Un perro es una sonrisa y una cola que se mueve alegremente

Un perro es una sonrisa y una cola que se mueve alegremente

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 14 noviembre, 2017

Una de las tantas frases que circula por internet sobre mascotas dice que “un perro es una sonrisa y una cola que se mueve alegremente”. Si bien, este es un buen resumen para describir un animal feliz, también puede ser un disparador para tomar conciencia de lo que debemos hacer como dueños para contribuir al bienestar de nuestros queridos peludos.

Señales de que un perro está feliz

Un perro que está contento suele demostrarlo con buena parte de su cuerpo, empezando por los movimientos de su rabo y siguiendo por la vivacidad  y el brillo de sus ojos y unas orejas atentas a todo lo que le dices.

Pero además, se ha comprobado que –aunque no pueda afirmarse que es su equivalente- manifiestan su alegría con expresiones muy similares a la sonrisa e incluso a la risa humana.

 “Al sonreír, el perro abre de forma ligera sus fauces y enseña un poco su lengua.”

-Konrad Lorenz-

¿Cómo sonríen los perros?

Autor: Roiz Roiz
Autor: Roiz Roiz

Uno de los primeros estudiosos de la sonrisa perruna fue el científico Konrad Lorenz. Experto en Zoología y Etología y autor del libro El hombre conoce al perro ‘(Man Meets Dog), Lorenz señalaba que “al sonreír, el perro abre de forma ligera sus fauces y enseña un poco su lengua”.

Además, cuando un can sonríe, el ángulo de su boca se hace más pronunciado y se estira casi de oreja a oreja.

Si observas bien, este gesto se aprecia con más frecuencia mientras el animal está jugando con una persona que le quiere y le trata cariñosamente. También, se manifiesta cuando interectúa y comparte juegos con otros animales.

Cómo lograr que tu perro sonría y mueva la cola

La sonrisa de un perro no se consigue por arte de magia. Para que tu peludo esté feliz, debes asegurarle una buena calidad de vida, tanto a nivel físico como emocional. Ten en cuenta estos temas:

  • Para empezar, respeta su naturaleza de perro.
  • Hazle saber cuánto le quieres con caricias y palabras.
  • Establece normas básicas de convivencia en la casa.
  • No le confundas con órdenes contradictorias.
  • Utiliza el refuerzo positivo para su entrenamiento.
  • Dedica un rato de tu día a jugar con él.
  • Estimúlalo con distintos juegos de inteligencia y pruebas.
  • Proporciónale una buena cantidad de juguetes.

Mascotas alegres y sanas

Un buen momento para afianzar la relación con tu peludo y para que demuestre cuán contento está, es el del paseo. Así que:

  • Permite que olfatee todo lo que quiera.
  • Fomenta su relación con otros canes.
  • Asegúrate que se ejercite lo suficiente.
  • Dedícale el tiempo necesario a esta actividad.
  • No aproveches el paseo para realizar trámites y compras y dejar a tu perro solo y atado en la calle.

Ten presente también estos ítems relacionados con su salud para asegurar la felicidad de tu perro:

  • Proporciónale una dieta sana y equilibrada.
  • No olvides nunca dejarle un cuenco con agua limpia y fresca.
  • Llévalo periódicamente al veterinario.
  • Cumple con el plan de vacunación.
  • Desparasítalo.

Otros puntos a tener en cuenta para lograr canes felices

También es importante que el animal tenga una rutina y que los momentos para su comida y para sus paseos se mantengan siempre en un mismo rango horario.

Así, también se acostumbrará a hacer sus necesidades en determinadas horas del día.

Es fundamental que le asegures un lugar confortable y tranquilo para su descanso y que le garantices las horas de sueño que necesita.

Otras formas de saber que tu perro está feliz

Autor: bernavazqueze
Autor: bernavazqueze

Además de agitar su rabo y sonreir, un perro feliz se manifiesta a través de otras vías. Por ejemplo:

  • Duerme entre 8 y 10 horas, sobre todo por la noche.
  • No presenta desórdenes alimentarios.
  • Interactúa animadamente con otras mascotas.
  • Reclama juegos, paseos y caricias.
  • No tiene alteraciones de conducta.

Asegúrale la felicidad a tu mascota

Recuerda entonces que, además de querer a tu perro, debes quererlo bien. A veces, por desconocimiento, hacemos cosas que creemos que son buenas para él pero conseguimos el efecto contrario.

No dudes en pedir ayuda profesional si notas que tu peludo es infeliz o no está siendo todo lo feliz que se merece.

Seguramente, agradecerá tu preocupación con un buen meneo de rabo y una gran sonrisa perruna.

Imagen cortesía de scott feldstein.

 


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.