Peces extraños: la quimera de las profundidades

En las profundidades de los océanos existen numerosos animales extraños y desconocidos, como la quimera de las profundidades.
Peces extraños: la quimera de las profundidades
Érica Terrón González

Escrito y verificado por la veterinaria Érica Terrón González.

Última actualización: 10 febrero, 2020

La quimera de las profundidades (o simplemente “quimera”) es diferente a otros peces en muchos aspectos. Este curioso animal se dispersa por todo el mundo, entre los 100 y los 1700 metros de profundidad. En verano, a veces, sube a la superficie, pero en invierno busca las profundidades, donde las variaciones de temperatura son menores.

Su aspecto es bastante llamativo, ya que tiene unos ojos grandes, una cabeza más prominente que el resto del cuerpo y una aleta caudal bastante larga. Y dado que pueden alcanzar a medir entre uno y dos metros, se le ha atribuido el término de: “monstruo submarino”.

Generalidades

Estos extraños animales forman parte del grupo de los quimeriformes, un orden de peces cartilaginosos. Su cráneo los diferencia del resto de peces abisales, a causa de lo cual han constituido una subclase propia: la de los holocéfalos. En esta subclase están acompañados de otros peces conocidos como “tiburones fantasma”.

En la actualidad solo sobreviven 47 especies de quimeriformes.

Características de la quimera de las profundidades

Como ya comentábamos anteriormente, su aspecto es sumamente extraño:

  • En primer lugar, disponen de una gran cabeza protuberante. En ella se aprecia una cara grotesca debido a la apariencia que le dan los dos canales mucosos. Su mandíbula superior está fusionada con el resto del cráneo.
  • En segundo lugar, disponen de una cola larga y fusiforme, característica de muchos peces de las profundidades.
  • En tercer lugar, sus ojos son de color verde fosforescente, llenos de fotorreceptores para optimizar su visión en las profundidades.
Quimera de las profundidades
Chimaera monstrosa. Por: Andy Murch – ELASMODIVER

Estas características son las que le han dado el nombre de “quimera”, recordando a los monstruos de la mitología griega constituidos por partes de diversos animales.

Alcanzan tamaños de hasta dos metros, de los cuales la mayor parte corresponden a su desmesurada cola. Y las hembras son las más grandes. Poseen el cuerpo desnudo de escamas, comprimido lateralmente, desarrollado en longitud y fuertemente adelgazado hacia la cola

Su esqueleto es cartilaginoso, como el los elasmobranquios –tiburones y rayas–. Pero solo tiene dos aberturas branquiales, lo cual les acerca más a los peces óseos.

Pez rayas: características

Los adultos carecen de espiráculo, pero este si está presente durante del desarrollo embrionario.

Otra de sus características más llamativas es la púa que tienen en la parte delantera de la espina dorsal. Con ella pueden provocar heridas profundas e, incluso, inocular veneno a los depredadores.

Su picadura es muy dolorosa pero no es mortal para el hombre a no ser que se sea alérgico.

Alimentación

Se alimentan de moluscos y otros pequeños animales del lecho marino, como cangrejos, quisquillas o estrellas de mar. Posee unos dientes que son auténticos trituradores.

Reproducción de la quimera de las profundidades

Tienen pterigopodios que actúan como órganos sexuales externos masculinos. Y, a veces, un pequeño “pseudoterigopodio” en la cabeza, a semejanza de algunos tiburones prehistóricos.

Los machos aprovechan esta protuberancia carnosa que tienen entre los ojos para sujetar a las hembras durante la cópula.

La hembra deposita la puesta y la entierra en la arena. Cada huevo queda encerrado en una cápsula córnea y tapizada de pelo.

Chimaera monstrosa: la quimera de las profundidades de nuestros mares

Ilustración de una quimera de las profundidades.
Fuente: Base de datos de Terminológica y de Identificación de especies pesqueras de las costas de Andalucía.

Es una especie de quimera propia del noreste de Océano Atlántico y del Mar Mediterráneo.Parece preferir la plataforma continental superior entre los 300 y los 500 metros de profundidad.

En el Mediterráneo esta especie se encuentra en profundidades a partir de los 100 metros, pero es más abundante entre los 500 y los 800 metros. Hay referencias de especímenes a 650 metros de profundidad en el Mar de Baleares. Y a 800 metros de profundidad en el Mar Jónico.

Se trata de un pez en ocasiones capturado por los pescadores, aunque descartado en la mayoría de caso. Sin embargo, poco a poco, se está comenzando a comercializar.


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