Este perrito salva vidas de otros perros detectando venenos en parques

Este perrito salva vidas de otros perros detectando venenos en parques

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 27 noviembre, 2017

Los canes que pasean por los parques y otras zonas públicas de Zaragoza pueden hacerlo de forma más segura. Tras registrarse la muerte de algunos animales, y de las denuncias por trampas con comida envenenada, la ciudad cuenta ahora con Albatrox. Este hermoso perrito salva vidas de otros perros detectando venenos.

Albatrox, de peludo abandonado a héroe local

Hasta hace unos años, este noble can de raza Border Collie, vagaba abandonado por las calles. Pero tuvo la suerte de ser recogido por personal de la Oficina Municipal de Protección Animal del Ayuntamiento de Zaragoza.

Allí llamó la atención de Alfonso Martínez. El hombre vio en el peludo las características necesarias para poder entrenarlo en la detección de distintos tóxicos.

Los integrantes de esta dependencia, tras el incremento de casos de trampas de venenos para perros halladas en distintos lugares públicos, estaban buscando sin éxito a un perro que pudiera descubrirlas.

Pero la realidad cambió cuando llegó Albatrox. Martínez señala que, muy probablemente, las razones por las que el animalito fue abandonado son las mismas que permiten que sea tan eficiente a la hora de detectar venenos: su inquietud y su nerviosismo.

Conoce a Albatrox, un can que salva vidas de otros perros por su capacidad para detectar venenos en los parques de Zaragoza.

La historia del Border Collie que salva vidas de otros perros en Zaragoza

Fuente: static01.heraldo.es

La falta de paciencia de un irresponsable propietario hizo que un can muy activo como Albatrox fuera abandonado. El peludo, que ahora salva vidas de otros perros, fue rescatado en 2014, cuando tenía unos 3 años. Y su capacidad para detectar venenos cambió su destino y también la suerte de muchos canes.

El Border Collie respondió positivamente al entrenamiento para poder encontrar los tóxicos que verdaderos asesinos camuflan en comida para perros y que son depositados en parques y otros lugares con la clara intención de provocarles la muerte.

Durante unos seis meses Martínez trabajó con Albatrox para “convertir” el rastreo de estas sustancias en un juego para el peludo.

Fue así que el animalito debió aprender a tumbarse cuando detecta un veneno pero sin tocar el elemento hallado. Cuando esto sucede, el can es premiado con una pelota para que juegue.

Una tarea difícil que para el perrito resulta un divertido juego

Albatrox ya sabe cuándo va a salir a hacer sus recorridos porque su adiestrador le coloca un arnés especial. Cuando esto sucede, el animal se pone muy contento porque -para él- llegó la hora de la diversión.

Martínez y el can realizan recorridos diarios por dos o tres zonas de la ciudad que van siendo elegidas de manera aleatoria. Si los lugares a “rastrillar” resultan libres de venenos, se esconde un cebo falso para que Albatrox lo encuentre. La idea es que el animal no se fustre.

De todas formas, el entrenador reconoce que la tarea no es fácil. Y es que en Zaragoza hay más de 200 zonas verdes donde rastrear venenos. El trabajo se facilita cuando reciben denuncias concretas de objetos sospechosos.

En busca de un compañero para Albatrox

Pero además, existe otro peligro para los canes además del veneno. También se dejan alimentos en el que se introducen elementos punzantes de metal para provocarles heridas mortales a los peludos que los ingieran.

Aquí Albatrox no puede ayudar, ya que solo está entrenado para detectar sustancias químicas. Es por eso que la Oficina de Protección Animal está buscando canes con las características adecuadas para poder realizar esta tarea.

Lo más probable, entonces, es que muy pronto el peludo cuente con un compañero de juegos que lo acompañe en la tarea de salvarle la vida a otros perros que inocentemente se acercan a un trozo de comida que puede resultar una trampa letal.

Un perro con merecidos reconocimientos

Fuente: static01.heraldo.es

Lo cierto es que Albatrox pasó de ser un perro callejero a todo un héroe a nivel local. Y los reconocimientos no tardaron en llegarle.

El Ilustre Colegio de Veterinarios de la Provincia de Zaragoza (ICOVZ), por ejemplo, le entregó una distinción, compartida con su adiestrador, en reconocimiento al compromiso con la sociedad de instituciones, personalidades o animales.

También recibió el premio Zarapeluda de concienciación contra el maltrato animal, dentro de las jornadas que se organizan anualmente para promocionar la adopción responsable de mascotas. En este caso, Albatrox fue distinguido por ser “el ángel guardián de nuestros parques y el funcionario más guapo”.

Fuente de las fotos: elherado.es

 

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