¿Qué son los agentes medioambientales?

¿Cuál es la función de los agentes medioambientales? Básicamente se encargan del equilibrio en los ecosistemas, aunque sus tareas son más amplias y diversas.

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 03 junio, 2020

Se viene hablando mucho de la importancia de los agentes medioambientales para el mantenimiento del equilibrio en los ecosistemas. No obstante, aún existen una infinidad de preguntas sobre las funciones que desempeñan y por qué se consideran tan relevantes. A continuación, intentaremos dar respuestas a las dudas más frecuentes sobre los agentes medioambientales.

¿Qué son?

Más apropiado sería preguntarnos ¿quiénes son los agentes medioambientales? También conocidos como agentes de conservación ambiental, estos profesionales se encargan de supervisar, gestionar y proteger zonas de territorio, así como las especies que en ellas habitan.

Su tarea es especialmente importante en las áreas de preservación ambiental, como parques y reservas. Aún así, también actúan en la protección de prácticamente todas las zonas naturales, como  parques nacionales, bosques, zonas de monte y lugares de interés científico, entre otros.

Sus actividades tratan de asegurar el cumplimiento de las normativas vigentes para preservar los ecosistemas, la fauna y la flora autóctonas. También son responsables de identificar y vigilar a las especies del entorno en el que trabajan, para favorecer su reconocimiento y el control de su población.

Además, pueden prestar asesoría a autoridades públicas y al sector privado, principalmente respecto al impacto ambiental de futuros proyectos. Por ejemplo, en la evaluación de riesgos potenciales del desarrollo de nuevas carreteras dentro de áreas protegidas, o bien en la planificación de mejorías estructurales para estos espacios.

¿Qué hacen los agentes medioambientales en su día a día?

Como empezamos a ver, un agente medioambiental es un profesional esencialmente versátil. En su rutina laboral, pueden desempeñar numerosas tareas que resultan necesarias para garantizar el equilibrio del territorio que se encuentra bajo su responsabilidad.

Además de las funciones ya mencionadas anteriormente, los agentes medioambientales también se encargan de:

• Detectar e investigar alteraciones, desequilibrios o amenazas ambientales, como pueden ser nuevas plagas e incendios.
• Proponer, llevar a cabo y documentar estudios sobre los hábitats, animales, plantas, paisajes y demás elementos naturales que conforman los ecosistemas. Su colaboración es esencial en la identificación de especies, el registro de sus hábitos y en su control poblacional. Generalmente, trabajan en sociedad con científicos y otros especialistas ambientales.
• Controlar las vías pecuarias, así como carreteras y senderos que atraviesan las áreas gestionadas.
• Denunciar delitos y acciones que pongan en riesgo la preservación del medio ambiente (descartes o vertidos incorrectos de residuos, tala ilegal de arboles, caza furtiva, etc.)
• Recoger pruebas de contaminación, como muestras de agua, fotos y otros registros de daños ambientales provocados por las actividades humanas.
• Actuar junto a los servicios de emergencia en la evacuación de personas, mayoritariamente debido a desastres naturales.
• Gestionar el reclutamiento, formación y supervisión del personal involucrado en la zona protegida, inclusive de los equipos de voluntarios.
• Hacer la planificación y el control de presupuestos relacionados a las instalaciones y al personal.
• Participar en políticas públicas e iniciativas privadas que tengan como objetivo ampliar el conocimiento de la población sobre el medio ambiente y la importancia de su conservación.
• Colaborar con organizaciones sin ánimo de lucro en iniciativas de concienciación ciudadana, elaboración de materiales y propuestas didácticas, así como cualquier actividad recreativa, educativa o de uso social vinculada principalmente a la protección ambiental.

¿Con qué tipo de conocimientos debe contar un buen agente medioambiental?

Los requisitos para actuar como agente medioambiental pueden variar ligeramente según la legislación de cada país. No obstante, los conocimientos más esenciales para desempeñarse en esta profesión se relacionan con la ecología, la preservación ambiental y los cuidados veterinarios.

Pero estos conocimientos no deben resumirse a la esfera teórica, ya que los agentes medioambientales hacen permanentemente trabajo de campo. Por ejemplo, es importante saber reconocer y diferenciar en la práctica los rastros de cada especie (huellas, excrementos, etc.). También son muy requeridas las habilidades para la lectura e interpretación de mapas y planos.

Además, hay otras aptitudes y aspectos psicofísicos que complementan este perfil profesional, tales como:

• Un buen estado físico y de salud (principalmente para optimizar su desempeño en campo).
• Estar predispuesto y disfrutar de actividades al aire libre.
• Buena adaptación a las variaciones climáticas.
• Proactividad para mantenerse actualizado(a) sobre las normativas y directrices ambientales.
• Ser una persona observadora, con buena capacidad de concentración y un enfoque analítico para desarrollar objetivamente las investigaciones.
• Habilidades de comunicación e interacción social, para estar en permanente contacto con la población y ayudar en su concienciación.
• Tener interés por compartir conocimientos y trabajar en equipo.
• Identificarse con los roles de educador, gestor y líder, pues deberá desempeñarlos diariamente con sus equipos de trabajo.

Por supuesto, todas estas habilidades pueden ser desarrolladas a través del estudio y de la práctica. Así mismo, es interesante conversar con personas que actúan como agentes medioambientales para conocer mejor su día a día. Seguramente, ello ayudará a quienes tienen interés, pero algunas reservas, sobre si dedicarse o no a esta profesión.