¿Qué hacer si tu perro babea mucho?

Si tu perro babea mucho puede deberse a que es una raza propensa a ello, a que hace calor, tiene hambre o que padece algún problema que has de inspeccionar
¿Qué hacer si tu perro babea mucho?

Escrito por Yamila

Última actualización: 19 enero, 2019

Algunas razas, como el bóxer o el pitbull, son conocidas por su gran ‘capacidad’ para producir saliva. Si tu perro babea mucho puede deberse a un rasgo típico de su raza, pero también a una infección, enfermedad o problema de salud. En este artículo te contaremos las posibles causas y qué hacer al respecto.

¿Por qué mi perro babea mucho?

Quizás esta sea una de las preguntas más habituales que reciben los veterinarios cuando llega a la consulta un bóxer, un basset hound o un gran danés. No es tan común que suceda con otras razas como rasgo físico, sino por algún problema a nivel bucal.

Como primera medida, es necesario saber cuáles son los motivos por los cuales un perro babea. De esta manera sabremos cómo evitarlo, tratarlo o reducirlo:

1. Cuerpo extraño en la boca

Por ejemplo, si después de ir al parque ves que tu perro empieza a babear más de lo habitual puede deberse a que tiene un objeto incrustado en sus encías o entre sus dientes, como un trozo de rama de árbol o alguna piedra pequeña.

Presta atención también si le das huesos para que coma, porque estos pueden astillarse y clavarse en el paladar o en cualquier otra parte de la boca. Quizás a simple vista no se detecte este objeto extraño, aunque sí puede que veas sangre en esa zona y te des cuenta a qué se debe la mayor producción de baba: el cuerpo está reaccionando para eliminar ese objeto extraño.

Boxer babea mucho

2. Enfermedades bucales

Cuando un perro babea, entre las principales causas están los problemas bucales, como pueden ser una muela rota, acumulación de placa o sarro, gingivitis (inflamación de encías), etc.

Ten mucho cuidado porque también podría deberse a algo más grave, como es un tumor en la boca; los melanomas orales son primero una mancha oscura que van aumentando su tamaño y es necesario tratarlos para evitar la metástasis.

3. Alergias

Sin saberlo, tu perro puede ser alérgico a ciertas plantas, flores o incluso polen. Si tras pasar un día en el campo tu mascota comienza a babear, puede deberse a una alergia temporal.

También, el babeo excesivo puede deberse a la ingesta de alguna sustancia peligrosa o tóxica como herbicidas, detergentes, limpiadores o veneno para roedores. En este caso, además de la baba, el animal producirá espuma blanca y sufrirá otros síntomas como temblores, dolores, pérdida de consciencia o falta de coordinación.

4. Calor o apetito

Son los dos motivos principales de babeo excesivo en perros, pero no por ello debemos dejarlos de lado. Cuando la temperatura es muy elevada, el animal buscará de todas las maneras reducir el calor en su cuerpo y, como no transpira (como hacemos los humanos), el jadeo y la producción de saliva son sus herramientas para sentirse más fresco.

Además, cuando tu mascota sabe que se acerca la hora de la comida o le estás mostrando un apetitoso trozo de carne o pollo, su respuesta inmediata será la de babear. ¡Como puede pasarnos a nosotros ante un plato que nos llama la atención!

Perro salivando

¿Qué hago si mi perro babea mucho?

Una vez que hayas determinado el motivo o descartado causas del babeo excesivo, es momento de actuar en consecuencia. Si tu mascota pertenece a una raza propensa a babear (como el San Humberto, el dogo de Burdeos o el boyero de Berna), lo único que puedes hacer es colocar trapos o toallas en aquellas zonas que frecuenta.

En el caso de que se deba a un aumento de la temperatura ambiente, colócalo en una zona más fresca u ofrécele agua fría.

También puedes inspeccionar su boca en busca de objetos extraños y, si los encuentras, tratar de quitarlos con una pinza. Pero si ves que está muy incrustado, o que el problema es un diente roto o algo más grave, deberás llevarle de inmediato al veterinario, lo mismo que si la baba está acompañada de otros síntomas como la espuma.


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  • Traversa Arguedas, C. (2012). Capitulo III: Desordenes gastrointestinales en caninos y felinos. In Medicina Interna de Animales Menores.


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