¿Qué es la blastomicosis canina?

La blastomicosis es una enfermedad que afecta a perros, humanos, gatos y raramente caballos. Los síntomas son muy similares entre seres vivos, pues se caracteriza por dificultades respiratorias y la aparición de granulomas con pus.
¿Qué es la blastomicosis canina?

Escrito por Samuel Sanchez

Última actualización: 17 septiembre, 2020

la blastomicosis es una enfermedad micótica sistémica causada por el hongo dimórfico Blastomyces dermatitidis, el cual puede afectar al ser humano, perros y gatos. El órgano más afectado suele ser el pulmón, pues las esporas ingresan al cuerpo del hospedador por inhalación directa.

¿Conoces cuáles son los síntomas más comunes de la enfermedad en canes? ¿sabes si existe riesgo de transmisión al tutor si la mascota está enferma? No temas, pues aquí damos respuestas a estas preguntas y otras muchas más.

Una patología inusual

Como ya hemos dicho con anterioridad, la blastomicosis canina es una enfermedad sistémica de aparición granulomatosa, es decir, que provoca la formación de masas cutáneas llenas de pus. Estas se generan cuando el sistema inmune trata de aislar sustancias extrañas en el cuerpo del animal.

Esta enfermedad resulta especialmente llamativa, pues diversos estudios citan que seres humanos pueden contagiarse en el ámbito veterinario por la necropsia del animal enfermo, punciones con material infectado e incluso por la mordedura del perro.

Aún así, la causa más frecuente de infección tanto en seres humanos como en canes es la inhalación directa de las esporas. Estos pequeños cuerpos microscópicos se encuentran sobre suelos y maderas y el hongo que los produce es endémico de las regiones norteñas de América.

La infección tiene una incidencia de uno a dos pacientes humanos por cada 100 000 habitantes en núcleos rurales donde el hongo está presente.

Un perro triste entre hongos.

Causas

Si la inmunidad celular del can es eficaz, la infección es autorresolutiva y no genera cuadros clínicos en el animal. Por desgracia, si la cosa se complica, las esporas que son inhaladas pueden ser fagocitadas por elementos protectores del sistema inmune del can y transportarse con la sangre a otros órganos.

Eso provoca daños en los tejidos de diversas estructuras biológicas del animal (incluyendo los ganglios linfáticos), de ahí el apelativo «multisistémico» de la enfermedad.

Según la Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU, el hongo se puede propagar a la piel, las articulaciones, los huesos y otras áreas tanto en humanos como en otros animales. Cabe destacar que las razas de perros Hound, Retriever Pinscher  son las más susceptibles ante la enfermedad.

Los perros más expuestos a ambientes rurales húmedos son los más propensos a contraer la enfermedad.

Síntomas

Al tratarse de una patología que afecta a múltiples órganos y tejidos a la vez, el cuadro clínico se presenta de diversas formas. Algunos de los síntomas más comunes son los siguientes:

  • Fiebre.
  • Pérdida de apetito y anorexia.
  • Pérdida de peso.
  • Inflamación y descarga ocular (formación de legañas).
  • Dificultad para respirar: tos, sibilancias, dolor torácico y otros sonidos respiratorios inusuales.
  • Aparición de gránulos llenos de pus en la piel de todo el cuerpo del animal.

De nuevo, cabe destacar que el personal veterinario se encuentra en cierto riesgo de infectarse por un can enfermo sin las medidas de higienización adecuadas. Por suerte el tutor corre un peligro menor, ya que no entrará en contacto directo con las esporas de forma usual.

La única forma de transmisión entre tutor y can es mediante una mordedura.

Diagnóstico y tratamiento

La blastomicosis canina se suele confundir en muchos casos con una infección bacteriana o algún tipo de cáncer. Para un correcto diagnóstico se requiere la observación de las esporas del hongo en el tejido del animal al microscopio, mediante tinciones específicas.

Cabe destacar que al tratarse de una enfermedad causada por un hongo, el tratamiento de elección será un antifúngico oral. Por desgracia, el medicamento es relativamente caro y debe aplicarse durante un mínimo de 60 días.

Para los perros que sufran de dificultades respiratorias severas se puede requerir de un aparato que aporte oxígeno al animal. Limitar las actividades físicas del can durante el periodo de la enfermedad es esencial, pues hay que reducir al mínimo su esfuerzo pulmonar.

Monitorizar la respiración del perro es esencial.

Una enfermedad de baja incidencia

A pesar de las complicaciones que la blastomicosis canina pueda acarrear sobre el animal, hay que acotar que se trata de una enfermedad de muy baja incidencia. Esto significa que las probabilidades de que un can doméstico la sufra son ínfimas.

Por ello, ante síntomas de dificultad respiratoria, las infecciones víricas o bacterianas suelen ser el primer diagnóstico. Aún así, si este cuadro clínico se acompaña de una aparición de gránulos cutáneos, es posible que el perro sufra de blastomicosis.


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