La barracuda, un pez agresivo e impredecible

La barracuda es uno de esos peces con los que no quieres encontrarte cara a cara: su impresionante aspecto y su potente musculatura lo hacen uno de los depredadores más temidos del océano.
La barracuda, un pez agresivo e impredecible

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 25 julio, 2022

Cuando pensamos en animales marinos peligrosos, a todos se nos vienen a la cabeza especies como los tiburones, orcas o medusas… Pero poco se sabe de uno de los peces más agresivos y comunes de las zonas de costa: la barracuda.

Contrario a lo que se podría creer, se les denomina barracudas a varias especies del género Sphyraena que forman parte de la familia de los esfirenos (Sphyraenidae). Estos son peces carnívoros que puedes ver en cualquier parte del océano y que son populares en ciertos países. Sigue leyendo este espacio y descubre más a cerca de este peculiar animal.

Morfología y hábitat de la barracuda

El tamaño de la barracuda puede ser muy variado, con una longitud que oscila entre los 50 y los 180 centímetros. Tiene formas muy aerodinámicas que lo hacen tremendamente veloz y destaca por su alargado y musculoso cuerpo, de apariencia inofensiva hasta que echas un ojo a su boca.

Su mandíbula es muy grande en comparación con el resto del cuerpo. Alberga una fila de dientes afilados, irregulares y de gran tamaño, que harán que entres en pánico si te topas de frente con una de ellas. De hecho, es bastante común que los buzos reciban heridas al encontrarse con estos peces.

Su peso oscila entre los 9 y los 20 kilogramos, pero no es complicado encontrar ejemplares de casi dos metros y más de 25 kilogramos. Su mandíbula es fuerte, y es capaz de desgarrar a su presa de forma muy violenta; pocos rivales son capaces de sobrevivir al ataque de una barracuda adulta…

Barracuda: hábitat

En cuanto a su hábitat, los ejemplares adultos y los más jóvenes tienen hábitos diferentes. Las barracudas jóvenes suelen formar cardúmenes y frecuentan las zonas poco profundas y costeras, donde proliferan las presas fáciles y las aguas más cálidas. Mientras que las adultas son solitarias y pasan la mayor parte de su tiempo en zonas profundas.

También se suelen encontrar en zonas de manglares o en lagunas costeras, siempre al acecho y buscando algo que llevarse a la boca. En casi cualquier parte del mundo te puedes encontrar con uno de estos depredadores, aunque te recomendamos que no los molestes.

Alimentación de la barracuda

Partiendo de la base de que una barracuda adulta puede comerse casi cualquier cosa comestible que se encuentre, dentro de su ecosistema es considerada una oportunista. No obstante, sus platos preferidos son los peces pequeños (fáciles y rápidos de capturar), los pequeños crustáceos y los calamares.

Es más, las barracudas son capaces de cazar peces mucho más grandes que ellos, como los atunes, los meros o los peces gato. Para ello desgarra poco a poco varias partes de sus costados hasta que los debilita lo suficiente para matarlos. Son sin duda cazadores temibles de la naturaleza.

Barracuda: alimentación

Los humanos no entran en su dieta y no es común que nos ataque si no se siente intimidada, momento en el que suele realizar un ataque rápido explosivo para después huir rápidamente. Las consecuencias de un ataque de una barracuda adulta suelen ser graves, con desgarros importantes, aunque no suelen ocasionar la muerte.

Reproducción de la barracuda

Este pez suele reproducirse entre los meses de abril y noviembre, cuando el agua suele estar más cálida y aumenta la cantidad de alimento disponible. No obstante, cada especie tiene sus propias preferencias, así que su época reproductiva cambia según su ubicación geográfica.

A los tres años, una barracuda macho ya está lo suficientemente desarrollada para la reproducción, mientras que las hembras necesitan un año más para que su cuerpo esté preparado.

Las zonas con aguas poco profundas y calientes son las preferidas por las hembras para poner sus huevos. Los ponen en zonas protegidas, pero sueltos para evitar en todo lo posible que sean devorados por peces más pequeños.

En cada puesta suelen producir entre 5 000 y 30 000 huevos, una cifra suficiente para garantizar una nueva generación de barracudas, aunque la mayor parte de ellos no lleguen a la adultez y sean devorados.

Cuando eclosionan, las zonas de arrecife ofrecen a los pequeños peces la protección que necesitan antes de aventurarse a explorar zonas más profundas y peligrosas, en donde serían una presa muy fácil de atrapar.

¿Son comestibles?

Los ejemplares medianos se suelen consumir en forma de filetes, aunque las barracudas más grandes pueden ocasionar casos de intoxicación alimenticia en países del este. Esto no significa que dichos peces sean tóxicos, pues no producen ningún tipo de veneno de manera natural. Sin embargo, los ejemplares podrían “contaminarse” al comer ciertos dinoflagelados tóxicos en su ambiente.

Al padecimiento que producen las barracudas “contaminadas” se le denomina ciguatera. Esta intoxicación genera malestares gastrointestinales en la mayoría de las situaciones, pero también podría producir afectaciones neurológicas o cardíacas. Por esta razón, se suele emitir alertas sanitarias cuando se detecta alguna intoxicación por consumir barracuda.

Pesca de la barracuda

Las barracudas son peces valiosos

Aunque existe cierto riesgo potencial en su consumo, la barracuda es considerada como un manjar peculiar para ciertas personas. Gracias a esto, es uno de los objetivos comunes de los pescadores que viven cerca de sus zonas de distribución.

No obstante, su peculiar popularidad por ser uno de los peces más rápidos y fuertes del océano, lo han transformado en un excelente rival para los entusiastas de la pesca deportiva. Su velocidad y fuerza hacen que sea una especie muy difícil de atrapar con una caña, pero la foto final –con sus impresionantes dientes– es de las más deseadas.

En la actualidad no corre ningún riesgo de extinción y el número de ejemplares es muy abundante, lo que es una magnífica noticia dada la presión que están sufriendo los océanos en estos tiempos. Además, son peces capaces de atacar y desgarrar los músculos de cualquier bañista, por lo que el temor aleja a los curiosos.


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