La queratoconjuntivitis infecciosa bovina y cómo controlarla

El bienestar de los animales de granja se ve muy afectado por su estado de salud. Hay que prestar mucha atención a todas las enfermedades que sufren, incluso aquellas que solo afectan a los ojos.
La queratoconjuntivitis infecciosa bovina y cómo controlarla
Érica Terrón González

Escrito y verificado por la veterinaria Érica Terrón González.

Última actualización: 20 noviembre, 2020

La queratoconjuntivitis infecciosa bovina es una de las patologías más frecuentes en las granjas de vacuno doméstico. Es una enfermedad muy contagiosa y de fácil distribución en el ganado, ya que se transmite por contacto directo y por medio de moscas.

Esta patología genera importantes pérdidas derivadas del malestar general que provoca en el animal, hecho que reduce su capacidad productiva. Sobre todo, la enfermedad tendrá un efecto directo sobre el bienestar de la vaca al afectar a su visión, pues puede dejarla completamente ciega.

Enfermedades oculares habituales en las vacas: queratoconjuntivitis infecciosa bovina

Es una enfermedad distribuida por todo el mundo y es conocida en algunos países como «ojo blanco» u «ojo rosado». Afecta sobre todo a los terneros, por lo que genera cuantiosas pérdidas económicas derivadas del retraso en el crecimiento. En el caso de las vacas adultas, provoca una importante reducción de la producción de leche.

Epidemiología de la queratoconjuntivitis infecciosa bovina

Se trata de una enfermedad bacteriana causada por Moraxella bovis, aunque también se han descrito casos donde la bacteria no actúa sola, sino que lo hace combinada con otras bacterias y virus patógenos.

Además, el agente puede aparecer en cualquier época del año. Sin embargo, la mayoría de casos tienen lugar en verano y otoño, épocas con mayor presencia de moscas y polvo. Resulta que estos invertebrados son uno de los principales factores de transmisión, pues actúan como vectores.

Vacas en el campo.

¿Cómo se produce la queratoconjuntivitis infecciosa bovina?

Moraxella bovis se une al epitelio corneal del ojo de la vaca y provoca erosiones microscópicas que se observan tras las primeras 12 horas de la infección. No es hasta que se agrava el cuadro clínico y aparece una úlcera corneal que se empieza a detectar la inflamación.

La úlcera es consecuencia de la actividad citotóxica de la bacteria. En ella se observa la pérdida de continuidad del epitelio y esta invade el resto de la córnea. De hecho, las úlceras derivadas de esta enfermedad pueden ser tan profundas que destruyen la córnea por completo.

Sintomatología

El periodo de incubación antes de que aparezca ningún síntoma es de dos a tres días, aunque puede prolongarse hasta tres semanas. Una vez aparecen, suelen hacerlo por este orden:

  1. Epífora u ojo lloroso.
  2. Fotofobia: como su propio nombre indica, significa intolerancia anormal a la luz.
  3. Conjuntivitis: inflamación de la conjuntiva.
  4. Blefaroespasmo: cierre involuntario del ojo.
  5. Por supuesto, también se produce un decaimiento del estado de salud del animal, con fiebre moderada, depresión e inapetencia.

Pasados otro par de días desde que los síntomas progresan, aparece el edema, una acumulación anormal de líquido en la córnea derivada de la inflamación. Además, se comienza a apreciar una úlcera central y las pupilas del animal permanecen contraídas, pues este mecanismo trata de proteger el interior del ojo.

El lagrimeo deja de ser transparente para volverse denso, con contenido de moco y pus. Una vez la úlcera se complica, la córnea deja de ser funcional y el tejido se fibrosa. Ese ojo ha dejado de ser útil. La magnitud de las úlceras puede ser de tal grado que los globos oculares llegan a estallar, lo cual, como es evidente, resulta en una ceguera completa.

Diagnóstico de la queratoconjuntivitis infecciosa bovina

El primer paso para proceder con el tratamiento es conocer la causa, pues otras patologías oculares cursan con síntomas parecidos a los de la queratoconjuntivitis infecciosa. Por lo tanto, habrá que hacer un diagnóstico diferencial entre las siguientes patologías:

  • Conjuntivitis traumática. Suele ser sencillo diferenciar ambas enfermedades, puesto que han podido quedar restos del objeto extraño que ha provocado el traumatismo dentro del ojo o simplemente por la evidente lesión física.
  • Queratitis por Pasteurella multocida.
  • Inflamación ocular difusa por la acción de Mycoplasma bovis y/o varios posibles virus.

El segundo paso será fijarse en la epidemiología. La queratoconjuntivitis infecciosa suele provocar brotes en verano y otoño y también es más frecuente en animales jóvenes que en adultos.

Para verificar la presencia de úlceras se utiliza la prueba de la fluoresceína y ya el siguiente paso es la identificación del agente Moraxella Bovis. Para esto último se pueden utilizar todo tipo de pruebas laboratoriales.

Tratamiento de esta y otras enfermedades infecciosas oculares

Con frecuencia, la queratoconjuntivitis infecciosa bovina en una enfermedad autolimitante, es decir, que tiende a resolverse por sí misma. La recuperación ocurre muchas veces sin necesidad de tratamiento.

Eso sí, la detección temprana y la aplicación de un tratamiento reduce la transmisión y las lesiones permanentes en los ojos. Este tratamiento incluye ungüentos o pomadas oculares que contengan antibióticos específicos contra Moraxella y también corticoides para contener la inflamación.

Medidas de prevención y control de la queratoconjuntivitis infecciosa bovina

En primer lugar, será importante hacer hincapié en las buenas prácticas de higiene del rebaño. Así, se previenen los factores predisponentes de la siguiente forma:

  • La granja deberá ser sometida con periodicidad a un control vectorial para evitar la presencia de moscas transmisoras. Por ejemplo, mediante el uso de repelentes de insectos.
  • Habrá que asegurar el buen estado de mantenimiento de las instalaciones donde estén los animales. Es necesario prestar especial atención a aquellas que alberguen a los terneros y a las vacas lecheras y evitar en todo momento la acumulación de polvo procedente del heno y del exterior.
Un veterinario mira a una vaca.

En última instancia, se recomienda la vacunación frente a patologías que predisponen al empeoramiento de la salud ocular, como la rinotraqueitis infecciosa bovina.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.