¿Qué es la narcolepsia canina?

¿Se ha quedado dormido tu perro mientras corría o realizaba alguna actividad? Aunque no lo parezca, es posible que esté sufriendo de narcolepsia, un trastorno del sueño que no se limita solo a los humanos.
¿Qué es la narcolepsia canina?
Ana Díaz Maqueda

Escrito y verificado por la bióloga Ana Díaz Maqueda.

Última actualización: 11 septiembre, 2020

Imagina cualquier tarde con tu mascota mientras paseáis por el parque. Tu perro corre felizmente mientras juega con otros canes, cuando de repente cae al suelo en un profundo sueño, como si estuviera en su cama. ¿Qué ha podido pasarle?¿un ataque al corazón? Quizá tu perro está sufriendo un episodio de narcolepsia canina.

En primer lugar, no te asustes, la narcolepsia no es una enfermedad letal, pero sí hay que prestarle atención. Este desorden del sistema nervioso se da principalmente en perros jóvenes o gatos, al igual que en humanos. ¡Sigue leyendo para aprender más sobre la narcolepsia canina!

¿Cómo se desarrolla un episodio de narcolepsia en perros?

Durante un episodio de narcolepsia ocurre un colapso total del animal y la pérdida del movimiento. Literalmente, la mascota cae en un sueño profundo como si entrase en sueño REM, aquella fase en la que se mueven rápidamente los ojos y se carece de tono muscular.

En muchas ocasiones, el ataque narcoléptico ocurre cuando el perro está en un momento físicamente muy activo, es decir, cuando juega o corre. Tras caer, a los pocos segundos o minutos se despierta de forma abrupta como si nada hubiera pasado.

A veces, la narcolepsia está ligada a otro desorden neurológico llamado cataplexia, el cual provoca una parálisis temporal de los músculos y pérdida de los reflejos. Normalmente, un perro mantiene la conciencia de los que le rodean y puede ser despertado mediante estimulación física o sonora.

Foto con zoom de un perro durmiendo.

¿Qué causa la narcolepsia canina?

La narcolepsia canina está ligada a factores genéticos o hereditarios, aunque puede derivar de otras patologías como la obesidad y desórdenes del sistema inmune. Investigaciones relacionadas con este desorden neurológico han determinado que el causante es un neurotransmisor llamado hipocretina.

Según estos estudios, cuando se producen anormalidades en los receptores de este neurotransmisor se interrumpe la regulación normal de los ciclos sueño-vigilia.

Además, han identificado las razas que más probabilidades tienen de sufrir una mutación en el gen que da lugar a estos receptores: labrador retriever, caniche, pinscher y teckel.

Diagnosticar la narcolepsia canina

El hecho de que un perro caiga repentinamente en un profundo sueño no es un factor determinante para diagnosticar la narcolepsia canina. Deben analizarse otros factores y hacer un largo seguimiento.

De manera ideal, realizar una PCR para detectar el gen mutado dentro del genoma del perro sacaría rápidamente de dudas al veterinario. No obstante, esta prueba no se realiza en todos los laboratorios del mundo y podría costar mucho dinero.

Así, lo más probable es que el veterinario pida un seguimiento continuo de los episodios supuestamente narcolépticos que sufre el animal:

  • ¿Qué estaba haciendo el perro justo antes?
  • ¿Cuánto dura el supuesto episodio?
  • Descripción detallada del ataque.
  • Determinar si existe algún estímulo predecesor para intentar provocar un episodio en la propia clínica.

Los síntomas de la narcolepsia canina pueden asimilarse o producirse a la vez que otros tipos de afecciones, como las enfermedades cardíacas, la diabetes o la epilepsia canina. Por ello, es probable que el veterinario quiera realizar otros tipos de análisis sanguíneos, de orina y bioquímicos para descartar otras enfermedades.

¿Puede un perro curarse de narcolepsia?

Por desgracia, hoy en día no existe una cura específica y determinante para tratar la narcolepsia canina, del mismo modo que no la hay para la narcolepsia en humanos. Sin embargo, determinar los factores que pueden llevar a un perro a sufrir un episodio puede servir de ayuda para evitar futuros ataques.

Si el perro, por ejemplo, suele sufrir un episodio tras jugar con la pelota o pasar demasiado tiempo en el parque, intenta reducir o evitar lo máximo posible estas acciones.

Como dijimos, la narcolepsia canina no es un desorden grave, pero si el perro cae dormido y se golpea la cabeza podrías encontrarte ante una emergencia veterinaria.

Un perro duerme bajo una manta.

La vida de un perro con narcolepsia

Lo más importante que debes saber es que, cuando tu perro tiene un episodio de narcolepsia, no sufre ningún tipo de dolor o malestar. Si se parte desde este punto, el hecho de que un can viva con este desorden neurológico no supone ninguna reducción de su bienestar.

Si eres tutor de un can con esta patología, simplemente debes estar muy atento a los estímulos que hacen que el perro se duerma de forma abrupta.

Recuerda que debes evitar ciertas situaciones y mantener una comunicación periódica con tu veterinario, ya que algunos estudios han revelado cierta degeneración neuronal en los cerebros de perros narcolépticos.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Deborah Eileen Menezes Baliellas, Carolina Vieira Cardoso, Josy Carolina Covan Pontes y Eduardo Fernandes Bondan. (2020). Narcolepsia canina. Revista Clínica Veterinaria. Disponible en: https://www.revistaclinicaveterinaria.com/science/edicion-123/narcolepsia-canina/
  • Foutz, A. S., Mitler, M. M., Cavalli-Sforza, L. L., & Dement, W. C. (1978). Genetic factors in canine narcolepsy. Sleep, 1(4), 413-421.
  • Lin, L., Faraco, J., Li, R., Kadotani, H., Rogers, W., Lin, X., ... & Mignot, E. (1999). The sleep disorder canine narcolepsy is caused by a mutation in the hypocretin (orexin) receptor 2 gene. Cell, 98(3), 365-376.
  • Siegel, J. M., Nienhuis, R., Gulyani, S., Ouyang, S., Wu, M. F., Mignot, E., ... & Cornford, M. (1999). Neuronal degeneration in canine narcolepsy. Journal of Neuroscience, 19(1), 248-257.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.