.
• Desorientación y conductas repetitivas. Los olvidos y otra serie de alteraciones mentales pueden llevar al tropiezo, la aparición de tics nerviosos u otras anomalías.

Consejos paliativos para los dueños

A pesar de que el paso del tiempo es una realidad incuestionable, los dueños pueden contribuir al bienestar de la mascota en sus últimos años.

Además de llevar a cabo revisiones completas al menos una vez al año, es importante abordar adecuadamente las cuestiones alimentarias y la actividad física. El cómo envejecen los perros está directamente relacionado con la calidad y cantidad de atención que reciben en los aspectos que más se alteran con la vejez.

Los perros mayores generalmente requieren menos aporte energético y menos grasas, puesto que su actividad metabólica tiende a disminuir.

Para ello, muchas marcas de pienso elaboran formulaciones específicas que, a su vez, incrementan el porcentaje de fibra para ayudar a combatir el estreñimiento. La transición a la nueva dieta adulta, igual que para cualquier otro caso, siempre debe ser gradual y hay que comprobar que tanto la ingesta como la apariencia de las heces son normales.

Aunque los perros ancianos tiendan al aislamiento, los dueños deben hacer todo lo posible por buscar su motivación. El ejercicio es necesario para la prevención de problemas a nivel óseo y muscular, además de contribuir a su felicidad y bienestar mental.