¿Qué tan recomendable es bañar al gato?

Dependerá de su actividad diaria, si está mucho tiempo encerrado o si frecuenta mucho la calle; en cualquier caso, no se puede abusar de los baños porque perdería los aceites naturales que le protegen de las enfermedades
¿Qué tan recomendable es bañar al gato?

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 26 abril, 2018

Una de las preguntas más frecuentes cuando tenemos un felino en casa suele ser si debemos bañarlo y con cuánta frecuencia. Para nadie es un secreto la incomodidad que sienten la mayoría de estas mascotas al contacto con el agua, lo que lleva a bañar al gato en una lucha estresante tanto para el dueño como para  el animal.

Los gatos, sin lugar a dudas, son animales sumamente delicados con su higiene personal, motivo por el que se les ve constantemente acicalándose. Esto se debe a que la piel, al igual que en los humanos, es una de sus partes más extensas, sensibles e importantes: les genera protección, calor e incluso hidratación.

Por estas y otras razones, muchas personas suelen inclinarse hacia la idea de que bañar al gato no es necesario. Sin embargo, distintos factores pueden obligar al dueño del animal a contribuir con el aseo y el cepillado de su mascota, acciones fundamentales para conservar su salud.

¿Es necesario bañar al gato?

Los felinos, por lo general, emplean al menos ocho horas del día en su limpieza, consecuencia de su instinto salvaje proveniente del deseo de eliminar todo rastro de olor propio para ‘escabullirse’ y capturar a la presa. Pero a veces, ciertos escenarios, accidentales en su mayoría, requieren otro tipo de higiene.

Si un gato está sano y tiene un buen aspecto, no es necesario bañarlo de manera tan frecuente. Bañar al gato constantemente es perjudicial para él, ya que puede perder los aceites esenciales naturales del cuerpo y causarle graves enfermedades en la piel.

Bañar al gato no es obligatorio, como pueden pensar algunas personas. Su lengua, cargada de pequeños y ásperos poros, sirve como su principal herramienta a la hora de mantener limpio su cuerpo. Por otra parte, el dueño puede ayudar a la mascota con el cepillado semanal del pelaje.

Hace falta bañar a los gatos

¿Cuál es la edad ideal para comenzar a bañarlo?

Una de las recomendaciones básicas de los expertos es acostumbrar desde pequeños a los gatos a tomar baños, específicamente desde los 2 o 3 meses, cuando están en su etapa de socialización y su sistema inmunológico comienza a estabilizarse.

Es importante acostumbrar poco a poco a tu mascota a esta actividad, ya que le permitirá adecuarse a la sensación del agua y el jabón, lo que le puede generar incluso el disfrute del minino. Si desde un principio tu gato se muestra reacio al baño no lo obligues a hacerlo, a menos que sea necesario, porque crearás una asociación negativa.

Es importante acostumbrar poco a poco a tu mascota a esta actividad, ya que le permitirá adecuarse a la sensación del agua y el jabón, lo que le puede generar incluso el disfrute del minino. Si desde un principio tu gato se muestra reacio al baño no lo obligues a hacerlo, a menos de que sea necesario, porque crearás una asociación negativa

Cuando hay que bañar a un gato

¿Cuándo es conveniente bañar al gato?

A lo largo de la vida de tu compañero felino existirán situaciones extraordinarias que te obligarán a darle un baño, esté acostumbrado o no al agua. Una de las primeras es si has acogido al gato o cachorro de la calle y está sucio; en caso de que tenga pulgas, deberás limpiarlo con un champú especial.

Otra de las razones para bañar al gato es si padece  alguna infección o alergia en la piel, pero hay que regirse por las recomendaciones del veterinario. Por otra parte, si tu mascota llega a ensuciarse con un algún producto tóxico –como aceite, gasolina, grasa, desinfectante o cloro– debes limpiarlo rápidamente, ya que podría lamerse y enfermarse.

Si vives en una zona en la que los veranos o el tiempo de sequía son muy fuertes, probablemente deberás ayudarlo a acicalarse, para bajar la temperatura del animal y evitar un peligroso golpe de calor.

Los felinos de pelaje abundante o semilargo, requieren un cuidado del cabello más riguroso por parte de su dueño, ya que la pequeña lengua del gato no cubre por completo la superficie del cabello. Por eso, para desenredarlo y devolverle su color y brillo natural debes bañar al gato.

Por último, si tu mascota ya es mayor o dejó de acicalarse sin razón aparente, suele ser un indicador de que algo está mal. Es importante detectar cuál es su afección, consultar al veterinario y ayudarlo con su aseo mientras esto se solventa.

Si tu gato logra acostumbrarse a la sensación del agua, o encuentras una manera en la que se sienta un poco más cómodo en el momento de su higiene, podrás bañarlo al menos una o dos veces al mes según sea el caso.

Bañar al gato

¿Cómo bañar a un gato?

Si decides o necesitas bañar a tu gato, existen ciertos pasos que debes seguir para hacer más amena esta situación tan incómoda para la mayoría de ellos. Lo primero que debes tener es tiempo, al menos una hora para que tu mascota se mantenga relajada.

Debes encontrar un espacio adecuado para bañar al gato, preferentemente una bañera o algún fregadero en el que quepa completo. Llénalo con agua tibia antes de acercarlo, para que no se asuste con el sonido del agua al caer. Si quieres, puedes colocarle una toalla en el fondo para que se aferre y no te lastime.

Utiliza jabones y champús especializados para los felinos, ya que su pH es distinto al de los humanos y podrías afectarlo con algún otro producto. Antes de comenzar la higiene de tu gato, debes tener a mano todo lo que necesites para bañarlo y secarlo.

Háblale a tu amigo, ofrécele tranquilidad. Por medio de caricias y halagos puedes ir creando un espacio de cómodo y seguro que mantenga a tu gato relajado; las buenas emociones que le trasmitas serán fundamentales. Al finalizar, bríndale tu calor y premialo por su buen comportamiento, así generas un refuerzo positivo.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.