Razones para denunciar a un veterinario

Aunque una gran mayoría de veterinarios actúan con profesionalidad, en la realidad hay algunos que llevan a cabo lo que se llama ‘una mala praxis’.
Razones para denunciar a un veterinario
Francisco María García

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 09 agosto, 2022

A priori, entendemos que quienes estudian Medicina Veterinaria son movidos por una gran vocación y el amor a los animales. Por ello, solemos ver en estos profesionales grandes ‘aliados’ a la hora de cuidar de nuestros mejores amigos. No obstante, eventualmente algunos dueños se encuentran ante la difícil misión de denunciar a un veterinario por mala praxis o negligencia.

A continuación, hablaremos sobre cuándo, por qué y cómo se puede denunciar a un veterinario o a una clínica veterinaria. Además, recordamos la importancia de ser conscientes a la hora de concretar este tipo de denuncia. Hay que pensar que la Medicina Veterinaria no es una ciencia exacta y que, muchas veces, no está en las manos del veterinario curar determinadas enfermedades.

¿Cuándo y por qué es posible denunciar a un veterinario?

La mayoría de las denuncias contra veterinarios y clínicas relatan casos de mala praxis o negligencia por parte del profesional. Pero muchos propietarios se preguntan cómo es posible identificar una mala práctica, no siendo un profesional en esta área.

Según la doctrina jurisprudencial vigente en España, los veterinarios tienen una obligación de medios, y no de resultados. Ello quiere decir que el veterinario tiene la responsabilidad civil de ofrecer todos los cuidados a sus pacientes, y las informaciones sobre su tratamiento a sus propietarios.

Pero la eficacia de estos cuidados no depende solo de la capacidad o de la voluntad del profesional; está asociada también al estado de salud, al metabolismo y a la gravedad de la afección. Por todo ello, no siempre la muerte de un animal podrá ser atribuida al accionar del veterinario.

Denunciar a clínica veterinaria

Por su parte, el Tribunal de Ética determina que no se puede considerar como mala práctica cualquier acto o procedimiento llevado a cabo con la intención de salvar la vida del animal. Incluso cuando estos actos no surtan el efecto deseado y el animal fallezca, pero se comprueba la procedencia, el diagnóstico y la validez del tratamiento aplicado.

Entonces, ¿qué se considera como mala praxis en la Medicina Veterinaria?

Como observamos, el concepto de mala praxis es un tanto complejo, ya que se presupone que los esfuerzos de un veterinario tienen la intención de garantizar el bienestar de sus pacientes. Pero, ¿qué ocurre cuando estos esfuerzos conducen a la muerte o generan daños irreversibles a la salud del animal?

Al hablar sobre las responsabilidades atribuidas a la práctica de la Medicina Veterinaria, el Código Civil español determina que:

“Quedan sujetos a la indemnización de los daños y perjuicios causados los que en el cumplimiento de sus obligaciones incurrieren en dolo, negligencia o morosidad y los que de cualquier modo contravinieran el tenor de aquellas”.

Pero ¿en qué situaciones puntales se puede denunciar a un veterinario?

Cabe la denuncia cuando el diagnóstico, las prácticas o los tratamientos aplicados no corresponden al cuadro de salud del paciente; la consecuencia serán perjuicios, dolor o riesgos innecesarios a su bienestar.

También procede denunciar cuando se constata que el profesional no está debidamente capacitado para el ejercicio de la Medicina Veterinaria, o que no posee las instalaciones apropiadas para llevar a cabo las prácticas ofrecidas en su clínica.

Maltrato animal en la clínica veterinaria

A continuación, listamos algunas de las circunstancias que suelen ser consideradas como malas prácticas o negligencia en la clínica veterinaria:

  • Dar atención veterinaria o servicios clínicos y quirúrgicos sin estar debidamente capacitado.
  • No realizar o negarse a solicitar los exámenes médicos necesarios antes de llevar a cabo una operación.
  • Administrar tratamientos o efectuar prácticas médicas que resulten innecesarias o inapropiadas según el estado de salud del animal.
  • No proveer informaciones a los propietarios sobre el estado de salud de sus mascotas, el pronóstico de la enfermedad diagnosticada o sobre los tratamientos administrados.
  • No solicitar interconsultas con otros profesionales cuando el animal no responda adecuadamente al tratamiento administrado.

El procedimiento para reclamar o denunciar

En caso de que tu mascota sea víctima de mala praxis o negligencia, se aconseja realizar la denuncia ante el Comité de Ética (Deontológico) del Colegio de Veterinarios correspondiente de tu ciudad o región.

Para concretar dicha denuncia, será necesario aportar algunos datos básicos sobre el profesional, como su nombre, número de matrícula y la dirección de la clínica u hospital donde atiende a sus pacientes.

Además, se recomienda reunir la mayor cantidad posible de información y documentación, la cual permitan comprobar que ha existido una mala práctica, o que el veterinario ha sido negligente en el ejercicio de su profesión.

Diferencias en algunos países

En algunos países como México, la negligencia veterinaria tiene que denunciarse como un daño a la propiedad. La institución encargada de recabar las denuncias suelen ser los ministerios públicos. Sin embargo, las consecuencias solo acostumbran contemplar la retribución del valor monetario de la mascota en el mercado.

Para demostrar la negligencia veterinaria, es necesario contar con la presencia de un perito. Este profesional será el encargado de determinar si existe una relación entre las consecuencias que sufrió la mascota y las acciones del veterinario. En caso de que su investigación confirme la mala praxis, será el “testigo” clave de la denuncia y dará validez de sus hallazgos por medio de un informe pericial.

Si bien esto es todo lo que se necesita para llevar a cabo la denuncia, en muchos casos también es posible presentar una queja ante los organismos de protección al consumidor. Claro está, esto depende mucho de la legislación del país, aunque las consecuencias no suelen ser severas y las sanciones tienden a ser solo económicas.

Para orientarse mejor sobre el proceso de denuncia, puedes consultar directamente a un abogado de tu confianza. También es buena idea acudir a alguna protectora que ponga a disposición del público asesoría jurídica para casos de maltrato animal y mala praxis o negligencia en la clínica veterinaria.


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