Perros callejeros, una triste realidad que no termina

El abandono de mascotas es habitual en países de todo el mundo, y se debe a la precipitación a la hora de adoptar a un animal, la crisis económica por la que no se puede mantener, la crueldad de algunos criadores o la vejez con las enfermedades asociadas
Perros callejeros, una triste realidad que no termina

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 13 mayo, 2018

Aunque el mundo ha sufrido muchos cambios y mejoras en los últimos años, poco se ha podido hacer para paliar el problema de los perros callejeros. Aunque hay muchas organizaciones, e incluso personas particulares que luchan contra el abandono, la triste realidad es otra muy diferente.

Son muchas las causas por las que se produce el abandono de animales, y por las que por ende, hay cada vez más y más perros callejeros. No son tan difíciles de solventar en realidad, pero se requiere un poco de concienciación y algunos compromisos por parte de todos.

Causas de por qué cada vez hay más perros callejeros

Dependiendo de cada país, hay un porcentaje más o menos alto de perros callejeros. Aún así, las causas por las que se producen los abandonos suelen ser siempre las mismas. Los factores comunes que impulsan a que cada vez haya más y más perros en las calles, son los siguientes:

Adoptar por impulso

Hay muchas familias que ceden a los ‘caprichos’ de sus hijos, o incluso de ellos mismos, de tener un animal en casa. Piensan que los perritos son una monada y alguien que da mucha alegría a un hogar. Y esto es totalmente cierto, pero se olvidan de algo: es un ser vivo dependiente.

Adoptar perros, después abandonados

Y como tal, un perro entraña una responsabilidad que hay que estar dispuesto a asumir. Necesita suplir varias necesidades, salir a la calles tres veces al día, llevarlo al veterinario cuando se enferma y te coarta un poco a la hora de ir de vacaciones.

Cuando los que adoptan por capricho se dan cuenta de todos los inconvenientes de tener una mascota, tienden a abandonarla. Triste, pero cierto.

No tener cómo mantenerlo

Es común en los países en vía de desarrollo ver uno o más perros en casa, normalmente perros grandes. Es curioso, puesto que en estos lugares ya es complicado conseguir el alimento para uno mismo y para su familia, ¿de qué alimentan a los animales?

Este es un problema que surge con el tiempo, cuando dejan de darle la importancia debida, o cuando los ingresos menguan, algo que suele pasar muy a menudo. Entonces se deja de alimentar a los animales y estos vagan por las calles en busca de algo que echarse a la boca.

Overbooking en los criaderos

La avaricia del hombre es otra de las causas por las que cada vez más perros callejeros caminan sin rumbo. Aquellos que se dedican a la cría de perros obligan a las hembras a tener cachorros una y otra vez. Algunos de estos no son ‘perfectos’ tal y como ellos quieren, por lo que no son aptos para la venta.

Alimentar a los cachorros

Los menos crueles los abandonan. Los más crueles los asesinan. Aún así, son muchos de estos perros los que hoy viven en la calle simplemente por no haber sido suficientemente guapos para el gusto del consumidor.

Vejez

Del perro, claro está. Después de haber pasado toda la vida con un animal, te das cuenta de que este envejece, se enferma y requiere unos cuidados especiales que demandan de tu tiempo, y por qué no decirlo, de tu bolsillo. No todos están dispuestos a asumir estos ‘problemas’. ¿Triste? Sí, mucho, aunque nosotros lo definiríamos más bien de egoísta.

Muchos perros callejeros, sin importar el país que sea, son mayores y están enfermos. Muchos de ellos mueren en las calles sin un tratamiento que necesitan y sin poder hacerlo de manera digna como merecen. ¡Te dieron su vida!

¿Se podría arreglar el problema de los perros callejeros? Examinando las causas, nuestra respuesta es sí. El problema radica en los malos sentimientos de muchos, en la avaricia del hombre y en que no logran ver a los animales como seres vivos. Eso parece que escapa de nuestro control y debemos hacernos a la idea de que posiblemente nunca cambie.


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