Mitos y realidades sobre la luna llena y el comportamiento animal
Si bien la mayoría de hechos relacionados con la luna llena y el comportamiento animal han resultados ser mitos, existen evidencias de otros que sí son verdaderos. Para comenzar, el ciclo lunar –con sus distintas fases– hace que la noche esté más o menos iluminada. Esto puede tener grandes repercusiones sobre la conducta de los animales nocturnos. Por ejemplo, una luna llena puede facilitar la comunicación entre individuos o que, aquellos que más se benefician de la oscuridad, se asusten.
Por otro lado, el ciclo lunar también está involucrado, directa o indirectamente, en el reloj biológico de muchas especies. Por tanto, no es la luna llena en sí, sino todo el ciclo lunar. Sin embargo, no todos los animales tienen cambios en su comportamiento, dependerá, ciertamente, de lo relacionados que estén con la nocturnidad.
Mitos sobre la luna llena y el comportamiento animal
Tradicionalmente, se ha relacionado las noches de luna llena con situaciones muy extrañas. Muchas de estas, relacionadas con los animales y su comportamiento. Lo cierto es que la luna llena tiene efectos sobre los animales, pero muy diferentes a los mostrados en los cuentos populares.
Los lobos no se relacionan con la luna
Desde siempre hemos escuchado que los lobos se relacionan con la luna. Todos hemos podido oír que los lobos aúllan a la luna cuando esta está llena. Sin embargo, esto no es cierto, los lobos aúllan para comunicarse, independientemente del ciclo lunar.
Las mascotas no tienen más accidentes cuando hay luna llena
Se dice que los perros y gatos tienen una mayor probabilidad de sufrir accidentes cuando hay luna llena. Según la bibliografía consultada, en los centros veterinarios no reciben más casos los días que la luna se encuentra en este estado. Por lo tanto, que las mascotas tengan más accidentes cuando hay luna llena es un mito.
Los perros pueden sufrir convulsiones o ataques epilépticos cuando hay luna llena
Otro de los grandes mitos sobre la luna llena y el comportamiento animal es el de los ataques epilépticos aumentados. Este hecho falso expresa que los perros se ponen muy nerviosos cuando hay luna llena, no dejan de andar por casa, le aúllan, sufren ansiedad e, incluso, sufren convulsiones o ataques epilépticos. Según las investigaciones, no existe una relación entre estos ataques y la luna llena.
Influencia de la luna llena sobre el comportamiento animal
A continuación, veremos algunos ejemplos de cómo la luna llena parece estar relacionada con ciertos comportamientos de los animales. En muchos casos, los afectados suelen ser los animales nocturnos, pero no siempre es así.
El desove sincrónico de los corales
Los corales liberan sus gametos al océano donde ocurre una fecundación externa. Según los estudios, se descubrió que, aunque los arrecifes de coral estuvieran a cientos de kilómetros alejados unos de otros, todos liberaban sus gametos a la vez, justo en la luna llena o pocos días antes o después.
Además, aunque una colonia de corales no tuviera la maduración suficiente para liberar sus huevos, parecían acelerar el ritmo ante la llegada de la luna en los meses de mayo y abril.
Pez conejo de mancha dorada y la luna llena
El pez conejo de mancha dorada (Siganus guttatus) es un animal nocturno de las aguas del océano Índico y oeste del Pacífico. Su actividad comienza cuando el sol se va.
No obstante, necesitan luz para reproducirse, la que obtienen de la luna llena. Estos animales sincronizan su estado reproductor con el ciclo lunar, de forma que varían los niveles de melatonina en sangre, una hormona relacionado con el ciclo sueño-vigilia, sin el cual, no podríamos vivir.
Comportamiento reproductivo relacionado con la luna en el tejón (Meles meles)
La relación entre el ciclo lunar y los cambios comportamentales en mamíferos están poco documentados en comparación con otros grupos animales. Según un interesante estudio de la universidad de Southampton, el ciclo reproductivo del tejón está fuertemente relacionado con la luna.
Cuando hay luna nueva, es decir, más oscuridad, los tejones miccionan más con la pata levantada de forma que su olor puede llegar más lejos para llamar la atención de la hembra. Además, sus cópulas duran mucho tiempo, por lo que la oscuridad los protege. Durante la luna llena, los tejones son más tímidos.
Conclusión
La luna llena es un fenómeno que ha dado mucho de qué hablar en torno al comportamiento animal desde hace siglos. Tanto así que en el imaginario popular no deja de tener vigencia este tema y aún tiene cabida en obras de ficción contemporáneas. Sin embargo, la ciencia nos indica que no todo lo que se dice es tal cual la realidad.
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