¿Pueden los perros comer lentejas?

Los perros pueden comer lentejas como parte de su dieta, siempre que no supere la cantidad recomendada ni sea la base de su alimentación

Escrito y verificado por la bióloga Silvia Conde.

Última actualización: 12 diciembre, 2022

Las lentejas pertenecen a la conocida familia de las leguminosas, que forman parte de nuestra agricultura desde el Neolítico. Por sus múltiples propiedades, las lentejas suponen una fuente de proteínas que pueden comer los perros.

Propiedades de las lentejas

• Alto aporte de proteínas. Las lentejas contienen alrededor de un 25 % de proteínas en su composición, lo que supera al porcentaje de otros productos de origen animal.
• Alto aporte de hidratos de carbono, de tipo complejo, que el organismo aprovecha transformándolos en glucosa lentamente para su posterior absorción, por lo que no origina picos de glucemia, dato muy interesante en los problemas de diabetes.
• Contiene fibra. La fibra es también importante en la dieta de los perros: evita problemas de estreñimiento y, además, crea sensación de saciedad, una forma de controlar la obesidad en perros.
• Fuente de minerales y vitaminas. En su composición aparecen una gran cantidad de minerales esenciales en la dieta, como hierro, potasio, calcio, magnesio, fósforo, cinc y selenio, así como vitaminas del grupo B (B1, B2, B5, B6 y ácido fólico). Las lentejas son famosas por su contenido en hierro, pero como mejor se asimila este mineral es acompañándolo de algún alimento rico en vitamina C.
• Antioxidantes. Las lentejas aportan antioxidantes que retrasan la degeneración de las células de su organismo, una forma de prevenir ciertas enfermedades.

Los piensos contienen lentejas como una fuente de proteínas

Muchos piensos contienen lentejas y otras legumbres –guisantes, garbanzos, judías– como una fuente de proteínas. Actualmente, los piensos veganos se basan en estas verduras para suplir la cantidad de proteína diaria que necesita un animal.

Sin embargo, la dieta que mejor les funciona es aquella que obtenga las proteínas de diversas fuentes y, sobre todo de la carne; y mejor si procede de animales distintos, así como de pescado y verduras.

Para los perros alérgicos que necesitan una dieta más especializada, por ejemplo grain free, las legumbres se convierten en una parte importante en la composición del pienso.

Pero si lo que te interesa es una dieta casera, debes saber que, además de medir la proporción de cada producto que vaya a consumir tu perro, si eliges las lentejas como parte de su alimentación, tienes que cocerlas primero, sin especias, ni sal añadida.

Los perros pueden comer lentejas, pero no deben ser la base de su alimentación

A pesar de formar parte de la composición de muchos piensos, últimamente la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos del gobierno de EEUU) está investigando la relación de la presencia de estas legumbres como ingredientes principales en casos de cardiomiopatía dilatada en perros.

Si tu perro pertenece a una raza propensa a este tipo de problemas, debes consultar con tu veterinario antes de hacer cambios bruscos en su dieta y acudir a revisiones periódicas. Para aprovechar los beneficios de las lentejas, lo mejor es introducirlas de una forma moderada teniendo en cuenta que no deben ser la fuente principal de proteínas en la alimentación canina.

Otro dato al que tienes que prestar atención son los porcentajes. Asegúrate siempre de que el porcentaje en legumbres sea bajo y no supere nunca el porcentaje en carnes; los perros son animales carnívoros no estrictos y su dieta debe basarse en carnes, aunque puedan comer lentejas.

Los porcentajes en la composición de un pienso son estandarizados a perros de cierto tamaño y edad según la gama, y no son aleatorios. Si adquieres un pienso de calidad, podrás comprobar que existe mucha diferencia con otros de gama baja, como los que se venden en supermercados.

Esto explica su precio y popularidad entre la población, pero las consecuencias pueden ser problemas de digestibilidad, alergias y otras enfermedades a largo plazo. Piensa que invertir en la alimentación de tu mascota es invertir en su salud y prevenir futuros costes en el veterinario.