¿Por qué tu perro se lame la boca?

Los lamidos cortos y lentos indican la plena satisfacción del animal
¿Por qué tu perro se lame la boca?
Paloma de los Milagros

Escrito y verificado por la bióloga Paloma de los Milagros.

Última actualización: 05 agosto, 2019

Cuando un perro se lame la boca tiende a asociarse con la comida, tanto si ya la ha ingerido como si está salivando mientras la observa. Sin embargo, este comportamiento también puede realizarse en ausencia de alimento y otros motivos muy diversos.

Algunos veterinarios y expertos en la conducta animal defienden que existen distintos tipos de lamer. Por un lado, están los relacionados con el apetito, que implican grandes movimientos laterales de la lengua respecto a la boca. Por otro, están los movimientos más simples y cortos que, básicamente, se centran en el salivado.

Causas más comunes

  • Deshidratación. Después del factor comida, el exceso de calor, ejercicio o la necesidad de beber agua son los motivos más frecuentes por los que un perro se lame la boca. Si tras descansar y refrescarse, el animal sigue lamiéndose, puede tratarse de una deshidratación más severa. Algunos de los síntomas que indican una mayor gravedad son la presencia de encías opacas, ojos hundidos y pérdida de elasticidad cutánea. Además, estos pueden acompañarse de vómitos, letargo y diarrea.
  • Miedo y ansiedad. Cuando los perros se sienten temerosos ante una situación a la que no pueden enfrentarse, tienden a llevar a cabo este comportamiento. Por ello, cuando se encuentran amenazados frente a otro animal o persona, salivan como gesto de sumisión y apaciguamiento, pero puede convertirse en un hábito nervioso.
Perro relamiéndose
  • Molestias bucales. Cuando un perro se lame la boca de forma continua, también puede ser un síntoma de caries, enfermedad periodontal u otra afección oral. Aunque lo adecuado es acudir a un veterinario ante una salivación excesiva, los dueños pueden comprobar previamente si hay una inflamación de las glándulas salivales. Para ello hay que comprobar el estado de la parte inferior de la mandíbula y por debajo de la lengua.
  • Náuseas. Las ganas de vomitar tras la ingesta de un alimento, u otro tipo de sustancia rechazada estomacalmente, puede provocar un lamido y tragado constante. Esto se debe a que hay una mayor producción de saliva que necesita ser tragada para evitar el acúmulo. Normalmente, el perro tratará de comer alguna planta que le ayude a expulsar aquello que su cuerpo fue incapaz de digerir, aunque también puede acudirse al veterinario en caso de persistencia.
  • Placer. Este tipo es muy característico por limitarse a lentos y suaves lamidos sin apenas sacar la lengua de la boca. En ocasiones, cuando un perro está muy relajado, debido a una caricia o un profundo sueño, se lame la boca o incluso babea. Este comportamiento indica la plena satisfacción del animal.
Perro relajado durmiendo

Otros motivos por los que tu perro se lame la boca

Aunque menos frecuentes, existen otras razones que pueden llevar a un perro a un exceso de salivación.

  • Por haber lamido un sapo u otra especie venenosa. Existen sapos, salamandras e incluso ciertos tipos de plantas cuyas toxinas pueden generar un babeo intenso, hinchazón de encías o vómitos. Lo más conveniente en estos casos es actuar con rapidez, lavar la boca al animal e ir al veterinario.
  • Ingesta de gramíneas. Las plantas con forma de espiga pueden ser tragadas accidentalmente y provocar molestos atragantamientos. Ante un incómodo desvío hacia los pulmones, los perros reaccionan estornudando, salivando y lamiéndose para provocar su expulsión. Si los síntomas perduran, se recomienda visitar al especialista que, en algunos casos, puede recurrir a la sedación para la liberación de dicha planta.
  • Simple llamada de atención. En ocasiones, el perro puede asociar que cada vez que se lame la boca recibe la atención demandada. Así, cada vez que requiera jugar, que quiera comer, o por su simple observación, repetirá dicho comportamiento.

A pesar de que existen multitud de factores que pueden llevar a un perro al lamido excesivo de su boca, el apetito sigue siendo la razón por excelencia. No obstante, siempre es aconsejable dedicar unos minutos a intentar comprender las posibles necesidades del animal para poder interpretarlo de la mejor manera.


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