¿Qué son los peces eléctricos?

Los peces eléctricos son una clara evidencia de la evolución de las especies y de cómo utiliza cada una el mismo recurso para beneficio propio

Los peces eléctricos han maravillado a la ciencia desde antes de que la electricidad fuera descubierta por los humanos. Ya desde la época de los romanos se tiene constancia de la existencia de estos animales, cuyas descargas eran utilizadas con fines terapéuticos.

Existen multitud de peces que utilizan la electricidad en su día a día, y cada uno la emplea para unos fines concretos: para defenderse, cazar o para sustituir a la vista y poder nadar sin problema en aguas pantanosas o durante la noche.

En todo caso, es una herramienta muy útil que han desarrollado una serie de peces y que les ha dado una ventaja enorme frente a sus competidores. Por eso, han prosperado en todos los mares del planeta.

¿Pero qué son los peces eléctricos?

Los peces eléctricos no son más que animales que consiguen generar una cantidad de electricidad especialmente potente con sus propios cuerpos. Según el último estudio llevado a cabo por investigadores estadounidenses, estos peces han sido capaces de convertir un músculo sencillo en un sofisticado órgano capaz de generar electricidad.

Esta electricidad, además de ser una herramienta de caza y disuasión ideal, es perfecta para comunicarse entre unos ejemplares y otros, por lo que da otra ventaja evolutiva crucial para el desarrollo de estas especies.

La electricidad propiamente dicha proviene de los músculos. Toda célula muscular es capaz de generar electricidad, pero en el caso de estos peces las células fueron perdiendo la capacidad de contracción y se fueron uniendo en serie durante una evolución de millones de años.

Estas células, llamadas electrolitos, son capaces de generar tensiones muy superiores a las células musculares normales. Y la suma en cadena de millones de estas hace que se consigan potencias capaces de matar en el acto a otros peces.

Hay casos, como el de la anguila eléctrica, cuya capacidad de generar electricidad es tal que puede producir descargas más potentes que la de una red eléctrica doméstica, lo que la convierte en un depredador sin igual.

Ejemplos peculiares

Los peces eléctricos se dividen en seis grandes familias, diferenciadas evolutivamente, pero que comparten multitud de similitudes en su genética. En lo que no se parecen tanto unos a otros es en el uso que han dado a esta capacidad de generar electricidad. Veamos algunas de las especies que mejor partido sacan de esta cualidad:

• Tiburones: justo por encima de su espectacular boca, los tiburones tienen unos electrorreceptores capaces de captar hasta la más mínima señal eléctrica que emita cualquier pez a su alrededor. Como todos los animales transmitimos electricidad, con este mecanismo es capaz de detectar la posición y los movimientos de su presa incluso en la más absoluta oscuridad. El tiburón martillo es la evolución más clara de pez eléctrico, ya que su cabeza es todo un radar para buscar presas bajo la arena y capta hasta el impulso eléctrico más pequeño.
• Rayas eléctricas: su sistema de detección es muy similar al de los tiburones, con receptores que les hacen encontrar a sus presas incluso cuando están enterradas bajo la arena del fondo marino.
• Anguilas: estas increíbles criaturas son de los animales que mayores descargas pueden dar del mundo, con unas sacudidas de hasta 600 voltios que dejan a sus presas o sus depredadores paralizados.
• Pez nariz elefante: este peculiar animal se caracteriza por contar con una alargada barbilla con millones de receptores de campos eléctricos. Este espectacular órgano es fundamental para él, ya que es prácticamente ciego, y lo utiliza para detectar sus presas. Con esta peculiar trompa es capaz de diferenciar entre objetos materiales y animales; incluso le permite diferenciar entre animales vivos o muertos. Además, poseen un cerebro muy grande para su tamaño corporal, lo que los hace especialmente inteligentes comparados con otros peces.