La epilepsia en perros: síntomas y soluciones

La epilepsia en perros se traduce en ataques o convulsiones que se repiten con cierta frecuencia
La epilepsia en perros: síntomas y soluciones

Escrito por Yamila

Última actualización: 01 enero, 2019

La epilepsia en perros es uno de los problemas de salud más angustiantes para los dueños, debido a que no saben cómo actuar ni qué hacer durante los ataques. En este artículo te contaremos todo lo que debes saber sobre esta enfermedad.

La epilepsia en perros: qué es

Si un can sufre de ataques convulsivos repetitivos quiere decir que es epiléptico. Aunque dichas convulsiones pueden aparecer por diferentes causas, se afirma que es epilepsia cuando los episodios se vuelven periódicos.

Cuando la actividad eléctrica del cerebro es anormal, las neuronas ‘se alteran’ y provocan los espasmos a nivel local o general. Sin embargo, esto no se relaciona con los movimientos del animal, ya que incluso hay casos en que el perro tiene un ataque cuando está durmiendo, en reposo o descansando.

Existen diferentes causas de la epilepsia en perros, desde un tumor cerebral a una malformación congénita, pasando por un tema hereditario, una infección generalizada o hasta por la ingesta de insecticidas usados en jardinería.

También hay casos de epilepsia por alteraciones en la composición de la sangre o una mayor concentración de electrolitos de sodio o potasio en el organismo. Todo ello lleva a un aumento en la excitación de las neuronas.

La epilepsia en perros: síntomas

La epilepsia en perros paso a paso

Los ataques epilépticos en los perros aparecen de forma inesperada e impredecible. Pueden durar como máximo un minuto y medio, aunque por supuesto para los dueños pareciera mucho más. Además, el animal queda realmente agotado, como si hubiese estado haciendo ejercicio durante horas.

La intensidad de los ataques dependerá del área afectada del cerebro: pueden haber convulsiones generalizadas o focales. Las fases o etapas de la epilepsia en perros son las siguientes:

1. Fase inicial

También conocida como de aura o prodromos, la mascota cambia su comportamiento, se muestra nervioso, intranquilo y diferente al resto del tiempo. Puede que quiera llamar tu atención todo el tiempo, que ladre sin motivos, que no pueda aguantar las ganas de orinar o que esté como desorientado.

Con el tiempo, podrás adelantarte a los hechos y saber con al menos unos minutos de antelación que a tu perro está por darle un ataque epiléptico. Eso es bueno para prepararte y eliminar aquello que pueda herirlo durante el cuadro.

2. Fase de convulsiones

En este momento, llamado ictus, el ataque comienza. El animal se mueve frenéticamente y cae de lado al suelo. Aquí aparecen las famosas contracciones musculares (como temblores), el movimiento involuntario de las extremidades, los gemidos, los aullidos, la producción abundante de saliva, los ojos ‘abiertos y en blanco’, y el descontrol de esfínteres (orina o defeca).

Esta es la fase crítica, cuando la epilepsia se manifiesta en su máxima expresión. Es muy importante saber que el animal está inconsciente de todo lo que hace en ese momento y que puede golpearse con cualquier cosa que tenga a su alrededor. Ofrecerle una manta o colchón donde ‘caer’, así como también un sitio tranquilo, es fundamental. Ante todo, hay que mantener la calma.

3. Fase final

Una vez que el ataque ha cesado, el perro estará un rato sin moverse o bien lo hará de forma repetitiva pero más lenta (como si estuviese soñando). Luego se sentirá confundido, inquieto, desorientado y no responderá cuando le llames o digas su nombre.

Quizás quiera levantarse del suelo, pero caminará a trompicones y se tropezará con todo lo que encuentre a su paso. En esta etapa es muy importante dejarlo tranquilo, ofrecerle un buen recipiente con agua y su manta para que duerma todo lo que necesite hasta recuperarse. El ambiente debe estar calmado y bien ventilado.

La epilepsia en perros: soluciones

¿La epilepsia en perros tiene solución?

Es necesario saber que la epilepsia en perros es crónica y de por vida. Esto quiere decir que no existen tratamientos que la curen. Al ser mayormente hereditaria y afectar al cerebro, son pocos los avances médicos y científicos al respecto.

Lo que sí podemos hacer es reducir el estrés del animal para evitar nuevos episodios o espaciarlos lo máximo posible. ¿Cómo? A través de terapias alternativas de homeopatía, reiki o incluso acupuntura, siempre ofrecidos por un profesional.

Por supuesto, ante un episodio epiléptico, mantener la calma y acondicionar el ambiente para evitar golpes o heridas producidas durante las convulsiones o la confusión posterior.


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  • Goiz-Márquez, G., Chacón, S. C., Ortiz, H. S., & López, H. S. (2008). Epilepsia en perros. Veterinaria Mexico.


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