La pogona o agame barbudo: todo sobre este lagarto

La pogona es uno de esos reptiles que todo el mundo recuerda por sus impresionantes espinas que recorren su cuerpo, pero es un animal dócil y tranquilo a pesar de su imagen

El mundo de las mascotas es tan apasionante como variado. Lo más común es compartir tu hogar con un perro, un gato, un hámster, pero hay animales de compañía tan curiosos como la pogona, un precioso y particular lagarto.

El agame barbudo, como también es conocido, entra dentro de los lagartos medios, con una longitud total que puede llegar a alcanzar los 60 centímetros, por lo debemos tenerlo en cuenta antes de adquirir uno.

Descripción de la pogona

Lo primero que llama la atención de este curioso lagarto son las escamas espinosas que tiene alrededor del cuello, espinas que utiliza para intimidar a sus adversarios y depredadores, y que también las tiene por los laterales del cuerpo. Lo cierto es que le dan un aspecto poco apetitoso…

Los machos son ligeramente más grandes que las hembras, y pueden llegar a pesar 450 gramos. La variedad de colores que pueden tener hace que solo las espinas te den una pista sobre si es o no una pogona, ya que las puedes encontrar de color marrón claro y oscuro, con tonos grisáceos, rojos, verdes o anaranjados, pero todas ellas tienen las mismas características físicas.

Para diferenciar entre machos y hembras, solo hay que echar un vistazo a la cola, ya que el macho tiene unas protuberancias a ambos lados que hacen muy fácil la identificación. Cuando son muy jóvenes es más complicado porque aún no tienen desarrollado el sistema reproductor al 100 %, pero un profesional te sacará de dudas.

Características del terrario

Estas pogonas o agames barbudos son originarios de Australia, concretamente de las zonas desérticas del sudeste, donde pasan sus días entre la arena y los matorrales bajos. Pero si lo que vas a hacer es compartir tu vida con uno de ellos, debes adaptar el terrario a sus necesidades.

Para que estos animales tengan una vida placentera y cómoda, debes vigilar el tamaño, la humedad y la temperatura del terrario; tener un lagarto no es tan sencillo como pueda parecer y necesita una pequeña inversión inicial.

Por ejemplo, es aconsejable brindarle dos zonas distintas con diferente temperatura, una con unos 22 grados y otra con unos 38 grados. Con ello emulamos las condiciones climáticas de su hábitat natural.

Como cualquier lagarto, las pogonas necesitan luz ultravioleta por lo menos el 50 % del día, mientras que en la otra mitad agradecen la oscuridad o la luz tenue. En cuanto a la humedad, lo ideal para estos es que esté en torno al 30-40 %, y deben tener siempre agua fresca disponible.

Por otra parte, los terrarios deben tener los suficientes refugios y plantas para que puedan esconderse en caso de que lo necesiten. Para ello se utilizan plantas, rocas y troncos secos, donde pasarán largas horas sin hacer absolutamente nada.

Es importante que las plantas vivas que metas en el terrario no sean tóxicas para la pogona, porque su primera reacción será intentar comérsela y puede causar daños a su salud.

Reproducción y alimentación

La pogona es un animal omnívoro, por lo que disfruta de multitud de alimentos diferentes como proteína animal, verdura, fruta… En tiendas especializadas venden piensos adaptados a las necesidades de estos lagartos, con los que tendrán una alimentación completa, pero no está de más incluir en su dieta alimentos frescos como frutas y verduras.

Los insectos les encantan, y no dejará escapar un grillo, un saltamontes o una mosca que pase cerca de él. Los atrapa con su lengua y se los come con mucha rapidez; son todo un caramelito para la pogona.

Respecto a la reproducción, los machos son los que cortejan a las hembras con movimientos oscilantes de la cabeza e inflando la zona de las espinas del cuello para impresionarlas. La madurez sexual la alcanzan aproximadamente a los dos años de vida, tanto las hembras como los machos, y es entonces cuando es aconsejable separar a los machos para evitar posibles peleas.

Como ves, tener un lagarto como este en casa puede requerir más atenciones de lo que parece, pero una vez tengas todo instalado, es un animal de rutinas que no va a causarte ninguna molestia y será el centro de atención de tu casa.