¿Los premios que damos a nuestros perros pueden tener un mal uso?

¿Los premios que damos a nuestros perros pueden tener un mal uso?

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 31 agosto, 2015

El refuerzo positivo es una de las estrategias más usadas al momento de entrenar perros. Sin embargo, surgen algunas dudas sobre su aplicación, por lo que muchos terminan cuestionándose si los premios que damos a nuestros perros pueden estar siendo mal utilizados.

Cuándo es apropiado premiarlo

El entrenamiento clásico de los perros se denomina condicionamiento operante, y está fuertemente ligado al aprendizaje de cosas nuevas. De acuerdo con este modelo de enseñanza, las conductas espontáneas que quieras que el perro conserve se verán reforzadas de manera positiva a través de premios, convirtiéndose después en hábitos.

Esto en apariencia no parece malo, pero definitivamente durante su aprendizaje las recompensas deben medirse y no premiarse todo. Por lo tanto, es prudente analizar de antemano las acciones que deben premiarse y elaborar una estrategia de entrenamiento.

¿Cuándo debo recompensar a mi perro?

cachorro no quiere comer 2

Cuando se le está enseñando un hábito nuevo

Cuando el perro está aprendiendo algo nuevo es muy recomendable la recompensa, pues esta forma parte del estímulo positivo. Así el perro asociará de una forma más fácil que la acción que está haciendo es de nuestro agrado y esto le ayudará a convertirla en algo habitual.

Cuando está aprendiendo cosas de dificultad elevada

En el caso de los perros que se usan para actividades como el rastreo, el rescate, la vigilancia o los perros de apoyo para personas con condiciones especiales, la recompensa es una parte primordial del entrenamiento, pues deberán realizar acciones que no hacen instintivamente.

¿Cuándo no premiarlo?

Cuando comete acciones ya aprendidas

Si el perro ya ha superado la etapa del refuerzo y ha convertido en un hábito una acción no es bueno premiarlo cada vez que la haga. De hacerlo, fomentará la pereza para aprender cosas nuevas y dificultarás su aprendizaje futuro.

Esto se debe a que normalmente enseñamos primero las acciones base y sobre estas se establecen las actitudes más complejas. Si el perro recibe la recompensa cada vez que hace la acción base ya no querrá continuar cometiendo las actividades más difíciles, pues ya habrá obtenido lo que desea.

Un momento primordial durante el aprendizaje se da cuando se empieza a eliminar paulatinamente la recompensa, para que el perro sea capaz de ejecutar una orden sin necesidad de que lo “sobornes” con lo que uses para premiarlo.

Deberá responder solo a tu voz o al método que uses para que ejecute la acción, reservando la recompensa únicamente para las acciones de mayor dificultad.

Cuando se le dan todo el día o sin ningún motivo

Es muy importante que tu perro relacione la recompensa con una acción. Si recibe premios sin ningún motivo harás que premiarlo pierda valor, pues él aprenderá que puede obtener de todas formas, ya sea siguiendo las órdenes o no.

Premiar exclusivamente con comida

A la larga este tipo de recompensas se terminan convirtiendo en sobornos. Por lo tanto, tu perro te verá como un dispensador de golosinas y seguirá tus órdenes solo cuando quiera conseguir una.

¿Qué tipo de recompensa usar?

entrenamiento perro

Para el entrenamiento canino existen una gran variedad de elementos y lo mejor es que utilices métodos varios, en especial para evitar que consuma en exceso una sola clase de producto.

Igualmente, si utilizas comida debes buscar alguna baja en grasa y sal para evitar problemas como la obesidad.

Si bien en el mercado hay una gran cantidad de productos que puedes usar para este fin, lo mejor es que busques algunos que le ayuden a limpiar los dientes o que sean altos en fibra para beneficiar su sistema digestivo.

Recuerda que es mejor no usar pienso como premio. De lo contrario ocurrirá que tu perro no diferencie cuando lo estés alimentando de cuando lo estés recompensando.

Lo ideal es que incluyas como premio las caricias, los mimos y los juegos, al igual que las palabras dichas en tonos afectuosos (ten en cuenta que tu perro puede asociar varias palabras y entienden el tono de tu voz).

De esta manera tu perro no solo se interesará por el alimento, sino que será grato para él complacerte porque se verá beneficiado afectivamente.

Por último, debes aprender cómo diferenciar los estados de ánimo de tu perro. Así evitarás premialo cuando esté ansioso, agresivo o nervioso, pues solo terminarás reforzando este tipo de conductas en él.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.